Se presume que dos hombres fueron los que atentaron contra la vida de Freddy Gregorio Álvarez (35), quienes esperaron a que éste se acercara a su parcela para liquidarlo. Tras un forcejeo, los hombres lo neutralizaron y le atinaron un machetazo en el cuello, el cual le creó una herida profunda y se desangró a los pocos minutos. Los malhechores, como de costumbre, escaparon del lugar sin dejar rastros.
La mañana del lunes, un jovencito avistó el cuerpo ensangrentado de un hombre en el sector Carambú, parroquia Tres de Febrero del municipio La Ceiba. El muchacho no titubeó para alertar a los lugareños de lo que había hallado. Consternados y sorprendidos por tal escena, llamaron a las autoridades para que estos procedieran.
Autoridades del municipio custodiaron la escena a esperas de que llegara la comisión del Cicpc para que estos procedieran a colectar las evidencias de interés criminalístico para esclarecer el hecho y dar con los maleantes que le arrebataron la vida a un hombre netamente vinculado con los trabajos de tierra.
Vida personal
Álvarez arribó a Trujillo hace seis años procedente de Carora, estado Lara, donde reside la gran mayoría de su familia, a quienes los visitaba cada mes. En tierras andinas consiguió trabajo y con lo que ganó; ahorró para comprar un terreno y dedicarse de lleno a la agricultura. El occiso no dejó hijos, ni esposa, estaba soltero; aunque tuvo una relación sentimental con una mujer de la zona. El hijo de esta fue el que lo encontró y reconoció de inmediato el lugar donde fue asesinado. Freddy Gregorio tenía diez hermanos, ocho hembras y dos varones, él era uno de los menores.
Parientes
En las afueras de la Unidad de Patología del Hospital “Dr. Pedro Emilio Carrillo” de la ciudad de Valera, aguardaban sus familiares a esperas de la entrega del cuerpo de su ser querido. Álvarez fue remitido de la morgue del Hospital “Dr. José Vasallo Cortez” de Sabana de Mendoza.
“Desconocemos el motivo por el cual lo asesinaron, no sabemos nada. Que sepamos él no recibió amenazas ni era extorsionado, tampoco mantenía relaciones con sujetos peligrosos. Esperamos que la policía haga su trabajo para que este caso no quede impune”, comentó uno de sus hermanos.
Sin antecedentes
Las investigaciones sobre el asesinato de Álvarez están en punto muerto. Funcionarios policiales indagan en las pocas pistas que lograron colectar para tener una base de la cual apoyarse, así como serán imprescindibles los testimonios de posibles testigos de la zona, quienes al menos, pudieron haber visto escapar a los delincuentes. El occiso fue verificado por Siipol y no presentó prontuarios policiales.