Beirut, 30 oct (EFE).- Israel bombardeó extensivamente el Líbano este miércoles, particularmente la histórica ciudad de Baalbek y sus aledaños, en un día en el que Hizbulá, por boca de su nuevo líder Naim Qasem reafirmó que la agrupación está dispuesta a un alto el fuego «con condiciones».
En su primera aparición pública desde que el martes se anunciase su nombramiento como líder del grupo chíi, Qasem, un clérigo septuagenario, afirmó que Hizbulá aún tiene capacidad para seguir enfrentandose con Israel «durante meses», pidió «paciencia» a sus combatientes y a la población del Líbano y vaticinó a los israelíes que si permanecen en el país de los cedros verán «la derrota».
Sin embargo, Qasem, que durante 30 años fue el segundo al mando de la organización tras Hasán Nasrala, asesinado en un bombardeo israelí a finales de septiembre, también aseguró que su grupo está dispuesto a mantener negociaciones «indirectas» con Israel para alcanzar una tregua que ponga fin a más de un año de guerra.
«Si el enemigo decide (acordar) un alto el fuego, diremos que sí, pero con condiciones. La manera será mantener negociaciones indirectas para este fin», indicó el clérigo, que a principios de octubre -cuando ejercía de número dos de Hizbulá- dio su apoyo a unas conversaciones de tregua mediadas por el presidente del Parlamento libanés, Nabih Berri.
En ese mismo discurso, en el que se le vio sereno y flanqueado por las banderas de Hizbulá, el Líbano y un retrato de Nasrala, Qasem afirmó que el grupo chií libanés continuará con «el mismo plan de guerra» contra Israel trazado por su predecesor, que siempre prometió que el grupo cesaría sus ataques contra Israel si se alcanzaba una tregua en Gaza.
«Siempre dijimos que no queremos guerra, pero estamos preparados si se nos ha impuesto y lo haremos con firmeza y triunfaremos, si Dios quiere», insistió Qasem, que afirmó que el único objetivo de Hizbulá «es proteger al Líbano» y «apoyar a Palestina».
En este sentido, reconoció que en más de un año de conflicto, que se agravó exponencialmente en el último mes, Hizbulá «ha pagado el precio por las convicciones de liberación», en referencia a las decenas de muertes de altos cargos de Hizbulá y varios cientos de sus militantes.
Sin embargo, insistió en la «necesidad» de responder del grupo ante la «brutalidad» de Israel en Gaza y en el Líbano.
Bombas israelíes sobre ciudad patrimonio de la humanidad
Y mientras él hablaba, aviones de combate de Israel bombardearon la histórica ciudad de Baalbek – declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO – y otras localidades vecinas en el este del Líbano después de haber ordenado a todos los residentes que abandonaran la zona.
Según la Agencia Nacional de Noticias libanesa (ANN), también fueron atacadas varias poblaciones de la región, ubicada en el este del país y mayoritariamente chií, que no se encontraban en los edictos de evacuación israelíes.
Medios libaneses resaltaron también que esta es la primera vez en la que se ordena el desalojo completo de una ciudad -Baalbek-, antes de proceder a bombardearla en lo que va de conflicto, que de momento se ha saldado con más de 2.700 muertos y más de 1,2 millones de desplazados solo en el Líbano.
El desalojo de la zona fue masivo.
La ciudad de Nabatiye, en el sur del Líbano, fue también objeto de una serie de ataques lanzados por aviones de combate israelíes, que tuvieron como objetivo el barrio de las Monjas, con tres ataques que destruyeron tres edificios residenciales.
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