SUEÑOS DE ESPERANZA (III)
Elvins Humberto González
Sin duda alguna que, bajo los mejores augurios fue creado el Núcleo Universitario de Trujillo (NUT).
Quienes tuvieron la fortuna de contribuir y conocer de la tenacidad y sacrificio del pueblo trujillano, para conquistar esta preciada reivindicación para la cultura regional hoy deben sentirse orgullosos… El NUT fue creado con el propósito de dar cabida a los contingentes estudiantiles que por disímiles motivos no podían acudir a otras regiones del país a proseguir sus estudios universitarios. En su diseño original se propugnaba la idea que las carreras profesionales a ser creadas tenían que estar vinculadas a las necesidades prioritarias del Estado Trujillo, de forma que, el NUT sirviera de sede para la formación de los cuadros técnicos y científicos que el desarrollo de una región tan atrasada como la nuestra reclamaba.
La iniciativa estudiantil, la génesis
En nuestra entrega anterior hablamos sobre lo que representó el apoyo del pueblo trujillanos para que el Núcleo Universitario de Trujillo y luego NURR se cristalizara y comenzara a edificar la historia que hoy cumple 50 años de creada. Todo un acontecimiento.
Pues bien, en este aparte ampliaremos un poco más de lo que fue a la gran obra en favor de Trujillo en el siglo XX. Enumeraremos un aspecto que nunca se ha mencionado en este historial de cinco décadas del NURR.
Sucede que, antes de la famosa “Hora Cero” que según las reseñas de la época fue el epicentro de aquel gran movimiento en favor de la extensión de la ULA para tierras trujillanas, pero hemos indagados un poco más, y logrados conseguir algunos datos de suma importante para la historia y que termina de enlazar lo que se conoce hasta ahora desde 1971 para acá, pero que antes de esa fecha se produjo un movimiento que encabezaron los estudiantes trujillanos que estudiaban en la ULA Mérida, y quienes viendo lo que hacia los bachilleres del estado Táchira con su asociación de estudiantes, decidieron hacer algo similar en favor de los estudiantes nacido en el estado Trujillo. Esa historia comienza a finales de la década de los años 60.
Para corroborar y verificar esta información, ubicamos al Dr. Eladio Muchacho Unda, protagonista de la historia de aquel movimiento estudiantil que se convirtió en la génesis real, y diera el primer paso en favor de conseguir la extasiando al ULA para ele sestado Trujillo con una voluntaria pero certera iniciativa. El Dr. Eladio fue el primer presidente de dicha Asociación Estudiantes, y nos certifica que, entre 1968 y 1969 se fundó en Mérida la Asociación Trujillana de Estudiantes Universitarios de la ULA. La primera directiva presidida por Eladio Muchacho Unda tan pronto tomó posesión solicitó una audiencia con el Rector Pedro Rincón Gutiérrez, a quien se le informó de la creación de la Asociación y se le solicitó la extensión de la ULA al estado Trujillo con un muy seria y bien definido planteamiento. “El rector nos felicitó por la creación de la ATEU ULA y nos dijo que no podía darnos una respuesta sobre la extensión, pero que atendiendo nuestra solicitud ordenaría la realización de un estudio de factibilidad. El estudio fue ordenado y la directiva de la ATEU ULA estuvo atenta a la realización del estudio”. Eladio Muchacho se graduó en diciembre de 1969 y asumió la presidencia Luis Lobo, luego Simón Azuaje quién entregó a Guillermo Torres que promovió una masiva participación de trujillanos en respaldo a la extensión de la ULA al estado Trujillo.
De esa manera, comenzó a caminar la historia sobre la solicitud de la extensión ULA en Trujillo. La ATEU ULA abrió las puertas para cristalizar un sueño que se vio realizado cuando en 1971 luego de una serie de trasmites, informes, proyectos y acuerdos se oficializa el visto bueno por las autoridades de al ULA en favor de la extensión de la universidad para Trujillo. Así se inició todo, un aporto de mucho importancia y significación ya que antes de ese intento de los integrantes de la ATEU ULA no se había realizado ningún tipo de movimiento concreto y oficial en favor de la extensión. Un punto desconocido y no reflejado en la historia que nos han contado durante 50 años.
Otros de los logros de aquellos años por parte de la ATEU fue que, “En el año 1969 la ATEU ULA solicitó la impresión en los talleres gráficos universitarios del tomo segundo de Anales de Valera de Alberto La Riva Vale, lo que fue aprobado. El libro circuló con prólogo del Padre Juan de Dios Andrade en febrero de 1970”, apunta el Eladio Muchacho Unda.
La “Hora Cero” y otros movimientos
Ese apoyo de los trujillanos por conquistar la extensión de la ULA no se detuvo, los intentos fueron varios, unos no consiguieron los propósitos, pero el ánimo no decayó. Seria mediado de años 1970 cuando se incrementó esa lucha unitaria del colectivo regional.
