Hasta Bs. 50 millones cobran por una urna

Para descansar en paz hay que ser millonario.

 A la tragedia por la desaparición física de un ser querido se le une el lamento ante los altos costos de la urna, el servicio velatorio y el lugar en el camposanto. En el estado Trujillo las carpinterías han incrementado su importancia, puesto que son las únicas que ofrecen el producto a más bajo costo, cuando tienen la materia prima necesaria

A todas las personas les llega el momento de la muerte, donde se va a reposar en un cajón de madera hasta quedar hechos polvo a tres metros bajo tierra, pero morirse no es nada sencillo para los dolientes, puesto que además de la tragedia por la partida física de un familiar, el lamento se agudiza ante los costos que se incrementan constantemente, desde lo más básico: el ataúd.

Partiendo de lo más básico, el cajón, ataúd o urna, una pieza de madera o derivados, puede llegar a costar Bs. 50 millones en el estado Trujillo, razón por la cual, hay graves dificultades entre los hogares de esta tierra cuando confrontan la muerte. El poder adquisitivo no permite  cubrir esa eventualidad, la escasez de dinero en efectivo no permite ni en un mes, retirar esa cantidad de una agencia bancaria y los costos cambian constantemente.

Y ante la muerte, todos los procesos tienen los minutos contados por la descomposición del cadáver; si se trata de fallecimiento hospitalario o los conocidos como muerte natural por enfermedad, vejez y otros padecimientos, en cierta forma, los dolientes ya tienen una “preparación” y la mayoría adelanta los trámites por concepto funerario y demás.

Trágica

Pero cuando la muerte es trágica: por asesinato, hechos viales, ahogamiento, electrocución, caídas, suicidios y otros, el tiempo parece que corre más rápido ante los procesos legales engorrosos, convirtiéndose en un trajín para los afectados que obligatoriamente les hace pensar en sumas millonarias de dinero empezando por el traslado del cuerpo desde la morgue.

Siete empresas funerarias consultadas en los municipios Valera, San Rafael de Carvajal y Sucre hicieron referencia de sus ajustes en el costo del ataúd básico, el más buscado por los clientes ante el bajo precio. La cifra oscila entre Bs. 16.500.000,oo y Bs. 50.000.000,oo. La variante tiene varios aspectos a considerar como tipo de material, calidad de acabados y detalles, además de lugar de fabricación y transporte.

Materiales

Para la fabricación de urnas se necesita básicamente: madera, MDF o algún derivado como cartón piedra, láminas de metal, bisagras, pegamento, tinte para madera, además de clavos, grapas, telas para el ornamento y acolchado interior, así como detalles en madera o metal para agarraderos y cubierta del ataúd, cristal si lo requiere, pero básicamente esos son los materiales.

Gran parte de los prestadores de servicios funerarios trujillanos, adquirían las urnas de diversos modelos en fábricas del ramo en el estado Lara, pero la situación cambió los últimos cinco años debido a la escasez de materiales que limitó a los fabricantes y la crisis del transporte se convirtió en otro agravante, por lo cual al menos cincuenta por ciento de los funerarios apostó por las carpinterías y emprendedores regionales.

Cincuenta por cierto de las empresas apostaron por carpinterías regionales.

La fábrica en el municipio Valera parroquia San Luis ofrece el menor precio por ataúd básico, un cajón de madera barnizado, con tapa y todos los requerimientos mínimos en Bs. 16.500.000,oo mientras que el costo más elevado es de Bs. 50 millones en una casa funeraria, para clientes no afiliados. Entre tanto el ataúd ostentoso, recubierto de detalles y ornamentos por donde quiera que se observa, puede alcanzar la cifra de Bs. 250.000,000,oo.

Tales cifras no se corresponden con el ingreso de la mayoría de familias venezolanas, por lo cual el sufrimiento se incrementa ante los costos de lo más básico necesario para descansar en paz, como la urna. Hasta el momento no existe regulación de precios que se cumpla y constantemente se incrementan sin que se pueda hacer algo al respecto.


Testigos

En el municipio Valera se fabrican urnas, es la opción más económica Fotos: Web

De las vivencias en el trabajo reporteril de sucesos en DLA los últimos cuatro años, en tres oportunidades hemos sido testigos de la cruda realidad por la que atraviesan las familias, al no tener el dinero suficiente para costear una urna. Dos veces grupos familiares debieron utilizar bolsas para cubrir el cuerpo y colocar al  difunto en un guacal y así los condujeron a su última morada. El otro caso conocido fue en el municipio Boconó donde un hombre elaboró con trozos de madera de los árboles, la urna para su hijo muerto

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