Hace 64 años de la gloria del gran Ricardo Salas

En México se gestó una de las grandes hazañas del deporte venezolano, cinco campeones mundiales en el boxeo aficionado, el primero de ellos, el de Valera, Ricardo Antonio “Cano” Salas.

De izquierda a derecha, el entrenador Pedro Cuggia y los boxeadores Fidel Odreman, Enrique Tovar, Carlos “Morocho” Hernández, Félix Liendo, Ricardo Salas y Armando Blanco, la Selección del “Cinturón de Diamantes”.

Este 9 de agosto de 2022 se cumplen 64 años de una de las hazañas más importantes en la historia del deporte trujillano, la coronación del trujillano Ricardo Salas como campeón mundial obteniendo el “Cinturón de Diamantes” en la ciudad de México.

Ese 9 de agosto de 1958 el equipo de Venezuela lograría una de las actuaciones más memorables del boxeo venezolano, por cosas de la vida, pocos la resaltan, fue el inicio al camino del éxito a nivel mundial de varios boxeadores y presentar ante el mundo la calidad de los boxeadores del país, y ahí estuvo un trujillano, ahí estuvo Ricardo Antonio Salas.

La pelea de la cartelera

La cartelera del día en La Arena Coliseo de Ciudad de México en México sería escenario de cinco peleas por el título mundial, el famoso “Cinturón de Diamantes” y la primera pelea de la jornada para Venezuela colocaba en el peso Gallo al orgullo del sector El Bolo ante el rival de casa e invicto Ray Barceló al que venció por decisión tras tres duros rounds.

Una pelea de puro corazón y que con la calidad de Ricardo fue ganada muy inteligentemente, el trujillano era un estilista y un experto del llamado “boxeo olímpico” ante un mexicano que lo que buscaba era fuerza, un golpe y llevarlo a la lona, algo que no ocurrió por la destreza del trujillano.

El primer round, entrando y saliendo y con mucha velocidad terminó siendo para el de Trujillo, algo que se mantuvo en un segundo round donde Barceló cayó a lona pero sin conteo, pero sufrió en demasía un derechazo del “Cano”.

En el tercer y último round el mexicano tuvo sus mejores segundos en la recta final del mismo, unos 40 segundos donde castigó a un Ricardo ya extenuado, la campana sostuvo al trujillano en una victoria que nunca se dudó y que fue ratificada por los jueces. Ricardo Salas se convertía en el primer Campeón Mundial de boxeo aficionado para Venezuela. Un día donde cuatro venezolanos más lograron la hazaña, Carlos “Morocho” Hernández ante el australiano Walter Taylor; Félix Liendo contra el mexicano José Luis Cruz; Enrique Tovar sobre otro de casa, José Gómez; y Fidel Odremán ante el también mexicano Raúl Díaz.

Marcos Pérez Jiménez recibió a los venezolanos, con orgullo un trujillano, cuarto de derecha a izquierda.

Una pelea que pudo no ser

La vida en el deporte te deja muchas marcas, te regala momentos extraordinarios, te los quita también, y por supuesto te abre y te cierra puertas para diferentes caminos. Ricardo Salas en un día lo vivió todo.

Un médico mexicano antes de la pelea le descubre la lesión en su ojo derecho, una lesión que lo retiró prematuramente de lo que debió ser una carrera espectacular en el profesional. El galeno ante la situación, la algarabía que había en un repleto Coliseo y ante las ganas de Ricardo que solo le pidió “Eso queda entre tu y yo, usted sabe lo que yo tengo” según el Libro Corazón de Diamante de Fernando Bravo.

Así comenzó un día en el que el de Valera se montaría su “Cinturón de Diamantes”. Un valor único, un torneo ganado pese a su situación en el ojo derecho.

Ricardo Salas comenzó su andadura a la supremacía venciendo en su primera pelea al norteamericano Charles Brach, y en la segunda refriega derrota nada más y nada menos que al campeón olímpico, el australiano John Taylor y llegaba a su final soñada. Ambas por decisión.

Un ídolo desde “La Gallera”

Ricardo Antonio Salas se convirtió en uno de los grandes ídolos del deporte trujillano, su hazaña es impresionante, una época de romanticismo donde el “Cano” da sus primeros pasos en uno de los tantos sitios conocidos como “La Gallera” (habían varios y no fijos para la época) se habla de uno en la Calle 8 de Valera o en el Cambomboro de Lazo de La Vega o Las Delicias, eran terrenos, donde se hacía deporte, incluso por los lados de la Torre Unión de hoy mirando hacia la Plaza San Pedro donde se jugaba béisbol, lo que se conoció como el campo del INOS donde Ricardo Salas también jugó (buen segunda base), le gustaba la pelota al igual que el boxeo, tanto así, que por muchos años mantuvo que su lesión había sido un pelotazo pero en definitiva fue en una pelea con Rafael Padrino, el mejor gallo de Venezuela en ese momento pero una enfermedad lo apartaba y le daba al trono al de Trujillo. Desde esa pelea y más los golpes que ya había recibido su lesión empeoró.

Un trono para Ricardo que no fue nada fácil, el centralismo quiso imponer al “Gago” Balza y luego a Simón Ospino, nacía el llamado “Gallo de Oro” Jesús Salvador Henriquez y el propio Padrino.

Su humildad y falta de soporte económico no le impidieron llegar a ser campeón nacional, lo logró en par de oportunidades y tuvo la confianza plena del entrenador de la Selección Nacional Pedro Cuggia que siempre confió en Ricardo, incluso cayendo en el preseleccionado.

Francisco Graterol Vargas en una entrevista con la leyenda trujillana.

Los Guantes de Perón en El Milagro

Ricardo Salas obtuvo su primer título nacional en 1956 en el estado Aragua y al año siguiente y teniendo el apoyo de su público en el estadio Olímpico de Valera del Barrio El Milagro se consagra ante su gente, uno de los días más espectaculares que se han vivido en el hoy coso “Mario Urdaneta Araujo”. Triunfo ante el “Gago” Balza y la obtención de un par de guantes que se le daba al campeón de parte del representante del presidente Marcos Pérez Jiménez, el exiliado mandatario argentino Juan Domingo Perón.

Entre las Hazañas de la Valera Bicentenaria

Los “Hechos y Hazañas” de la Valera Bicentenaria tiene que tener en cuenta y para la posteridad lo hecho por este valerano, por este trujillano Ricardo Salas, quien soñó en el Madison Scuare Garden de Nueva York, tuvo como mentor al inolvidable Wilmer Urdaneta y que ha tenido una de las historias más fantásticas del deporte trujillano.

Su récord terminó con 108 peleas, 104 victorias (se leen fácil) y las derrotas ante Rafael Padrino, dos veces ante Jesús Henríquez y otra ante Simón Ospino que para muchos fue un robo. Un historial impresionante para un hombre que debe perdurar en el recuerdo por siempre del deporte del estado Trujillo. Al igual que su hermano Eloy “El Hueso” que tuvo al “Morocho” Hernández en una bonita época, pero eso es otra historia. Hoy celebramos su proeza a sus 64 años de haberlo logrado. ¡Grande Ricardo! Que Dios te tenga en sus Santa Gloria.

Guillermo Bracamonte, Emerson Ferrini y Ricardo Salas previo a los Judenatru’96 en 1995.

El Dato

El 13 de abril de 1936 nació en el Sector El Bolo Ricardo Antonio Salas. A sus 22 años logró la gloria en tierras mexicanas.

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Frank Graterol

@frangraestudiodeportivo

 

 

 

 

 

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