San Francisco (EE.UU.), 12 nov. (EFE).- Dos años después de debutar en el mercado de los altavoces inteligentes con el HomePod, Apple ya le ha sacado un hermano menor: el HomePod mini, una versión más pequeña y más barata, pero también más sencilla que su predecesor.
Lo primero que hay que destacar en relación al nuevo dispositivo para entender qué papel está llamado a desempeñar es la tremenda diferencia de precio: mientras que el HomePod original se sigue vendiendo en la tienda oficial de Apple a 299 dólares (329 euros en el mercado europeo), el mini sólo cuesta 99 dólares (99 euros en Europa).
¿Es, por tanto, el mini tres veces más sencillo que el HomePod original? La respuesta es no.
Por razones evidentes, empezando por el tamaño, el mini es menos potente y tiene más limitaciones que su hermano mayor, pero en ningún caso estas son proporcionales a la diferencia de precio, lo que lo convierte en una muy buena opción para los clientes que deseen un producto sólido pero no necesariamente exquisito.
DEL CILINDRO A LA ESFERA
Lo primero que llama la atención del nuevo altavoz inteligente es su diseño: esférico (a diferencial de la forma cilíndrica del HomePod), de textura suave agradable al tacto y de sólo 3,3 pulgadas de altura (8,43 cm).
Esto lo convierte en un complemento fácil de ubicar en el hogar, y la idea de Apple es que haya uno en cada habitación, algo para lo que ha desarrollado la funcionalidad del intercomunicador, que permite enviar mensajes de voz entre dispositivos (así como al iPhone, Apple Watch, etc.) como si se tratase de un walkie-talkie.
Para tratar de compensar su menor tamaño, el mini incorpora un chip S5 que analiza las características de la música que se está reproduciendo para ajustar variables como el rango dinámico u optimizar el volumen.
El altavoz suena a 360 grados, sin opción direccional, emite el sonido desde la parte inferior de la esfera y ofrece unos graves de gran calidad y amplitud, sin apenas distorsión del sonido.
SONIDO A 360 GRADOS
Sin embargo, el mini no incorpora detección espacial, la función sí presente en el HomePod que analiza la acústica de la sala en que se encuentra y ajusta consiguientemente el sonido, teniendo en cuenta, por ejemplo, el rebote en las paredes.
Uno de los aspectos más interesante del mini es su facilidad para conectarse e integrarse con todos los productos y servicios del universo Apple, que le permite sincronizarse, por ejemplo, con HomeKit y CarPlay, aunque eso sí, no funciona como altavoz permanente para Apple TV.
Si se tiene más de un mini en distintas partes del hogar, transferir la música de uno a otro es tan sencillo como ordenar «Oye, Siri, mueve esta música al salón/cocina/etc.» y si se disponen dos altavoces en la misma habitación, estos pasan automáticamente a modalidad estéreo.
SIRI RECONOCE SEIS VOCES DISTINTAS
Siri también es capaz de reconocer e identificar hasta seis voces distintas para cada miembro del hogar, algo útil cuando se trata de enviar información adicional sobre una consulta a un iPhone concreto o de reproducir música de la lista personal, de manera que a mamá no le suene por sorpresa le balada favorita de papá o viceversa.
Algo en lo que destaca muy positivamente el HomePod mini es en la gran calidad de su oído, capaz de escuchar órdenes desde muy lejos -de una punta a otra de la habitación, por ejemplo- y sin necesidad de alzar la voz.
En resumen, el mini es una alternativa sólida y fiable para quienes no quieran pagar tres veces más por un HomePod, asumiendo, claro está, que el producto final es más sencillo y menos completo.