El Núcleo Universitario «Rafael Rangel», fue conquistado el 27 de julio de 1971, con la famosa- «HORA CERO». La población trujillana se volcó a la calle en una gran caravana automovilística, que contó con la valiosa participación de mil personas y cien vehículos, que se movilizaron a la ciudad emeritense, para hacer realidad la Universidad para Trujillo, y que un grupo de trujillanos entre los que se encontraban: Juan Evangelista Rosario, Andrés Lomelli Rosario, Humberto González Albano, Manuel Andará Olivar, Sabino Braschi y Víctor Valera Martínez, entre otros como: Prisco Briceño Barreto, Mireya Mendoza, Juan Rojas Pacheco, Alí Toro Sánchez, Emilio González Borjas, Albes Pachano Rivera, Juan Ramón Fernández, Luis Mendoza Montani, Víctor Briceño, Marcos Rubén Carrillo, Dalia Raga, Maldonado Parllli, Regulo Briceño, Rafael Antonio Gil Marín (chofer de la línea Cuatrianienaria quien perdiera la vida el 27 de julio de 1.971, al regresar de Mérida, en la caravana, cuando la “Hora Cero», en el sector «La Flecha”. También se recuerda nombres como los de: Jesús Antonio Barreto, Pepe D´ Albenzio, Arturo Luis Barroeta, Humberto González Albano, los periodista Juan Medina, Gilberto Obando, Luis González, Guillermo Montilla, así como: Pedro Cegarra, José Asunción Briceño, José Godoy Graterol, José de Jesús Cooz, Luis Bastidas y otros tantos, según relatos de Pablo Caldero, Cronista de la Parroquia Chiquinquirá.
En las postrimerías del siglo XX y lo que va del tercer milenio, el NURR, se debe considerar una extraordinaria obra.
El Núcleo Universitario «Rafael Rangel», comenzó a funcionar el 23 de junio de 1.972, en la antigua sede, en Carmona.
Aquella “Hora Cero” seria determínate en la conquistas y objetivos finales, según viejas crónicas de Alí Medina Machado y Albes Pachano Riveros, los antecedentes de ese logro y creación definitiva del Nurr se remontan a la época de 1971, al principio esa lucha se efectuaron entre Trujillo y Valera, pero muy aisladas y no consiguió en un principio no se concretó nada… Será en una segunda intentona cuando se efectúa una reunión en la Casa Sindical de Bella Vista en Valera, donde se presentarían unas 300 personas, cuando esa unión por la extensión tomó mayor fuerza. En esa ocasión el profesor Albes Pachano solicitó un “Hora Cero” a través de una protesta en la cual intervinieron todas las fuerzas vivas del Estado, fue un paro simbólico que demostró la unión por un objetivo específico y fundamental, lo que marcó un hito en ese proceso.
«Creo que nunca haya habido una lucha, una campaña tan unitaria, tan hermanada, como la que se dio en el Estado para conseguir la Universidad, era increíble el fervor, el entusiasmo y la concurrencia de la gente de distinta clase y profesiones que asistía a las reuniones y convocatorias para tratar de conseguir la Universidad; y esa fue la razón por la que se logró el Núcleo Universitario de Trujillo. Porque las autoridades universitarias se dieron cuenta que era una necesidad sentida de toda la comunidad. Al retornar de la ciudad de Mérida, se iniciaron de inmediato las gestiones en la búsqueda de la sede, tiempo después que el Consejo Universitario de la ULA solicitara al Consejo Nacional de Universidades la creación del Núcleo Universitario de Trujillo, el 23 de septiembre de 1971. Llegó el día. El 23 de junio de 1972, por decisión del Consejo Universitario de la Universidad de Los Andes, se oficializa la creación del Núcleo Universitario Trujillo. Hecho que cobró fuerza y relevancia cuando el 24 de julio de ese mismo año dicha instancia universitaria anuncia oficialmente este Decreto, en el Centro de Historia del estado Trujillo. Ironías de la historia donde una vez se firmara el Decreto de Guerra a Muerte, se da un Decreto de vida universitaria. Una vez asignada la sede y cumplidos los pasos reglamentarios universitarios, el (Coordinador General del NUT, Dr. Antonio Luis Cárdenas, quien dirigía la Facultad de Ciencias en la ULA-Mérida, comienza el ejercicio de sus funciones, para poner en marcha a la Universidad” (Albes Pachano Riveros, DLA 2022).
Para 1971, dos recintos estaban vacantes: el Colegio Francisco De Vitoria, en el sector Las Araujas, y la Congregación del Colegio Santa Ana de las Monjas, en Carmona. Para ese año, se decretó la creación del Ciclo Básico «Ramón Ignacio Méndez», al cual se asignó la primera edificación, mientras que la segunda, para la instalación dl NUT, según datos del profesor Alí Medina Machado.
En el año 1972 ingresaron los primeros estudiantes a la Universidad para formarse en las carreras de Educación, Básico de Economía y Ciclo Básico de Ingeniería.
