Es una verdadera tragedia cotidiana la que se vive a lo largo y ancho del estado Táchira, donde en comunidades como Madre Juana, en San Cristóbal, tienen más de seis meses sin recibir gas doméstico y no pueden cocinar con electricidad porque esta falla por días completos.
Usar leña es la medida que han adoptado algunos de los habitantes de este barrio de la capital del Táchira, pero también es costosa y ciudadanas como Crisleida Guerrero aseguran que no puede comprarla porque la pensión que recibe no le alcanza, “tampoco tengo para comprarme una cocina eléctrica porque son muy caras, yo sufro de la tensión y cada rato se me sube con este problema. A cargo mío están mis bisnietos y yo soy una persona mayor y no puedo, mi nieta sale a trabajar para traernos lo de mantenernos, pero a veces no hay cómo dar de comer a los niños“.
Jesús Martínez, dice que la gota que rebasó el vaso fue, que tras seis meses de espera por el gas doméstico una comunicación les hizo saber que debían entregar los cilindros de gas para llevarlos hasta la región capital del país, Guatire hasta una planta de llenado para poder surtirlos, pero nadie se hace responsable si se pierden las bombonas, por lo que no pueden aceptar una propuesta tan desconsiderada.
Exigen les vendan el combustible en Táchira, como corresponde.
Además, la propuesta de llevar los cilindros hasta Guatire les exige costos muy altos, porque deben pagar el transporte hasta ese lugar, los viáticos y hasta el hotel de los chóferes que movilizarán las bombonas, sostiene Martínez.
Dolores Vázquez es una anciana que conmovió a los presentes, ella dice que debe hacer el desayuno, el almuerzo y la cena con leña porque tiene seis meses sin recibir suministro de gas, en una ocasión aparecieron unas personas que le ayudarían con el trámite de una bombona pero aprovechándose de su necesidad le robaron el cilindro.
Asegura que la situación es insostenible y que sienten que no pueden con tanto, “Yo tengo mis nietos y muchas veces tenemos para comer sólo agua panela cruda. Ya no podemos más. Cómo es posible que nos tengan en estas condiciones en el Táchira. Nosotros somos muy pacíficos”, señaló la anciana aguantando el llanto.
Casi sin visión está Ligia Mogollón, quien no puede soportar el humo del fogón, “Me puse a cocinar con leña y me enfermé mas de la visión.
Yo perdí este ojo y en el otro perdí 85% de la visión, no puedo cocinar con leña y la electricidad se va hasta por dos días seguidos como pasó la semana pasada”.
Mogollón tiene 71 años de edad y narra angustiada que en varios momentos ha tenido que acostarse sin comer, “Mi hijo cuando puede me trae comida, pero él está en la misma situación que yo, sin gas. Cómo es posible que uno tenga que estar ruegue y ruegue por el gas“.