Hermanas de Santa Ana en Valera: Congregación de fe, amor, bondad y humanidad para la ciudad

Valera, vivida, leída, escuchada y soñada (52)

 

La Madre María Rafols, cofundadora de esta Congregación radicada en 29 países

La historia de la Congregación de la Caridad Hermanas de Santa Ana en Venezuela comienza en 1801. Un grupo de Inmigrantes que fueron expulsados de Santo Domingo, parte hacia Centroamérica y una tempestad los envía hacia la ciudad de Maracaibo. Uno de los inmigrantes estaba enfermo de lepra. Esta se propaga. La situación llega a los extremos en 1820. Todo el que sufre de la lepra era  expulsado de Maracaibo junto a su familia. A gritos se clama por la fundación de un Lazareto. Se instala en la Isla del Burro, hoy conocida como la Isla de Providencia. En 1828 Simón Bolívar decretó la fundación del Leprocomio y en 1831 comienza a funcionar con cinco enfermos.

Los familiares atienden como pueden a los leprosos. Sin ninguna técnica. En 1876 se forma una junta de señoras que lleva el nombre de «Sociedad Protectora del Lazareto» con la idea de auxiliar a quienes están atacados por el mal. En 1880 el Gobernador del Estado Zulia, Bernardo Tineo, hombre progresista, de nobles sentimientos constituye una junta que dirige y administra el Lazareto.

Así comienza la historia en Venezuela de las Hermanas de la Candad. Ya que nadie quería atender a los enfermos y don Ángel Urdaneta le pide a su primo Amenodoro Urdaneta que vivía en España, le encomienda la difícil misión de traer a las Hermanas de la Caridad que quieran cuidar a los enfermos. En Zaragoza, en la Congregación de Santa Ana, la Hermana Superiora, Martina Balaguer acepta la proposición aun cuando sabe que las religiosas se van a exponer, van a correr riesgos. La cosa no es tan fácil porque el Arzobispo de Zaragoza, Cardenal Benavides tiene sus reservas temiendo por las Hermanas. Interviene el director de la Academia Mariana, Don Domingo Lamolla, va a Madrid, contrariado pero lleno de fe y se entrevista con la hermana Candelaria Marmuyed, de Santa Ana, Superiora de la Casa de Salud de Madrid. Hace volver a Lapolla a Zaragoza para que vuelva a hablar de nuevo con el Cardenal e insiste en el planteamiento agregándole que la madre superiora será la primera en formar parte de la expedición a Maracaibo.

El Cardenal daría el visto bueno y 25 religiosas dicen adiós a Zaragoza entre ellas la Madre Candelaria que es nombrada como Madre Superiora para Venezuela. El 18 de septiembre de 1890 llegan al Lago de Maracaibo. Es decir, que han pasado 129 años de esa hazaña. Así comienza la Congregación de Santa Ana a hacerse sentir en Venezuela, con su entrada por la Isla de la Providencia.

Para 1928 la Congregación de la Caridad Hermanas de Santa Ana se instalan en Valera, funcionado a un lado del antiguo Hospital Nuestra Señora de La Paz en la calle 10

Según la historia,  las principales familias atendieron con sumo agrado la iniciativa y, en vista de los buenos resultados, solicitaron una clase de labores para las niñas que salían de párvulos hasta que llegase el tiempo de llevarlas a un internado, ya que en Valera solo había escuelas federales que, aun siendo buenas, nunca respondían por completo a las exigencias de ciertas clases sociales. La Congregación había comprado por un precio muy asequible un terreno muy cerca del Hospital, y en vista del buen resultado que había tenido la escuela se levantó un chalet en el que se establecieron diversas clases. El primer curso acogió ciento diez alumnos. Los días festivos acudían sesenta niños al catecismo dominical. Los primeros exámenes fueron presididos por las altas autoridades de Valera que quedaron sumamente complacidos y felicitaron efusivamente a las Hermanas. En 1930 se amplió el edificio para abrir un internado con todos los avances pedagógicos, con amplias dependencias con moderno estilo, grandes patios y hermoso jardín. Desde el primer momento estuvo inscrito y sometido al Programa federal, siendo muchas las alumnas que obtuvieron el certificado de instrucción elemental y superior con calificaciones muy altas. El 13 de enero de 1958 se abre una escuela gratuita denominada “María Sorrosal, que dependía del Colegio Madre Rafols. En 1974, esta Escuela pasó al nuevo edificio en el sector Morón. En esta fecha se creó una comunidad independiente.

La educación ha sido una de las grandes prioridades de las Hermanas de Santa Ana.

 

María Rafols, La Fundadora

 

La Congregación de Hermanas de la Caridad de Santa Ana fue fundada el 28 de diciembre de 1804, en el Hospital de Nuestra Señora de Gracia de Zaragoza (España) por el Padre Juan Bonal, sacerdote diocesano, y la Madre María Rafols, voluntaria en el Hospital de la Santa Cruz de Barcelona (España), del que el P. Juan era Vicario.

Ellos legaron como una manera de amar y de servir a Dios y a los hermanos con el mayor cuidado, con todo detalle, con todo amor.

María Rafols es considerada la pionera en España de la Vida Religiosa apostólica femenina, es fundadora, junto con el P. Juan Bonal, de las Hermanas de la Caridad de Santa Ana.

María Rafols es una estrella más en esa constelación de mujeres fuertes, urgidas por el amor a Dios y a sus preferidos, los más pobres y necesitados de la sociedad, que aparece y brilla en ese siglo XIX español, tan convulso y agitado por enfrentamientos y odios.

 

Su amor por Valera

 

La historia de amor y bondad de las Hermanas de Santa Ana con la ciudad de Valera data de 1923 con la escuela de las monjas de Santa Ana, que luego paso a ser, “María Rafols”, pero  mejor conocido como  «Madre Rafols», tiene una larga trayectoria. El 10 de abril de 1928, se fundó esta Comunidad.  Así se lo dice la reseña oficial de la Congregación: el inicio, era una escuelita de párvulos que se instaló en una quinta contigua al Hospital Nuestra Señora de La Paz, donde trabajaban las Hermanas para que, una de ellas, en los tiempos que le era posible, atendiera la Escuela.

En Valera son fundadoras del Colegio Madre Rafols y María Sorrosal

 

EJERCICIO

DE LA CARIDAD

La Congregación está formada por 1.792 Hermanas que, en 29 países y desde 241 Comunidades, quieren ser en la Iglesia y en el mundo, signo visible del Reino, mediante el ejercicio de la Caridad y el anuncio del Evangelio.

 

 

Repensar a

Valera es…

 

SABER qué… En 1976 se cede la Escuela al Gobierno y se crea el Centro Apostólico Santa Ana. El día 1 de diciembre se unifican las Comunidades de Valera. Las Hermanas de María Sorrosal se fusionan con la Comunidad de Madre Rafols, quedando una sola Comunidad con dos Misiones diferentes.

 

 

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