Desde entonces, el Núcleo Universitario «Rafael Rangel», se ha establecido en Trujillo, con un gran sentido de pertenecía y arraigo, por lo cual no podemos dejar de mencionar la participación trascendental del movimiento estudiantil y fuerzas vivas, que ha pasado por diferentes fases desde su nacimiento en donde toda la población del Estado el cual se volcó en favor de su reiniciación académica.
La mudanza la Prado
Otra fuerte y cacareada lucha en la historia del Nurr fue, lograr contar con una edificación digna y acorde con el crecimiento de la institución universitaria recién creada.
Es así como para 1976 se inicia ese camino con un proyecto en los terrenos de la “Hacienda El Prado”, el cual en un principio se llamó Ciudad Universitaria y luego Villa Universitaria.
Esos terrenos había sido comprados en el año 1975, donde el Ejecutivo del Estado Trujillo comienza levantar tres años después, la primera etapa (Los Módulos) del Proyecto de Ciudad Universitaria, presentado por la Facultad de Arquitectura de la ULA en 1977 a través de su Rector, Pedro Rincón Gutiérrez.
Decía el profesor Jorge Linares, que el cambio había sido total de 360 grados. Que el frío clima de la mañana y los atardeceres de Carmona quedó para el disfrute de unos pocos. Contrario al ambiente al cual estaban acostumbrados, la comunidad universitaria debió adaptarse a unas nuevas condiciones. El calor y el radiante sol en aquellos «galpones» eran tan agradables. No obstante, por iniciativa de docente y estudiantes, el ambiente logró humanizarse con la siembra de grama y árboles.
La Villa
Nuevamente se produce un cambio brusco para bien. El 29 de noviembre de 1986 las autoridades inauguran las instalaciones de la Villa Universitaria, conformadas por edificaciones de cuatro niveles, incluyendo la planta baja; amplios salones, laboratorios adecuados con los requerimientos, pasillos espaciosos, oficinas para la distribución de las oficinas administrativas y de gerencia.
Tales planos implicaban el diseño de una ciudad universitaria (que no «villa» en rigor) a desarrollarse en El Prado en una perspectiva de veinte años. Se preveían allí la estructura del ciclo inicial, del ciclo profesional, laboratorios, biblioteca, aula magna, canchas, etc. Se trataba de un proyecto ambicioso cuya característica principal consistía en dar lugar a unas instalaciones que no fueran a resultar caducas al cabo de un cierto número de años. Pero en un principio el proyecto se abortó, se inició la construcción bajo otros parámetros.
Cupo a la gobernadora Dora Maldonado de Falcón, en gesto honroso que la decencia obliga a reconocer, y rehabilitar el proyecto de la Facultad de Arquitectura y construir, al lado de aquéllos, unas edificaciones dignas que configuraron la primera etapa de una futura ciudad universitaria.
Y tal gesto no fue en vano porque, bajo la advocación de la Ley de Planta Física aprobada por el gobierno nacional, las administraciones locales decidieron continuar el levantamiento de las instalaciones universitarias bajo la referencia del mencionado proyecto (llamado, con justa razón, «Plan Maestro de la Facultad de Arquitectura»). Esta continuidad es lo que da razón de las edificaciones finales.
Aquel noviembre de 1986
Sería el 29 de noviembre de 1986, la fecha de Entrega y Ocupación de la Obra Villa Universitaria “Rafael Rangel” para el NURR. Según relato del ex Vicerrector Henry Montilla Perdomo, el hecho representó un ejemplo de continuidad administrativa de los diversos gobiernos que participaron en su ejecución, ya que efectivamente su diseño y construcción fueron realizados en el lapso de tres periodos constitucionales en lo Nacional y Regional. “Un Convenio Tripartito (MINDUR-Gobernación de Trujillo y Universidad de Los Andes) coordinó las distintas etapas en la construcción de esta planta física. Con la incorporación de la Villa se demostró la existencia de una conducta racional en la asignación de recursos financieros para programas prioritarios en Educación Superior en Venezuela. La incorporación de las edificaciones de la Villa Universitaria contribuyó a crear una situación más adecuada en materia de espacio físico, lo que permitió al NURR seguir cumpliendo sus objetivos institucionales con la existencia de mejores alternativas para sus planes de desarrollo institucional.”
El Vicerrectorado, en la persona del Prof. Henry Montilla P., y en la búsqueda de un modelo de funcionamiento similar al de una Universidad en desarrollo, empezó a ejecutar una planificación del uso integral del espacio académico en Carmona, los Módulos y la Villa Universitaria. “Igualmente presentó ante la Gobernación del Estado Trujillo la argumentación documentada donde se demostró que el NURR había producido un patrimonio sobre el edificio de Carmona, lo cual encontró el acuerdo de la Gobernación en la persona del Prof. Eliazar González quien reconoció formalmente la existencia de ese Patrimonio Universitario” expresa el profesor Montilla Perdomo.
La Villa Universitaria fue puesta en funcionamiento por parte del entonces Presidente de la Republica, Jaime Lusinchi, el Rector Pedro Rincón Gutiérrez, el Gobernador Eleazar Gonzáles y el Vicerrector Henry Montilla Perdomo.