El ex alcalde valerano (2000-2008), Alí Quintero, afirmó que el desarrollo de una ciudad depende mucho de su desarrollo vial, de su conectividad interna y externa. A propósito del aniversario 199 de la también conocida como ciudad de las Siete Colinas, el ex mandatario local insistió que un buen regalo para el municipio sería darle continuidad a los proyectos viales inconclusos.
“Nosotros en nuestra gestión nos propusimos desarrollar varios proyectos viales, y no solo los impulsamos, algunos logramos avanzarlos (…) la Avenida Bicentenaria es uno de esos proyectos, lamentablemente no nos dio tiempo de conectarla con el centro de la ciudad, para tener mejor acceso fundamentalmente al Hospital Central (…) La Avenida Bolivariana iba a ser conectada con el sector El Milagro, la Perimetral Este que iba desde Carmania hasta Makroval con salida al Eje Vial, buscaba evitarle el tránsito pesado a otras vías de la ciudad, porque esto les genera elevados niveles de deterioro (…) La Avenida El Cementerio se amplió, pero la idea era conectarla con la Avenida Bolívar. Ya habíamos conversado con mucha gente para comprarles sus casas y poder desarrollar este tramo vial, y queríamos ampliar el puente Los Bambues, al igual que El Puente del Río, para tener una mejor entrada desde el Aeropuerto”.
En su intervención en el programa @ConAlexanderig que transmite @Activafm y @Tvandes , Quintero dijo que intentó conseguir financiamiento internacional a través del Banco Mundial y del Banco Interamericano para el Desarrollo, para invertirlos en temas como mejoramiento del transporte público, ornato y vialidad, pero lamentablemente eso dependía de la aprobación del Ejecutivo Nacional y el Parlamento Nacional, y estas instancias del poder público nacional nunca han visto con buenos ojos a esos organismos financieros internacionales.
Al ser consultado sobre si aspiraría nuevamente al poder público municipal, comentó: “no está en mis planes, pero tampoco lo descarto”. Además dijo que la situación de desidia que arropa al Valera, es común con la situación de indolencia que golpea a todas las ciudades del país, pero que con voluntad política, siempre se pueden superar.