GRATEROLADAS | Miguel Cabrera vendió traki traki en las calles de Valera | A partir del 22 de noviembre Venezuela apostará por un nuevo liderazgo

Francisco Graterol Vargas

En Valera, a principios de los 90, el niño José Miguel Cabrera Torres, era un asiduo visitante a la ciudad de las 7 Colinas, principalmente en vacaciones y navidad. Se aposentaba en la urbanización La Beatriz. Era huésped de su tío, Pedro Torres, profesor de Karate Do, archiconocido en la actividad muscular.  Dirigía y daba clases en un gimnasio ubicado en la avenida Bolívar con esquina de la calle 12, frente a donde quedaba la Farmacia San Pedro. Miguelito, junto a vecinos y primos frecuentaban las calles de la Valera de entonces para hacer sus realitos con la venta de traki traki y demás fuegos artificiales. Pero, el destino le tenía reservado al muchacho de Aragua, el bombardeo de otros “fuegos artificiales” con sus batazos al transcurrir los años en su brillante carrera en las Grandes Ligas. Esa afición a la pelota se inició por su progenitora, Gregoria Torres,  15 años como campo corto de la selección de Venezuela en softbol y sus tíos David, José y Pedro, jugadores del béisbol del bueno. Lo demás lo superó con creces Miguel con una fulgurante carrera cuyo  génesis fue a los 16  profesionalmente con los Tigres de Aragua y seguramente llegará a su fin con los Tigres de Detroit.  Esta temporada de 2021 fue de infarto para los seguidores de la MLB  gracias a la hazaña del venezolano, superando los  500 jonrones (502) y a solo trece cohetes para los tres millares. El próximo 18 de abril día de su cumpleaños 39 debe estar superando esa marca. Un  excelente regalo para partir la torta. Vecinos como César Segovia y Trino  Simancas, han desempolvado  en varias ocasiones parte de ese trozo de la historia de Miguelito en nuestra ciudad con quien escribe. Debemos sentirnos orgullosos de ello y seguramente en la memoria de Cabrera habrá un recuerdo para  esta tierra andina. Los hombres jamás olvidamos los buenos instantes de la niñez y  esos Traki Traki  al  clavar los ojos en el Túnel del Tiempo  los verá Cabrera con mayor fuerza que nunca y sobre todo en épocas navideñas. ¡Seguro!.

 

EL 23 DE ENERO DE 1958 partimos desde Miranda a tierras andinas. En esa trascendental fecha mientras la dictadura de Marcos Pérez Jiménez  caía con pie de plomo, un pueblo en la calle gritando libertad,  la familia,  Graterol Vincero Vargas, José La Rosa, mi papá y mis hermanas Ana, María y Dominga, habían montado sus peroles en un camión rumbo a Valera. Hasta la avenida 4,  al domicilio de mi tío Asunción, Margarita, su esposa y las primas Gloria y Aida. La próxima parada será en La Hoyada. Hasta los 13 años. Nueva mudanza para el barrio San Isidro y mi encuentro en la tapicería de la calle 7 con Guillermo Briceño y compañía. En la casa de la señora María Peña.  Esa será otra historia. Si así Dios lo permite.

 

DEPURACION: Cuando amanezca el 22 de noviembre, un día después de las elecciones, desde esa Venezuela que clama por un cambio, deberán  emerger los nuevos hombres y mujeres forjadores  de otro horizonte para la nación. ¿ Quienes serán?. Mi bolita de Cristal obsequio del Mago Merlín observa con nubarrones el panorama. Maestros, médicos, periodistas, dirigentes gremiales y empresariales, Juan Pueblito y pare de contar se erigirán en los líderes con ADN virguito, con una herencia poco deseable de un país en bancarrota. Los ejemplos sobran. A la prueba me remito. Tirios y troyanos son culpables. Pudieron hacer algo por este desastre y fueron incapaces imponiéndose los intereses personales y la corrupción. Se cansa uno, diría Cuto Lamache.

 

SENCILLOS: José Hernández y Arquímedes Valera Álvarez son gente de la ciudad. Hace años los observamos a cada quien en su oficio “pateando” cada metro de nuestra Valera. José a los 19 años fue el  edil más joven de Venezuela con la tarjeta del MAS. Es un político de vieja data. Siempre llega después de la ambulancia, pero es difícil negarle esa energía que le impone  a sus acciones. Por ahí lo vimos hablando con medio mundo cerca de La Pérgola, buscando apoyo para el 21N. Arquímedes es un vendedor de seguros, grande liga, exitoso, espontáneo, con su sonrisa de siempre. Hasta limpió zapatos en sus años de mozo. Ahora le dio por meterse a político. Si así como ha sido triunfador  en el negocio de los seguros, regenta una Ciudad, una alcaldía, la botaría de jonrón  al frente de un reto como este y de cualquier otro. Suerte para JH y Arquímedes.

 

FELICITACIONES: 20 puntos para el proceso de vacunación en el Hospital Central diría don Luis González. Buena esa Antonio Yugurí y doña Juana Álvarez.

 

GRATEROLADAS

 

Salir de la versión móvil