Así como fue poeta, ejerció el periodismo como profesión, paseándose por todos los géneros de la literatura. Es uno de los grandes referentes de la literatura trujillana y de Venezuela. Con mucha tenacidad y al mismo tiempo calidez y sencillez, dibujó con su escritura el entorno de su lar. Historia de Vida y Diario de Los Andes le recuerda al cumplirse 15 años de su viaje eterno.
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Por: Elvins Humberto González
El hombre que deslumbró con su poesía, narrativa, crónicas con una fina escritura en: Visión de Trujillo, el de Tierra y hombres mágicos, el de Los Cuicas y sus herederos poéticos, el del Canto al Lago de Maracaibo, el de su novela Paula y el del fenomenal libro Viaje por la poesía venezolana y el orbitar universal, entre tantos, se marchaba cuando su corazón se detuvo a causa de una arritmia cardíaca.
Nos atrevemos a decir, sin temor a una equivocación, que el poeta nacido en Escuque, pero adoptado por Valera como uno de sus hijos predilectos, tuvo que haberse marchado feliz, jubiloso por lo que dio a su tierra durante 73 años de vida, debió cruzar la frontera al reino celestial, lleno de satisfacción por el legado que había dejado a los trujillanos, a su familia y amigos con su obra excepcional, rica en contenido, llena de fábulas, de poesía exquisita, de sentimiento y nostalgia.
Antonio Pérez Carmona siempre estuvo rodeado de afecto, de amor de una familia a la cual levantó e inculcó toda su pasión literaria, sus apegos por el arte, la cultura y el periodismo, todas esas cualidades intelectuales las cosechó en sus retoños, jubiloso y feliz pudo junto a ellos disfrutar de una excelente cosecha, de frutos dulces, de amor y de paz.
De profundo intelecto
La solidez intelectual de APC fue profunda, se perdía de vista. Un hombre estudioso de las letras y del derecho, por los cuales entró a las aulas universitarias tanto en Caracas como en España, pero sus objetivos eran otros. El amor por su patria, lo hacen virar a otro rumbo. La poesía, los libros, los cuentos y la narrativa esperaban por él.
Como gran conocedor del mundo literario y de la poesía universal, se caracterizó por ser muy certero, su intelecto no daba concesiones de ningún tipo.
Quienes tuvimos la oportunidad de conocerle, de compartir con él muchas conversaciones, quienes laboramos e intercambiamos ideas en la sala de redacción de Diario de Los Andes y fuera de ella, percibimos del poeta Pérez Carmona muchas de su enseñanzas, de sus historias sobre el Trujillo del pasado, fue un hombre de suma preocupación y cuidadoso por la narrativa y crónica local, por la historia y acontecimientos de su región, de sus pueblos y de su gente. Cuando han trascurrido 15 años de su viaje eterno, le seguimos recordando con cada uno de sus artículos, análisis políticos y sociales, reportajes sobre la región, historias, cuentos y por supuesto su elegante y hermosa poesía. Su legado quedó plasmado en cada letra, en cada palabra con la cual engalanó sus obras literarias. Vigentes cada día.
Poesía y literatura
Desde muy joven se interesó por la lectura la cual le abrió paso a la poesía y literatura. Entre las obras más importantes que ha dejado el poeta Antonio Pérez Carmona figuran, entre otras: Visión de Trujillo (crónicas, 1971), Los cuicas y sus herederos poéticos (ensayos, 1979), Hombres y tierra mágica (cuento, 1982), De la nostalgia (poesía, 1983), Paula (novela, 1986), Aquel Escuque heroico y florido (crónicas, 1991), Cambises (novela, 1998), La bella niña de ese lugar (novela, 2000), Chávez (crónica, 2003), Viaje por la poesía venezolana y el orbitar universal (ensayo, 2004). Asimismo, destaca la obra poética De la guerra y la ternura, con la cual Pérez Carmona se hizo acreedor de Certamen Mayor de las Artes y las Letras, capítulo literatura, en 2005.
Raíz de su pueblo
El poeta había nacido en el caserío la Media Luna del municipio Escuque, un 8 de junio de 1934, conformó la gran cofradía de grandes artesanos culturales como: Ramón Palomares, David Alizo, Eloísa Torres, Salvador Valero, Antonio José Fernández, EL Hombre del Anillo, entre otros más. Por eso, seres como Antonio Pérez Carmona, tan profundamente adentrados en la raíz de su pueblo. Por ser un hombre preocupado por el quehacer cultural de Trujillo, su legado no ha de descuidarse; todo lo contrario, debe estimularse más su obra, con acciones que contribuyan al crecimiento en lo individual y colectivo de nuestras ciudades.
Es hora de volver a valorizar con justicia, lo que mucho de los hijos de esta tierra hicieron por ella, en pro del patrimonio cultural de la región y del país. Honores para usted poeta.
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