on poco entusiasmo, los guatemaltecos acuden este domingo a las urnas para elegir presidente en un balotaje entre la socialdemócrata Sandra Torres y el conservador Alejandro Giammattei, cuyo ganador tendrá el desafío de enfrentar la pobreza y la violencia que disparan la migración.
Giammattei, favorito en las encuestas, y Torres disputan la segunda vuelta luego de que en los comicios de junio ninguno alcanzara el 50% más uno de los votos.
El ganador sustituirá en enero por un periodo de cuatro años al actual mandatario, Jimmy Morales. En Guatemala no hay reelección.
Vestido con una camiseta de la selección de fútbol, Morales votó hacia el mediodía y recomendó a los candidatos priorizar tres temas: reducir la migración irregular hacia Estados Unidos, mejorar la educación y combatir la desnutrición crónica en niños menores de 5 años, que afecta al 46% de infantes.
Momentos después y casi en simultáneo, pero en lugares distintos, votaron los dos aspirantes, quienes se mostraron victoriosos e invitaron a la población a acudir a las urnas, mientras reiteraron sus ofrecimientos de combatir el desempleo, mejorar la salud y la educación, así como combatir la corrupción y la violencia.
Pero los centros de votación muestran una escasa asistencia, en un ambiente nublado y bajo amenaza de lluvia.
La pobreza afecta al 59% de los 17,7 millones de guatemaltecos y la violencia deja unos 4.500 muertos anualmente, siendo los principales factores que motivan la migración.
Ambos políticos han evitado profundizar sobre el acuerdo firmado a fines de julio por el gobierno con Estados Unidos para convertir a Guatemala en “tercer país seguro”, lo que implica recibir a migrantes que tenían el objetivo de pedir asilo en el país norteamericano.
Este acuerdo sacudió la recta final de la campaña y generó múltiples críticas y acciones legales, principalmente basadas en el elevado índice de pobreza y la falta de infraestructura.
– Andar “sin miedo” –
A cuentagotas, los votantes llegan a las dos escuelas del poblado maya de Sumpango (oeste) habilitadas para votar. “Todo lo que anhelamos es que el próximo presidente acabe con la delincuencia, que uno pueda andar en lugares públicos sin miedo”, dijo a la AFP Edgar Chiquitó, un técnico de elevadores de 43 años.
El hombre fue uno de los primeros en votar y lo hizo aprovechando que salió a correr con su perro “Chato”.
“Lo único que yo espero es que la presidenta o presidente que quede es que cuando ya esté sentado allí (en la presidencia) no se olvide de la gente”, señaló indignada otra de la votantes que prefirió no dar su nombre.
Con su pequeño hijo cargado en la espalda, la joven mujer ataviada con su colorido traje regional indígena pidió específicamente mejores centros de salud.
Los votantes coinciden en reclamar a los candidatos seguridad y empleo para reducir la violencia y la pobreza.