Las emergencias tanto de adultos como pediátricas están a punto de colapsar en el Hospital José Gregorio Hernández de Trujillo, porque no hay suficientes médicos que puedan atender a todas las personas que acuden al centro asistencial, la gente va con una emergencia y deben pasar hasta tres o cuatro horas para ser atendidos; una mujer embarazada que se sentía muy mal debió acostarse en las sillas de la sala de espera porque no había quién la atendiera, sólo estudiantes de tercer año de Medicina Integral Comunitaria (MIC) que muchas veces no saben qué hacer, son los que abundan, -ellos mismos comentan que están en tercer año y son seis años de la carrera- y ya los tienen en la emergencia.
¿Esa es la salud potencia y de calidad que en Trujillo le brindan al paciente? igualmente ocurre en la emergencia pediátrica, entre semana no hay suficientes médicos y durante el fin de semana un solo médico para una gran cantidad de pacientes que llegan, muchos deciden irse con su bebé enfermo porque se cansan de esperar horas tras horas, a pesar de ser emergencias. El llamado es al Gobernador, a la presidenta de Fundasalud, Jacqueline Peñaloza, para que atiendan el tema de los médicos pero que no sólo sean integrales, sino tradicionales que brinden confianza al paciente y al familiar porque hay mucho temor a la hora de atenderse con médicos integrales que han demostrado no saber qué hacer en diferentes casos y al recibir algunas emergencias lo único que saben es ordenar su traslado al Hospital Central de Valera. Un hospital como el de Trujillo no puede estar en manos de estudiantes. Atención con la salud, que es prioridad.
¡Atención con Farmapatria!
La farmacia del hospital, Farmapatria, es cierto que fue dotada de medicamentos, pero ahí pareciera que hacen como quieren, a los amigos de los policías, o del personal del hospital es a quienes les venden más rápido los medicamentos. De igual forma quienes atienden en la farmacia por tanta gente que reciben, no leen bien las indicaciones médicas, para cerciorarse si hay o no el medicamento, pareciera que tiene el “no hay” automatizado en sus mentes y vocabulario, para ellas lo mas fácil es decir “no hay” un caso que ocurrió con la Prednisona, un paciente fue a solicitar la venta de este medicamento, y según la vendedora no lo había, si el familiar del paciente no la ve en el estante, se va con la respuesta de quien atiende que “no hay” y con la necesidad del medicamento que en las farmacias comerciales de verdad no existe. Afortunadamente, tras la acción del cliente, recapacitó y se lo entregó, porque es un medicamento gratuito. Es importante que la atención en el hospital mejore en su totalidad, porque suficiente es ir enfermo, para que el trato no sea el adecuado.