Por Lucía Fernanda Ramírez | Crónica Uno
Caracas. Por segundo año consecutivo los estudiantes seguirán bajo el horario mosaico, una modalidad que perjudica a todos los grados de formación, pero principalmente a los niños y niñas que están en etapa preescolar.
Luisa Pernalete, coordinadora de Fe y Alegría, explicó que durante esta etapa la niñez necesita estar constantemente con sus docentes para sentar bases cognitivas y hábitos de convivencia.
“Los niños y niñas pequeños necesitan permanentemente a su maestra para que esta les dé instrucciones y las mismas se vayan volviendo hábitos. Cuando un niño que está empezando a aprender a leer y no lo hace todos los días, para la siguiente semana que le toque clases, ya se le habrá olvidado todo”.
El horario mosaico es una modalidad que emplearon los educadores para asistir a las instituciones educativas dos o tres veces por semana, con el fin de dedicarse también a otras actividades que les generen mayores ingresos, en vista de los bajos salarios.
Aunque esta modalidad no se anunció oficialmente, en 2020, durante una transmisión del programa Conversando con Yelitze, la ministra instó a los docentes a ejercer otro oficios como limpiar casas o vender galletas, para que el sueldo les alcanzara.
Crónica.Uno ha recogido testimonios de docentes que venden tortas o se dedican a la manicura.
Pernalete insiste en que los padres, madres o cuidadores no tienen por qué ejercer la figura de maestras sustitutas, a menos de que tengan formación.
Pernalete destaca que 86 % de la población estudia en planteles educativos públicos, por lo que en muchos casos, los representantes no tienen la formación necesaria para ayudar a los estudiantes en casa, ni tiempo por las actividades laborales.
“¿Quién acompaña a los muchachos en sus casas los días que no van a la escuela?”, plantea Pernalete. Por esta razón, el horario mosaico representa una amenaza para todos los estudiantes.
Crece la brecha
La pandemia de COVID-19 significó un retroceso en el aprendizaje a escala mundial, en este dato coinciden Pernalete y Carlos Calatrava, director de la escuela de Educación de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB). Sin embargo, con ayuda de la tecnología, los docentes de otros países no tardaron en buscar estrategias como el uso de plataformas para continuar con las clases.
En Venezuela se intentó copiar este modelo. El problema fue que los alumnos que no tenían teléfonos inteligentes, tabletas, computadoras, o cualquier otro método que les permitiera ver clases virtuales, quedaron en desventaja con respecto a los que sí pudieron.
Con la llegada del horario mosaico, la brecha creció aún más. Prueba de ello son los resultados del Sistema de Conocimientos en Línea (Secel) de la UCAB, correspondientes al período académico escolar 2021-2022, que arrojaron que los alumnos no tenían los conocimientos necesarios en Matemáticas, ni habilidad verbal.
Los resultados de la prueba hecha a estudiantes de 50 instituciones de Caracas y 17 estados del país, fueron de 8,95 puntos sobre 20 en matemáticas y 9,34/20 en habilidad verbal.
El 2 de octubre iniciaron las clases en todo el territorio nacional. Carlos Calatrava, director de la Escuela de Educación de la UCAB, señaló que el período escolar 2023-2024 promete ser uno de los peores a los que se haya enfrentado el país, por las condiciones de agravamiento generales del sistema, de la escuela y la dimensión profesional de los educadores.
No es un capricho
“No se le puede pedir al docente que está subsidiando al Estado con un sueldo, con que además vaya al colegio todos los días cuando no le alcanza ni pagar un pasaje ni su alimentación”, dice José Javier Salas, coordinador del Secel, en referencia al salario de los docentes cuyo monto es 329,85 bolívares.
Desde antes del inicio del período escolar 2023-2024, los sindicatos y federaciones de maestros advirtieron que, de no haber incremento salarial, los educadores seguirían asistiendo en horario mosaico.
El 29 de septiembre, días antes del comienzo de clases, la ministra de Educación, Yelitze Santaella, declaró que no habría incremento salarial.
“Se dará respuesta cuando estén las condiciones económicas del país. Ustedes tengan fe, tengan esperanza, que nosotros vamos a seguir transitando el beneficio del maestro”, indicó.
Salas recomienda a los docentes, que asistirán a clases menos días a la semana a las aulas, seleccionar los temas y que lo poco que se haga, sea más significativo.
“El mejor consejo que se les puede dar es invertir el tiempo de mejor manera. Dedicar pocos temas, pero que ese poco tiempo no sea unidireccional, con una pizarra llena de cuentas y tareas no significativas y repetitivas. Si el chamo te ve una vez por semana que ese día valga la pena”, insta.
El QR
En cuanto a las declaraciones de la ministra de Educación sobre la instalación de códigos QR para vigilar la asistencia de los docentes en el país, Salas aseguró que lo ve como una pérdida de tiempo.
“Es absurdo suponer que porque se ponga un QR, o lo que sea, se va a lograr que la incidencia y cantidad de docentes que van diariamente aumente. Eso no va a pasar”, recalca.
Insiste en que si pudieran sustituir a los profesores, ya lo habrían hecho, pero con los sueldos que perciben los educadores “nadie” va a querer trabajar.
“Seguiremos viviendo en una mentira. Mientras tanto, en los resultados con las medidas nacionales en cuanto a calidad educativa se seguirán mostrando las brechas y deficiencias que ha generado esta situación”, advierte.
