Tokio, 31 jul (EFE).- Guadalajara, una ciudad de 85.000 habitantes ubicada 62 km al noreste de Madrid, cuenta las horas que faltan para que dos ilustres vecinas se fajen por las medallas de triple salto en los Juegos de Tokio: la venezolana Yulimar Rojas, campeona mundial, y la gallega Ana Peleteiro, campeona de Europa.
Todos sus éxitos, nacionales e internacionales, se han fraguado, con música de fondo de reguetón y salsa, en las pistas de atletismo Fuente de la Niña, el campamento base del grupo de atletas dirigidos por el cubano Iván Pedroso, campeón olímpico en Sydney 2000, cuatro veces campeón mundial al aire libre y otras cinco en pista cubierta, siempre en salto de longitud.
El viernes, primera día del atletismo en los Juegos, Yulimar y Ana volvieron a verse, pero esta vez como rivales para competir en busca de un puesto entre las doce mejores, las que aspiran a las medallas del triple salto.
La capital alcarreña se convirtió, hace ahora 33 años, en el lugar de residencia y trabajo del equipo cubano de atletismo. Por esa pista pasaron a diario grandes mitos del atletismo cubano y universal como el propio Pedroso o el saltador de altura Javier Sotomayor, todavía plusmarquista mundial.
Vivían en Guadalajara medio año, y desde aquí se dispersaban por toda Europa para competir en los mítines más prestigiosos y regresar después «a casa», a la residencia alcarreña cercana a las pistas que les hacía un precio especial.
Pedroso estableció relaciones familiares en la ciudad -aquí nació su hija- y, una vez que colgó las zapatillas de clavos, se estableció en ella con carácter permanente. Aprovechó su sabiduría atlética para formar un grupo de entrenamiento que ha ido creciendo hasta producir campeonas mundiales, como Yulimar, y de Europa, como Peleteiro.
La campeona de España, que sueña con ser medallista en Tokio, sus primeros Juegos, sabe que entrenar junto a Yulimar Rojas le exige «ser muy fuerte de cabeza» y venirse «arriba en los días malos» para intentar superarlos y «sacar un buen entrenamiento a pesar del momento y las circunstancias».
Peleteiro destaca «el buen ambiente» y el «compañerismo» que impera en el grupo de entrenamiento. «Nadie es de aquí; todos somos de fuera, aunque yo sea gallega y esté cerca de mi casa, también estoy lejos de mi familia y mis compañeros aún más. Unos son de Venezuela, otros de Cuba, otros de Brasil, otros de Portugal. Por lo tanto, es superimportante tener esa estabilidad a la hora de trabajar para que te ayude a mejorar tu rendimiento y que los entrenamientos y las competiciones se lleven muchísimo mejor y que nos sintamos más fuertes como equipo».
En 2018, con motivo del 30 aniversario de la instalación del equipo cubano en Guadalajara, se celebró una reunión atlética en la que Juan Miguel Echavarría, la nueva joya del atletismo cubano, adornó con un salto de 8,37 metros. Su objetivo, el título olímpico y el récord mundial de Mike Powell (8,95), conseguido en 1991 en el estadio Nacional de Tokio que, remodelado, acoge ahora los Juegos.
Durante aquel acto, Alberto Juantorena, campeón olímpico de 400 y 800 en Montreal’76, dio las gracias al entonces alcalde de Guadalajara, Antonio Román: «Gracias por aguantarnos durante treinta años, gracias a la capital europea del deporte», dijo.
Pedroso, el director del grupo, ya es un vecino más de Guadalajara, integrado en su sociedad, y como hijo adoptivo ilustre recibe los honores correspondientes. Hace dos años fue galardonado con el XXVII Premio ‘Su peso en miel de la Alcarria’ que otorga el Ayuntamiento de Peñalver a personalidades relevantes.
El paraíso cubano-alcarreño se ha difundido ya por todo el mundo y Guadalajara se ha convertido en campo de entrenamiento para equipos de muchos países. Con motivo de los Mundiales de Londres 2017 fueron seis los que prepararon su asalto a las medallas en las instalaciones deportivas de la capital alcarreña.
Además de los españoles, por allí han pasado atletas de Canadá, Cuba, Venezuela, Ecuador, Portugal y República Dominicana.
El presidente de la Federación Española, Raúl Chapado, resaltó, en una de sus visitas, «las condiciones idóneas de Guadalajara», tales como la comunicación y las instalaciones. «Es una ciudad pequeña, tranquila, que ama el atletismo y que ha organizado grandes eventos atléticos».
José Antonio Diego