Wendy Molero/DLA- Para controlar la alta incidencia de casos de la COVID-19 en el estado Mérida, que lo ubican como la tercera entidad del país que aporta mayor número de casos positivos las últimas 3 semanas, debe masificarse en lo inmediato la realización de pruebas para detectar la enfermedad y el plan de vacunación.
Conocer cuántas personas enfermas hay en el estado permitirá sin duda poder organizar la atención correspondiente y esto solo se logrará con la masificación de las Pruebas en Cadena de Polimerasa (PCR-RT SARS Cov2) o Pruebas de Antígeno, que son las que permiten detectar la presencia del virus en una persona y detener su avance en las comunidades.
Así lo hizo saber el médico internista e intensivista, Loranso Asskoul, quien ha estado investigando sobre la pandemia desde que esta se inició y ha hecho sus aportes en cuanto a orientación para el manejo de la misma.
Sobre el reciente incremento de casos confirmados para la COVID-19 en Mérida, Asskoul dejó claro que no se trata de un repunte, solo que las cifras no se habían hecho públicas y lo que hoy pareciera un rebrote de la enfermedad, es solo el anuncio de una mayor circulación del virus, tomando en cuenta como referencia solo el indicador de incidencia de casos y gravedad de los mismos.
Esta realidad relacionada al número de contagios muestra, además, que las instituciones que prestan el servicio de atención de manera curativa, como el Instituto Autónomo Hospital Universitario de Los Andes (Iahula), habilitado como hospital centinela, tiene una ocupación cercana al cien por ciento de las camas destinadas solo a las áreas Covid.
¿Cuántas camas hay destinadas para los pacientes que padecen COVID-19?
En teoría conocemos que son 72 camas, que están distribuidas en las áreas Covid A y Covid B de la emergencia del Iahula y en el piso 3, en total suman 72 camas, y de acuerdo a la información que obtenida la semana pasada estaban ocupadas 71 camas, es decir, el Iahula tiene casi el 100 por ciento de ocupación.
No quisiéramos ver ese escenario de un incremento considerable de casos y no tener el espacio suficiente para albergar a tantos pacientes enfermos con la COVID-19. No queremos ver ese escenario porque sería bastante desastroso para la comunidad, dijo Asskoul.
Desde la prevención
Estas cifras sobre el número de camas y cantidad de personas contagiadas con la enfermedad, deben llamar a la reflexión a las autoridades representantes del Gobierno nacional en la entidad y que están trabajando en la atención de la pandemia principalmente; pues, la pandemia no puede ser atendida desde la atención curativa sino desde la prevención y es sólo de esta manera, que hará que los números comiencen a bajar, aseguró el experto.
“No se puede pensar en ampliar el número de camas ni de ventiladores, porque hay un factor fundamental que escasea lastimosamente debido a las miserables condiciones salariales que recibe y es el personal de salud. Es fácil comprar una cama, un ventilador, colocar gases medicinales, pero es más difícil conseguir enfermeras y médicos para la atención de esos pacientes”.
Asegura el doctor Loranso Asskoul que se deben profundizar las medidas sanitarias y aplicar de manera más asertiva para atajar la pandemia.
“En la atención de la pandemia se debe entender que hay una corresponsabilidad. Un porcentaje de la responsabilidad depende del ciudadano y el otro porcentaje de esa responsabilidad, que sin duda es mucho mayor, corresponde a las actuaciones que hagan los gobiernos, tanto nacional como regional, para hacer frente a esta situación”.
Precisó que la responsabilidad individual está enmarcada en el cumplimiento a cabalidad de las medidas de bioseguridad: uso correcto de la mascarilla; mantener la distancia física de dos metros; evitar permanecer en sitios cerrados donde hayan más de 10 personas; el lavado frecuente de las manos y/o el uso de los geles alcoholados a más del 70%. Estas son las que le corresponde a cada ciudadano cumplir para poder protegerse y proteger a su grupo familiar.
Pero el grueso de la responsabilidad es la que corresponde a los gobiernos (nacional y regional). En el país las directrices son emanadas del poder central, es el que cuenta con los recursos, por tal motivo es el mayor responsable en la atención de la pandemia.
Por ello, Asskoul ratifica que entre esas acciones que debe emprender el Gobierno nacional, está el masificar el uso de las pruebas para el diagnóstico, ya sea la PCR-RT para SARS-CoV-2 o las de Antígeno, las cuales son fundamentales para la atención de la pandemia.
“Si masificamos esas pruebas podemos identificar a ese grueso número de personas que cursan con la enfermedad, de las cuales entre el 45 y 50 por ciento son asintomáticas, pudiéramos entonces una vez diagnosticadas solicitarles que mantengan el aislamiento en su hogar si no se siente enfermo, cumpliendo con las medidas de seguridad por un período de 10 a 14 días. Se le haría un seguimiento, bien sea vía telefónica o visita domiciliara para ver que se esté cumpliendo el aislamiento y además para ver que la enfermedad no haya progresado a condiciones moderadas o graves que necesitaría otro tipo de atención”.
Y esta acción de masificar las pruebas debe ir de la mano con el plan de vacunación que también debe masificarse y aplicarse con mayor celeridad. “Poner la vacuna rápida, oportuna y organizadamente a toda la población venezolana contribuiría a la atención de la pandemia”, finalizó diciendo.
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