Han transcurrido sesenta y nueve años, desde que dos Jeep Willys, techo de lona, conducidos por Abdón Carrero y Silvino Ramírez, atravesaron las montañas de los pueblos del sur merideños, llegando, el 14 de marzo de 1954, a la parroquia Canaguá, capital del municipio Arzobispo Chacón del estado Mérida, dirigida para entonces por el presbítero José Eustorgio Rivas, oriundo de Aricagua y quien fungía para el entonces como párroco de la iglesia Nuestra Señora del Carmen, de esa localidad, y a quien los incrédulos llamaron “loco” al dudar se lograra el arribo de aquellos vehículos de motor.
A la hazaña, lograda a pico y pala, se sumaron hombres y mujeres de la zona, decididos a recibir aquellas máquinas que representaban el progreso para la región, abriendo camino desde Santa Cruz de Mora en el municipio Pinto Salinas, para conectar la vía al sector San Isidro, pasando por el páramo Las Nieves, llegando a la parroquia El Molino, luego a Las Mesas y posteriormente a Canaguá.
Para celebrar aquella fecha, la alcaldía realizó una Sesión Solemne, donde el orador de orden fue Jesús María Díaz, expresidente de la Cámara Municipal, y uno de los protagonistas de aquella fecha. También recibió distinción Honor al Mérito por su labor histórica el escritor William García.
Durante los actos protocolares, que incluyeron la ofrenda floral ante el monumento del Libertador en la Plaza Bolívar, Misa en Acción de Gracias y la Sesión Solemne, el alcalde Omar Fernández, estuvo acompañado por las autoridades municipales, Reinas de las Fiestas y Ferias de Canaguá y gran cantidad de ciudadanos.
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