Amarrado, amordazado y en avanzada descomposición, fue encontrado en horas del mediodía de este miércoles, el cadáver del conocido profesional del derecho William Novoa Acevedo, en el interior de su bufete ubicado en la carrera 19 entre calles 8 y 9 de Barrio Obrero, hasta donde acudieron las autoridades policiales, que presumen el robo como móvil.
Vecinos del referido sector manifestaron que desde el pasado domingo no veían al doctor Novoa y que alarmados por los malos olores que salían de su oficina, optaron por notificar a la policía, por lo que poco después se presentó al lugar una comisión de la Dirección de Inteligencia de PoliTáchira y al verificar, determinaron que efectivamente en el lugar se encontraba persona sin signos vitales, que por las características del caso pudiera tratarse de reconocido jurista.
Explicaron los vecinos que en el lugar donde ocurrieron los hechos, además del bufete de Novoa Acevedo, funciona el Centro de Asesoramiento y Capacitación Empresarial NAVACEN, de la cual el fallecido era su director. Así mismo fue el conductor del programa Análisis Jurídico, que trasmitía la Televisora Regional del Táchira TRT, donde su inesperada muerte causó consternación.
Directivos del canal manifestaron al periodista que en lo que va de semana no había sido posible comunicarse con el doctor William Novoa, porque no contestaba el teléfono, ni respondía mensajes y que estaban extrañados por su ausencia, pues no había acudido al canal como solía hacerlo casi a diario, pues a pesar que su programa era transmitido los días domingo a las siete de la noche, durante semana abordaba temas de interés jurídico y social en el espacio Viva la Mañana.
Los vecinos lo describieron como una persona jovial y alegre que gozaba de respeto y estimación por parte de miembros de la comunidad y que a pesar de tener residencia en el sector El Mirador, solía quedarse en su oficina de Barrio Obrero y comentó que se había visto obligado a hacerlo por causa de problemas de gasolina y el transporte.
Por eso al no verlo por espacio de varios días, vecinos y amigos se acercaron al bufete, a mirar por las ventanas y el olor nauseabundo les advirtió que algo malo había ocurrido y optaron por llamar a la policía.
Correspondió a los funcionarios de la División Contra Homicidios del Cicpc Táchira, que comanda el inspector jefe Emerson Carrero, ir para asumir las investigaciones y nada mas lograron entrar, se percataron de la situación irregular, no solo por la descomposición que había en el ambiente, sino por el desorden encontrado desde el mismo momento que ingresaron al inmueble.
En la sala de espera, contigua a la oficina del abogado y profesor universitario, se pudo observar un gran desorden. En el piso se encontraron con cajas vacías, de electrodomésticos y equipos de oficina y electrónicos. En el espacio vecino, en la oficina el panorama no era diferente. Todo había sido revisado. Los detectives encontraron el cadáver del abogado que vestía pantalón marrón y camisa roja. Atado, amordazado y en avanzado estado de descomposición. Se evidenció que la muerte ocurrió por estrangulamiento.
Varias horas permanecieron los investigadores y expertos de laboratorio del Cicpc en el lugar realizando experticias y tratando de obtener evidencias y detalles de interés criminalístico, mientras en la calle los vecinos, consternados esperaban conocer detalles sobre la trágica muerte del doctor Novoa Acevedo.
Durante el tiempo que estuvieron los investigadores en el lugar, se les vio salir varias veces del local, transportando objetos en sus manos, para ser entregados en al Laboratorio de Criminalística y Microanálisis para experticias. Ni una palabra, dijeron los detectives, pero se les vio sacar al menos dos vasos y una botella, lo que podría ser un indicativo que la victima consumió licor con el sujeto o los sujetos que le quitaron la vida. De allí surge la hipótesis, que podría tratarse de personas conocidas y de confianza.
Al final, los funcionarios de la División Contra Homicidios procedieron a retirar el cadáver, que fue subido a una unidad identificada con las siglas CICPC y la leyenda “Eje de Homicidios”. Sería trasladado directamente a la morgue del Cementerio Municipal de San Cristóbal dado el estado de deterioro que presentaba. Se estima la data de muerte en tres días. Se presume que pudo haber ocurrido en horas de la noche del pasado domingo y esto deberá ser determinado por los integrantes del grupo de expertos forenses que deberá practicar la autopsia.
De momento, se pudo saber, no existe nada concreto sobre el caso. Las investigaciones apenas si se están iniciando y se trabaja en el entorno social y laboral de la víctima, partiendo de la premisa que los homicidas son personas conocidas. Es tan solo una hipótesis inicial. El Cicpc quedó con las llaves de la casa donde ocurrieron los hechos, a los efectos de poder seguir trabajando en lo que se conoce como “la escena del crimen”, y evitar el ingreso de personas, que puedan de alguna manera, alterar o contaminar el sitio del suceso.