Hacia los 204 años de Valera. Es única en toda la bolita del mundo/ Por Alfredo Matheus

Sentido de Historia

 

 

La primera sociedad civil que conoció nuestra comarca nació en 1871, con el nombre de “Amantes del progreso”, se destacó por las múltiples actividades que desarrolló en beneficio de la cultura y acciones por una Valera más humana. En 1877, se constituye la organización “Piadosa de fomento”, dirigida por el padre Víctor Añez, se dedicó a la lucha por el empedrado de las calles, la reparación de la iglesia y lograr la instalación de faroles para el alumbrado público.

Organizaron la famosa “fiesta de la concordia” en la hacienda “La Plata” de la familia Maya, entre tragos, para alegrar el espíritu y un suculento sarao, los trujillanos de diversas posiciones políticas se reencontraron en un ameno compartir para fortalecer la sana convivencia y la armonía ciudadana, ante tanta división y enfrentamientos que desangraban nuestra región para ese momento.

 

Italianos no se quedan atrás

 

El 25 de julio de 1876, la colonia italiana radicada en nuestra ciudad comienza a desarrollar actividades culturales que terminaban con cantos y buen vino. En 1881, constituyen la Sociedad «Fratelianza Italiana”, ayudando en la formación de la primera banda musical que conoció la comarca, dirigida por Juan María Spinetti. En 1880, es creada la Sociedad “Hijas de María”, organizaban llamativas veladas culturales donde sobresalían los recitales poéticos a la luz de la luna, igualmente organizaban acciones para recaudar fondos dirigidos a ayudar a los valeranos con mayores necesidades económicas y carencias de alimentos. Para no quedarse por fuera como la guayabera, los maracaiberos residentes en Valera, fundaron la Sociedad “Virgen de la Chinita” en 1889, para celebrar por todo lo alto las fiestas a la Chiquinquirá.

 

Y sigue la fiesta

 

En 1886, toma vida la asociación “Amenas veladas” que sobresalió por las sabrosas actividades culturales que organizaba donde se distinguían los encuentros musicales, literarios, poéticos y canto con los mejores artistas de la época. En 1889 viene al mundo de los vivos la agrupación “Sociedad Amantes del Progreso”, programando significativas actividades “por una mejor Valera”.

En 1890, es creado “Gimnasio Intelectual”, especialmente para discutir y comentar todo lo relacionado al desarrollo de las ciencias. En 1894, Venezuela por fin respira paz y tranquilidad gracias a que el zaperoco de las guerras había bajado en confrontación; un grupo de valeranos se dan a la tarea de constituir “El Club del Comercio de Valera”, fue un club que dejó gran huella cultural, inaugurando la mejor biblioteca que Valera conociera hasta ese momento.

Finalmente, en la década de los años 50, comienzan los primeros intentos para darle vida al Ateneo de Valera, convirtiéndose tiempo después en un referente cultural para toda Venezuela por la hermosa siembra creadora que inició la educadora Aura Salas Pisani y décadas después por la educadora Marlene Briceño.

 

La cultura tiene amigos a montón

 

… Y nació la Federación de Centros Culturales del Edo. Trujillo, un 12 de febrero de 1980. Una rica experiencia de participación comunitaria donde intervienen promotores culturales, artistas populares, artesanos, agrupaciones artísticas. Había un maravilloso encuentro de saberes que se transformó en un importante aporte cultural a Venezuela, el proceso se construía con “la gente y para la gente” desde diversas comunidades trujillanas.

Fue una experiencia donde se facilitaba al trabajador cultural herramientas metodológicas en la búsqueda de desarrollar una actividad social de mayor eficacia y alcance…Formación y capacitación en procesos de autogestión comunitaria, en compartir la crítica y la autocritica. Se revalorizan los conocimientos de la gente común con el más grande respeto…

Antes se trabajaba “a la buena de Dios”, la Federación de Centros Culturales, comienza a dar su aporte con la asociación cultural “Churuata” en la formación y capacitación del trabajador de la cultura. Se interactuaba con especialistas de la academia y los saberes de las comunidades en un rico interactuar que nos fortaleció como pueblo creador.

 

De Valera para Venezuela

 

A través de la FCC y Churuata, nos vinculamos a experiencias culturales de diversos pueblos venezolanos.
El gran éxito de participación cultural en la rica experiencia que vivió la Federación de Centros Culturales, lo debemos a: se construyó un proceso social “con la gente”, y no como ocurre normalmente, que se programa, se planifica desde una oficina dejando por fuera a los protagonistas principales del quehacer cultural.

Aprendimos a escuchar “el alma cultural de los pueblos”; así fue como pasamos de “lo mío a lo de todos”, “al yo estoy por el vos estás”… Aprendimos a escucharnos en una sociedad que solamente “oye”. El escuchar nos facilita el encuentro con el otro, nos sensibiliza, nos hace más respetuosos, construimos eso que llaman “empatía” (ponernos en los zapatos de las demás personas).

 

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