Habitantes de El Silencio cohabitan con las aguas negras

El mal olor evidencia el estado de impureza del agua que corre, la misma que cuando llueve se desborda, inunda las ranchos y llega hasta la avenida Santa Bárbara en la entrada de Valera

Desde hace más de 22 años cerca de 30 familias habitan en el callejón El Silencio de Cima Paraíso, una comunidad olvidada y poco advertida en lo alto de la entrada de la ciudad de Valera, cuya carretera en el portal de escasos metros de concreto invitan a los más curiosos a preguntarse a dónde va a dar.

Los residentes de El Silencio, que con los años ha llevado a superar las 50 familias, literalmente coexisten con el paso de agua de un riachuelo por donde bajan las aguas negras de Las Lomas y el barrio Hugo Chávez.

El mal olor evidencia el estado de impureza del agua que corre, la misma que cuando llueve se desborda, inunda las casas y llega hasta la avenida Santa Bárbara al norte de la «Ciudad de las Siete Colinas.

Habitantes del sector aseguran que el lugar, en donde abundan los ranchos de latas y adolecen por la falta de agua potable y gas doméstico, las moscas y zancudos encuentran un lugar propicio para reproducirse. Claman por el embaulamiento de las aguas servidas o en su defecto la reubicación del lugar de residencia.


YoerliViloria

yoerliviloriaduque@gmail.com

Gráficas: Alexander «Chaparro» Viloria

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