HOMENAJE A 2 ICONOS DE LA VENEZOLANIDAD

Juan Vicente Torrealba y Simón Díaz, rodeados de grandes amigos: Manuel Graterol Santander, Rafael Montaño, Héctor Cabrera, entre otros.

SIMÓN DÍAZ

Toda Venezuela recordó a su tío

 Es el primer venezolano que recibe un reconocimiento honorífico de la Academia Latina de Grabación. Ayer se convirtió en tendencia en Venezuela. Simón Díaz, una vida de recuerdos escrita entre tonadas

Que no quepa duda. Simón Díaz es el icono más representativo de la venezolanidad. Su presencia durante más de medio siglo en la escena musical con una extensa y singular obra contribuyó al rescate y a la difusión de los valores del país. Su trabajo y sus rastros son imborrables. Su legado es imperecedero.

Con sus coplas, con sus letras, ha retratado lo más sensible del alma venezolana. Un sentimiento que se ha propagado en el mundo desde su propia voz y la de otros grandes artistas de la canción que encontraron un baluarte en la querencia que ha demostrado el intérprete hacia su terruño.

La Academia Latina de Grabación reconoció su talento al otorgarle el Premio del Consejo Directivo, por su contribución en el campo musical. Durante años, el artista nacido en Barbacoas, en el estado Aragua, cantó, compuso por y para los venezolanos.

A cuatro años de su partida que se conmemoró en el día de ayer, se sigue hablando de él, de su humildad, de su simpatía, de su bondad, de su entrega, atributos que lo hicieron el gran tío Simón que sigue siendo, el tío de Venezuela.

Simón Narciso Díaz Márquez fue una persona excepcional. Sea en su faceta como padre, como amigo, como cantante, como músico, como jefe, como actor, en todos lados ha dejado y fue dejando huella.

Día especial

Vestido con un liquiliqui blanco, acompañado por su esposa Betty de Díaz y su hija Bettsimar Díaz, el tío Simón recibió el Premio del Consejo Directivo que le otorgó la Academia Latina de la Grabación, en honor a sus contribuciones musicales en el campo de la grabación. La ceremonia se celebró en el Hobby Center for the Performing Arts en Houston.


J. V. TORREALBA
101 años con increíble lucidez

Hablar del maestro Juan Vicente Torrealba es hablar de Venezuela. Comenzó en la guitarra con «Concierto en la llanura» y otros clásicos que lo consagraron como el mejor arpista del país. Además a Torrealba se le recordará por «La potra Zaina»

El maestro Juan Vicente Torrealba ha escrito uno de los capítulos más brillantes de la historia de la música venezolana y latinoamericana. Hoy llega a sus 101 años de vida.

Juan Vicente Torrealba, tercer hijo de la unión matrimonial de Santana Torrealba Silva y María Esperanza Pérez, nació en Caracas, el 20 de febrero de 1917, se considera llanero de pura cepa, sus padres lo llevaron de ocho meses para el Hato Banco Largo, situado en el estado Guárico, muy cercano al pueblo de Camaguán, al que considera su pueblo natal. En estos dos lugares pasó toda su juventud, hasta el año de 1948, que se trasladó a la capital, Caracas, a realizar sus sueños, que con el tiempo logró hacer realidad.

Impecable carrera

Su indiscutible talento lo ha llevado a cosechar insigne trayectoria musical, ganándose afecto de todo el que lo conoce. Es reconocido como Patrimonio Musical de Venezuela, y autor de grandes clásicos como “La potra Zaina”, “Concierto en la llanura”, “Esteros de Camaguán”, “Solito con las estrellas”, “Madrugada llanera” y “Sabaneando”, entre muchos otros. En el año 2012 publicó un audiolibro autobiográfico, donde narra sus vivencias llaneras y en 2017 culminó su segunda producción literaria.

Cumple 101 años, con increíble lucidez y así lo deja saber a través de las redes sociales en las cuales se mantiene muy activo, su vida como músico y creador ha sido un verdadero ejemplo por su seriedad, constancia y disciplina, lo cual ha engrandecido el acervo musical de la nación.

Laureado y admirado

En el año 2014 recibió el Grammy Latino. Ese premio es otorgado por votación del Consejo Directivo de la Academia Latina de la Grabación a individuos que han realizado importantes contribuciones en el campo de la grabación durante sus carreras. Por decisión unánime se le otorgó a Juan Vicente Torrealba y por primera vez la academia se trasladó hacia Venezuela.

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