Miami, 27 abr (EFE).- El opositor venezolano Juan Guaidó, quien de 2019 a 2022 fue reconocido como presidente interino de su país por más de 50 Gobiernos, llamó este jueves a la comunidad internacional a apoyar con «acciones», no solo con «comunicados», el regreso de Venezuela a la democracia.
Guaidó habló en Miami ante un nutrido grupo de medios estadounidenses dos días después de haber tenido que dejar Colombia con destino a EE.UU. debido, según dijo, a las «amenazas de deportación» que le hizo el canciller colombiano, Álvaro Leyva, al que llamó «mentiroso» en varias ocasiones.
También subrayó varias veces que lo que busca es «protección», pero «no para Juan Guaidó, que también la necesita», sino para todos los que resisten o están a merced de la «dictadura de Nicolás Maduro» dentro de Venezuela y para los millones que se fueron del país.
Así mismo, busca «apoyo» para que las próximas elecciones en Venezuela no sean «como las de 2018 ni como la últimas en Nicaragua», un país junto con Cuba mencionado varias veces durante la rueda de prensa.
EL MEJOR CANDIDATO OPOSITOR ES LA UNIDAD
En este punto defendió la necesidad de un cronograma electoral acorde con lo pautado, que el Gobierno no interfiera en las primarias y que sean «competitivas», esto último para señalar que no se pueden poner trabas a los que quieren ser candidatos, incluidos los inhabilitados.
A una pregunta de si él quiere ser candidato a las primarias, respondió: «Hoy lo soy».
Pero, a su juicio, «el mejor candidato de la oposición es la unidad», algo en lo que, reconoció, hay que trabajar.
También consideró «fundamental» que se garantice el voto de los venezolanos del exterior.
Guaidó contó algunos detalles no conocidos de su salida de Venezuela, que tenía prohibida por una orden judicial, y de cómo llegó a Bogotá por carretera después de que por «amenazas» no pudiera tomar un vuelo desde Cucutá a la capital colombiana.
«Es el único pasaje que yo tenía comprado», subrayó para negar que tuviera uno para viajar desde Bogotá a Miami como han dicho las autoridades colombianas.
Viajó a EE.UU. con un pasaporte venezolano vencido y con ayuda de la embajada de ese país en Bogotá, según dijo antes de indicar que en Colombia existe una normativa que admite como válidos esos documentos de Venezuela hasta cinco años después de su expiración.
EL PRÓXIMO OBJETIVO ES WASHINGTON
También dijo que quiere regresar a Venezuela cuando tenga «seguridad» para hacerlo, pero, antes de eso, la semana próxima sostendrá en Washington reuniones con miembros del Congreso.
Su objetivo es tener contactos con la Administración del presidente Joe Biden, pero no mencionó nada en concreto.
Respecto a la política de Biden hacia Venezuela, destacó como positivo que uno de los portavoces de la Casa Blanca haya afirmado que EE.UU. necesita ver «pasos concretos por parte del régimen de Maduro para que cumpla sus compromisos de negociar de buena fe y ayudar a la transición a la democracia».
A juicio del expresidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, las sanciones son «herramientas» necesarias, como lo es la Corte Penal Internacional, que procesó a Maduro por violaciones de los derechos humanos.
Y se quejó de que la Carta Democrática Interamericana sea hoy por hoy «poesía».
«Las sanciones no dependen de nosotros los venezolanos, pero las necesitamos», porque «no se puede depender de la buena fe de Maduro», para liberar a los presos políticos, hacer elecciones libres y recuperar los derechos y libertades.
En cuanto al diálogo entre el Gobierno y la oposición en México, actualmente interrumpido, dijo que «cualquier iniciativa que ayude a un solución pacífica en Venezuela» es buena en principio.
A una pregunta de EFE, respondió que no está «solo» en esta empresa que asume cuatro años y tres meses después de haber llegado a la Presidencia «interina» de Venezuela, siendo presidente entonces de la Asamblea Nacional y después de que una parte de la comunidad internacional no reconociera la legitimidad de las elecciones de 2018.
En Bogotá -señaló- tenía acordadas reuniones con representantes de Francia, Canadá y EE.UU., y en Miami se siente «abrazado, protegido y bien recibido», aunque siente preocupación por su mujer, sus dos hijas y su equipo de trabajo, que están «amenazados».
Antes de contestar a las preguntas en la rueda de prensa, Guaidó hizo una declaración en la que dos veces afirmó que «no hay razón política ni humana para que una dictadura pueda secuestrar a una persona».