Eduardo Viloria/DLA.- A mediados de la semana pasada las aguas de la quebrada Vichú, volvieron a arremeter contra viviendas y sembradíos del Kilómetro 23, la capital de la parroquia Junín, del municipio Sucre, localidad ubicada a orillas de la vía que conduce a la Ceiba.
Hubo el alerta general, por la zona estuvieron los señores de Protección Civil y Bomberos de Sucre, los que siempre concurren cuando hay una emergencia, sin embargo su labor se limita a levantar informes de los daños, pero no llevan ninguna ayuda, como tampoco parece que sus informes no llegaran al lugar que debe resolver la problemática, pues el gobierno tanto local como regional y nacional, no se dan por enterados del desastre que han causado las aguas crecidas de Vichú.
Fue lo que nos dijo Pedro Daboín, a quien le preocupa la situación que se ha presentado, pues hasta los momentos todavía hay viviendas inundadas, con mucho barro y todo lo que arrastra una crecida o aguas pluviales que se convierten en río, como ha venido sucediendo en esta localidad, siendo los sectores más afectadas El Horcón y 27 de Abril, donde muchos vecinos se han visto en la necesidad de ir a dormir en otras viviendas de amigos o familiares, pues en sus casas no se puede entrar, por el barro y agua que tienen dentro las casas que han venido habitando.
Lamentable que haya un gobierno que no se preocupe de nosotros, que atienda esta emergencia, no levantando informes y tomando fotos, sino prestar la ayuda a la diversidad de necesidades que se acentúan el núcleo familiar, en estos tiempos de crisis y pandemia.
Hay viviendas que tienen ya para seis días inundadas, dijo Pedro Daboín, no teniendo adonde concurrir para que les den el auxilia que necesitan.
Prioridad
Pedro Daboín ha venido denunciando en el presente año, época de lluvias, los daños que causa la Vichú, donde las crecidas han sido varias, planteando con carácter de urgencia canalizar el lecho de la quebrada, esto para evitar una tragedia en los núcleos familiares afectados, causada por las aguas, mansas en verano, pero peligrosa en invierno.
Aquí no hemos recibido ni la visita del alcalde, al cual le importa muy poco la suerte del 23, menos de la Gobernación, y del Gobierno Nacional, ni se diga, se añade a esto que nosotros no tenemos ni diputado regional ni nacional, y si los hay, estos han dado muestras de no existir, o de no importarles la problemática de los habitantes que llaman a que voten por ellos, políticos que cuando llegan a las curules ni se acuerdan de los que votaron por ellos, como le está sucediendo a nuestra gente, la de la parroquia Junín, dijo Pedro Daboín.
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