El pasado jueves 11 de abril se llevó a cabo la presentación del libro “Construyendo frontera” de la Fundación Juntos Se Puede y la Hanns Seidel Stiftung, el cual contiene una serie de propuestas planteadas por seis sectores de la sociedad civil, cuya intención es lograr “Una Sola Frontera” que logre romper las barreras para conseguir ser próspera y más humana.
El texto contiene siete capítulos, en los cuales se presentan las propuestas de los participantes, quienes durante cuatro meses realizaron diagnósticos y analizaron las propuestas y debilidades, inicialmente cada uno en su territorio y posteriormente en conjunto, en el Norte de Santander. Así, el capítulo 1 está conformado por la metodología, el 2 la propuesta de los jóvenes, el 3 la de los medios de comunicación, el 4 sobre las organizaciones sociales, el 5 el de los políticos, el 6 la academia y el siete el de los empresarios, dejando de últimas las reflexiones sobre estas iniciativas.
El evento contó con la presencia del representante regional para Colombia y Venezuela de la organización alemana Hanns Sidel Stifung, Demian David Regehr, quien manifestó que la intención de este proyecto es que las propuestas lleguen a los representantes de los gobiernos de Venezuela y Colombia, a las manos de quienes toman decisiones para que sean tomadas en cuenta y se pueda avanzar en la recuperación de la frontera entre ambas naciones.
Precisó que como organismo internacional tratan de aprovechar la sinergia entre los dos países, y en ese esfuerzo desde hace dos años Juntos se Puede y la Hanns Sidel Stifung han estado trabajando en el programa “una sola frontera”, como ejemplo de cooperación.
Las reflexiones
En el capítulo final del libro, dirigido por la directora de la Fundación Juntos Se Puede, Ana Karina García, y en el que participaron Freider Gandica Morales, Verónica Romero, Paola Tarazona, Mónica Albas, Lorena Arráiz, Carlos Eduardo Ramírez, Zulma López, Mariana Duque, Juanita Romero y Muriel Ñañez, se destaca que el proyecto “Una Sola Frontera” reveló la complejidad de los desafíos económicos, sociales y políticos que enfrenta la región limítrofe entre Táchira y Norte de Santander.
En el campo de la juventud, destacan que se encuentran fortalezas como la resiliencia y solidaridad de la juventud, y oportunidades, como los acuerdos universitarios y el emprendimiento, pero también señala debilidades como la devaluación, la falta de apoyo gubernamental y la inestabilidad generada por conflictos y la trata de personas.
En el campo de la comunicación social destacan la complejidad para obtener información fidedigna en un entorno marcado por la desconfianza, las debilidades en seguridad y amenazas, y las imposibilidades de mantener ingresos económicos. Los profesionales de la comunicación propusieron la creación de una confederación binacional de medios, para superar los desafíos y contribuir al desarrollo y comprensión de la región.
Por su parte las organizaciones sociales resaltan desafíos complejos relacionados con la migración venezolana, sobre todo en áreas como la salud, la educación, el trabajo infantil y los derechos humanos. Por ello resaltan la importancia de la cooperación internacional, el conocimiento local y la resiliencia de las comunidades, como oportunidades para el desarrollo transfronterizo: al tiempo que proponen la restauración de la institucionalidad ambiental y la armonización de la economía.
En lo político, se plantearon las debilidades para abordar los desafíos de la migración venezolana y el desarrollo fronterizo, la polarización política y las amenazas por la presencia de grupos irregulares. Proponen la creación de una agencia nacional de frontera, la inversión en infraestructura y seguridad binacional.
En el campo educativo, desde la academia abogan por la colaboración entre gobiernos, seguridad, reconocimiento mutuo de títulos y protección ambiental binacional. Plantean reactivar la red de investigación de la frontera y programas de nivelación emprendedora.
Y desde lo económico, se destacó que la reapertura de frontera se enfrenta a barreras que obstaculizan la reactivación económica efectiva, con desafíos para la exportación, importación y logística, subrayando la falta de claridad normativa y la informalidad en el territorio. La cooperación y diálogo entre ambos países es crucial para el sector empresarial para superar los obstáculos, y proponen entre otras cosas, la capacitación de migrantes para aprovechar su mano de obra y proyectos industriales conjuntos.