CIUDAD INTEGRAL (II)
Un tema que marca la diferencia entre desarrollo y estancamiento tiene que ver con lo escribió el nobel de Economía Amartya Sen: la capacidad de tener opciones, la oportunidad de que la gente sienta que tiene un proyecto de vida propio. Y eso implica que no es una fiesta sino, más bien, la conducción de un proceso que nos lleva a una reflexión crítica de nuestros más de 200 años. No solo que tengas cubiertas las necesidades básicas, sino también acceder a la posibilidad de construirte una visión propia de un mundo diferente. Y eso se logra con la cultura: cuando lees un libro que te lleva a imaginar que hay otras historias que se parecen a la tuya; cuando se va a una obra de teatro y sientes que algo se ha movido en tu corazón; cuando al escuchar un instrumento musical notas que algo en tu sangre hace ruido; cuando se ven fotografías añejas y te sientes orgulloso de tu pasado y asombrado por lo que hicieron los antiguos habitantes; cuando miras un paisaje y ves a nuestra gente cantando, bailando y llorando. Eso es cultura y cultura es lo que nos hace humanos. Con la cultura dejamos de ser organismos biológicos para pasar a ser seres pensantes y sensibles. Y cuando una persona piensa y siente, ya mira al otro, a la comunidad, al barrio, a la familia de otra manera; cultura es lo que genera los vínculos más íntimos entre la gente.
Cultura viva
La esencia de cualquier aspecto histórico puede frasearse también en tono de pregunta: ¿Ilusión y proyecto de vida? valeranos ciudadanos como cualquiera de nosotros se hacen esa pregunta, desde la sencillez de sus rutinas diarias y la complejidad del saberse parte de una ciudad en proceso de construcción. Y como dice Alfredo Matheus, la calle habla con sabiduría.
Celebremos la cultura viva, las ganas de emprender nuevos retos y el espíritu de lucha, usemos esas herramientas para vencer nuestras grandes batallas pendientes: la corrupción, la desigualdad y las dificultades cotidianas. Para ella, la meta es una ciudad segura y llena de oportunidades para todos los que a Valera la habitan.
Inculcar lo nuestro
Acostumbrados a investigar el pasado podemos hablar sintiéndonos orgullosos de nuestra identidad cultural.
Tenemos una tradición cultural muy rica que debemos conocer y aprender a valorar, respetar y amar, pero aquí aparecen más responsabilidades.
Debería ser un compromiso de los padres de familia por enseñar e inculcar lo nuestro en todos los hogares. La contraparte optimista, es busca la forma que cada vez más los jóvenes se interesen en investigar, buscar, aprender y conocer sobre nuestra historia y del valerano en general.
Educación, Cultura y Deporte
Cada ciudadano debe enfocarse en las pequeñas acciones, como los granitos de arena que terminarán haciendo una gran fortaleza.
Hay que priorizar en la educación, la cultura y el deporte, ya que la clave para un efectivo cambio es educar la mente, el alma y el cuerpo. Observando el potencial que hay en estos tres escenarios, nos hace pensar que mayor esfuerzo, más dedicación, mejores oportunidades podemos lograr un fututo más luminoso y exitoso.
Después de las clases, es normal que los alumnos vayan en grupo a jugar un partido de fútbol que puede extenderse por horas. Esa facilidad para encontrar áreas en las que se puede practicar deporte y donde todos los grupos terminan siendo hermanos es algo para destacar, teniendo en cuenta el entusiasmo de ver al Trujillanos FC en un plano estelar. Creemos que es una buena razón para festejar que los jóvenes y la ciudad en general hayan redescubierto la ambición deportiva más allá del fútbol. Esperamos que esta pasión iniciada por el renacer de los “Guerreros de la Montaña” se contagie hacia otras disciplinas, pues todas necesitan el apoyo de las masas. Este accionar reúne educación, cultura y deporte.
Con esperanza en los jóvenes
Somos una población que se caracteriza por ver más lo negativo, aunque es necesario hacer un balance.
Si bien la desigualdad y la discriminación son temas pendientes en nuestra sociedad, es luchar por el fortalecimiento participativo. A eso hay que sumar, que las nuevas generaciones han agregado temas a la agenda cotidiana como los derechos de las minorías y la preocupación medioambiental. Se dice que los jóvenes son más individualistas, pero los grandes procesos históricos recientes han dependido de movimientos juveniles y nos recuerda que la población apuesta a la esperanzas de los jóvenes.
La capacidad de soñar
- Pensando en futuro, quisiéramos ver más lugares de exhibición para los cultores y artistas que sudan la gota gorda para promover sus proyectos. Se necesita volver a contar con espaciaos que den cabida a las creaciones de tantos soñadores que trabajan sabiendo lo mucho que cuesta mostrar sus obras. Espacios como los solían haber en épocas no muy lejanas, que puedan moverse, que sean itinerantes, para que las actividades culturales y creativas no se queden en un solo lado y lleguen hasta lo más alejado del municipio, donde también hay una necesidad de cultura. Todo eso es posible porque, por eso, hay que celebrar la capacidad de soñar. Y ese derecho no se le puede quitar a nadie.
Repensar culturalmente a Valera es:
- Construir una visión compartida donde la participación protagónica y solidaría de las comunidades cambie y supere el modelo cultural diseñado por las cúpulas que han mantenido secuestrado el accionar en el campo cultural, imponiendo la des-naturalización, la despersonalización y el ablandamiento de los hacedores culturales, entendiendo que debe producirse un cambio en las masas para que los ciudadanos enfrenten las tergiversaciones y margina tanto al hecho cultural del pueblo como a sus creadores y cultivadores.
- Promover la educación popular como medio para ir construyendo ciudadanos solidarios, justos e igualitarios, motivado su protagonismo en la toma de decisiones sobre el desarrollo de su entorno socio-cultural político y económico, buscando soluciones a los problemas que aquejan a nuestras comunidades.
- Con programas de formación y cooperación proponer la defensa de las artes, la artesanía, la danza y la cultura como representación de la identidad regional, el fomento de estas actividades serán fuente importante de promoción, comercialización y empleo hacia los nuevos horizontes del mejoramiento social.
- Organizar y realizar eventos de formación y capacitación técnica e investigación y organización e impulsar el trabajo cooperativo.
- Creación de un proyecto técnico-económico para desarrollar una cooperativa comercializadora en Trujillo, fortalecida por la actividad municipal en cualquiera de las áreas culturales, y todo ello dirigidas por los propios dirigentes y trabajadores culturales que puedan crear centros relacionados con su ambiente, esta estrategia ha dado buenos resultados en otros estados del país, donde la asistencia estatal no se limita al aspecto financiero y propagandístico sino que abarca los aspectos vinculantes a la organización de la producción, administración tanto a nivel municipal, regional nacional e internacional.
- Por último, para Repensar Culturalmente a Valera hay que impulsar un proyecto de comunicación que tienda a la formación de una red que sirva de información, análisis, y compartimiento de experiencias y capacitación, un ejemplo: Propiciar la creación de una escuela experimental donde se atienda a través de modelos de capacitación el equilibrio cualitativo (educación popular) y cuantitativo (organización gremial y socio-cultural) y la formación de una biblioteca popular y un centro audiovisual, algo por lo que siempre luchó e impulsó Aura Salas Pisani, la gran trasformadora de sueños en realidades.
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Elvins Humberto González
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