Naciones Unidas, 27 ago (EFE).- El secretario general de la ONU, António Guterres, dijo hoy, a través de su portavoz, que su puerta está abierta de par en par para una reunión con el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, durante la Asamblea General de las Naciones Unidas que se celebrará este septiembre.
«La puerta del Secretario General está abierta de par en par para cada jefe de Estado que llegue. Y cada año que el primer ministro (Netanyahu) ha venido a Nueva York, se ha reunido con el Secretario General. No tengo motivos para creer que no habrá una reunión», dijo este martes el portavoz del secretaría general, Stéphane Dujarric.
Preguntado sobre el significado que tendría que no se celebrara esa reunión de Netanhayu con Guterres -quien lleva meses mostrándose muy crítico con el asedio del Estado judío a la Franja de Gaza posterior al ataque de Hamás del 7 de octubre- Dujarric se limitó a contestar que «no sería un reflejo de lo que sucedió en el pasado».
Este mes, el nuevo embajador de Israel ante Naciones Unidas, Danny Danon, protagonizó un tenso encuentro con Guterres, después de que el representante hebreo cargara contra la organización en su discurso de presentación de credenciales.
“Espero que la ONU presente la claridad moral necesaria para hacer frente a los males que enfrentamos (Israel). Me comprometo a representar a mi país, a mostrar la verdadera cara de Israel y a hacer retroceder las mentiras y la hipocresía con las que desgraciadamente tenemos que lidiar aquí, en este edificio”, dijo Dannon en presencia de Guterres.
A lo que el secretario general respondió que para la ONU es “extremadamente importante tener una relación objetiva con Israel”.
Israel ha llegado a pedir, por boca incluso de su ministro de Exteriores, la dimisión de Guterres, a quien acusa de parcialidad antiisraelí, sobre todo después de que el secretario general afirmase el pasado 25 de octubre ante el Consejo de Seguridad que los ataques de Hamás «no venían de la nada, sino de 57 años de ocupación» de tierras palestinas por parte de Israel.
Para Israel, aquello significó una justificación del ataque de Hamás del 7 de octubre, y en consecuencia ese mismo día su ministro de Exteriores, Israel Katz, anuló una entrevista que tenía programada con Guterres en la sede de la ONU.
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