Halloween, brujas y el ‘Malleus Maleficarum’ | Por: Ernesto Rodríguez

El pasado 31 de octubre de 2020, como todos los años, se celebró el Halloween o ‘noche de brujas’, y mujeres bellísimas del mundo del espectáculo como Bella Thorne (nac. 1997) y Kendall Jenner (nac. 1995) y muchas otras, se disfrazaron de brujas, algunas con un disfraz muy provocativo y sensual. Lo que quizá no saben esas muchachas es que si esa gracia la hubieran hecho en la Europa del siglo XV lo hubieran pagado muy caro. En efecto, se calcula que desde finales del siglo XV hasta principios del siglo XVIII más de 200.000 mujeres, hombres y niños fueron quemados en la hoguera acusados de ejercer brujería (1).

Una obra muy documentada sobre la persecución a las brujas es la del autor británico Rossell Hope Robbins (1912-1990) titulada: ‘Enciclopedia de la Brujería y la Demonología’ (1959) que es muy utilizada por el eminente autor estadounidense Richard Zacks (nac. 1955) en su obra: ‘Una Educación Clandestina’ (1997).  

El Papa italiano Inocente VIII (1432-1492) que fue Papa desde 1484 hasta su muerte, emitió una Bula en fecha 5/12/1484 que condenaba la brujería como una herejía en toda Europa. Para los juicios encomendó a los inquisidores Jacob Sprenger (1435-1495) nacido en Suiza, y a Heinrich Kramer (aprox. 1430-1505), nacido en Alsacia, que elaboraran un manual y en 1486 publicaron su conocido ‘Malleus Maleficarum’ (Martillo de las Brujas). El autor germano-estadounidense Paul Carus (1852-1919) fue filósofo y estudioso de las religiones y en el año 1900 publicó su conocida obra: ‘La Historia del Diablo y la Idea del Mal’ muy documentada. Entonces es ilustrativo citar textualmente cómo era el interrogatorio en uno de esos juicios: “El Martillo de las Brujas recomienda comenzar el juicio de la mujer sospechosa con la pregunta ‘Si la persona enjuiciada cree o no cree en la brujería’. Se agrega la observación ‘Recuérdese que las brujas por lo general responden negativamente a la pregunta’. Si el culpable responde negando, entonces el inquisidor continúa: ‘Muy bien, entonces siempre que las brujas son quemadas en la hoguera son condenadas siendo inocentes’. Una negación de la brujería aseguraba de inmediato la condena de la persona acusada, porque el Martillo de las Brujas declara: ‘La mayor herejía es no creer en brujería’. No obstante, si la persona enjuiciada respondía afirmativamente, entonces la torturaban para que confesara todo lo que sabía sobre brujería y si había aprendido y practicado el arte negro. Si la persona acusada decía que no sabía nada sobre brujería eso no la ayudaba en nada, porque rehusarse a confesar se consideraba un crimen con el nombre ‘maleficium taciturnitatis’. No había escape posible” (2). Richard Zacks refiere que el Malleus Maleficarum recomendaba rasurar completamente el vello de todo el cuerpo de la mujer acusada: “La razón para esto es la misma que desnudarla completamente (…) porque para preservar su poder de mantenerse calladas las brujas tienen la costumbre de esconder objetos supersticiosos en sus ropas o en su pelo, aún en las partes más íntimas y secretas de su cuerpo. Se suponía que tales ‘objetos supersticiosos’ para hechizar, eran hechos con polvos de cuerpos achicharrados de niños que nunca fueron bautizados, y que les permitía a las brujas soportar las torturas permaneciendo en silencio” (3). Otro aspecto de las torturas, es que cuando las mujeres acusadas eran jóvenes y bonitas, se les obligaba a contar detalladamente cómo eran sus relaciones sexuales con Satanás que tenía un pene trifurcado, de manera que simultáneamente hacía coito, penetración anal y relación oro-genital (4).

El Papa Juan Pablo II (1920-2005) que fue Papa desde 1978 hasta 2005, tuvo un gesto muy valiente y honesto cuando el 16 de junio de 2004 pidió perdón por los horrores de la Inquisición. En realidad el Cristianismo verdadero representó una gran revolución ética en la historia de la humanidad porque predicaba el amor al prójimo y la compasión y consideraba que todas las personas son iguales. Por eso no tenía nada que ver con esa sarta de disparates y monstruosidades de la Inquisición. NOTAS: (1) Pag. 321 en Richard Zacks (1997) ‘An Underground Education’. Anchor Books (2) Pags. 322-323 en Paul Carus (1996, 1900) ‘The History of the Devil and the Idea of Evil’. Gramercy Books. (3) Pags. 322-323 en Richard Zacks Op.Cit. (4) Pag. 324 en Richard Zacks Op.Cit.

(ernestorodri49@gmail.com)

 

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