Los jugadores de Grandes Ligas no aceptarán otro recorte salarial y “rechazaron tajantemente” el plan de la liga de comenzar la temporada, de acuerdo a un comunicado del director ejecutivo del sindicado, Tony Clark. El comunicado se dio luego de una teleconferencia de dos horas del consejo ejecutivo de la Asociación de Jugadores de Grandes Ligas y otros líderes del gremio y un día después de que la liga rechazó la propuesta de los peloteros de jugar una temporada 114 partidos con salarios totalmente prorrateados. La liga quiere un calendario drásticamente reducido para que los dueños puedan pagarle a los jugadores por partidos. “Esta semana, las Grandes Ligas comunicaron su intención de programar una temporada drásticamente recortada a menos de que los jugadores negocien concesiones salariales”, dijo Clark. “Las concesiones que buscan se agregan a las reducciones de miles de millones de dólares que los jugadores ya han acordado”.
Negociaciones en punto muerto
Los jugadores creen que el acuerdo de finales de marzo con la liga especificaba su pago por la temporada de forma prorrateada, pero el lenguaje en el acuerdo también dijo que ambos lados discutirían la “viabilidad económica” de jugar partidos sin aficionados en medio de la pandemia por el coronavirus. La primera propuesta de la liga desde ese acuerdo, que pedía una escala móvil de nuevos recortes salariales en una temporada de 82 partidos, fue rechazada tajantemente por los jugadores.
Las negociaciones están en un punto muerto. “Los jugadores propusieron más juegos, dos años de Playoffs extendidos, aplazamiento de salarios en caso de una cancelación de la Postemporada de 2020 y la exploración de eventos adicionales de categoría y mejoras en la transmisión con el fin de llevar creativamente nuestros jugadores a los aficionados y al mismo tiempo, aumentar el valor de nuestro producto”, dijo Clark en el comunicado. “En lugar de comprometerse, la liga respondió que recortará la temporada, a menos que los jugadores acepten más reducciones de salario”, agregó. “El consenso abrumador del concejo es que los jugadores estén listos a reportarse, listos para volver al campo y que estén dispuestos a hacerlo bajo condiciones sin precedente que podrían afectar la salud y seguridad, no sólo de ellos mismos sino de sus familias también. La exigencia de la liga para concesiones adicionales fue tajantemente rechazadas”, señaló Clark. El reloj se agota en relación al inicio de la temporada, como lo indicó un directivo que señaló que los pitchers necesitarían hasta cuatro semanas para prepararse. Ese periodo pone en riesgo la fecha del 4 de julio para un probable inicio de la campaña, a menos que se llegue a un acuerdo antes.
PUNTOS CLAVES EN LA NEGOCIACIÓN:
- No hay garantías de que al menos se juegue una parte del torneo.
- Los equipos luchan por el tema económico, consideran que sin público en las tribunas tendrán pérdidas.
- El planteamiento de los clubes es claro: Un torneo equivalente a la mitad del original, con reducción salarial que vaya más allá del prorrateo. Que en vez de hacerse una regla de tres (llevando a 82 juegos el salario correspondiente a 162), se realice un ajuste adicional según ciertos porcentajes, favoreciendo a quienes ganan menos y aplicando los mayores cortes entre quienes ganan más.
- Los peloteros pelea por que se respete los salarios. Aceptan los prorrateos y así lo acordaron en marzo. Pero rechazan hacer recortes adicionales.
- El Sindicato plantea disputar una eliminatoria más larga, de hasta 114 juegos (lo que implicaría más ingresos para ellos a través de los salarios prorrateados), a cambio de jugar playoffs ampliados.
- Más equipos en los playoffs implican generar ganancias adicionales pero los jugadores no cobran sus salarios cuando llega la postemporada, solamente reciben viáticos (al igual que durante el Spring Training).
- Acuerdos definidos para ampliar los playoffs, agregar el bateador designado a la Liga Nacional y, al parecer, hay consenso en buena parte del protocolo de salud, muy necesario para jugar en plena pandemia.
- La principal fortaleza de los equipos es la capacidad para comunicar su versión. Han logrado generalmente que el gran público se ponga de su lado, porque enfrente tienen a un colectivo cuyo salario mínimo es superior al del presidente de los Estados Unidos.
- Los jugadores se fortalecen en la unión. Los ligamenoristas están sufriendo calamidades precisamente por no tener sindicato. Hasta ahora, los reportes hablan de una posición firme de los jugadores en respaldo de sus representantes.
- Imposición ¿Plan B?: La prensa estadounidense maneja que el comisionado Rob Manfred, representante de los clubes, tiene la potestad de llamar unilateralmente a la acción, para celebrar un torneo corto, de unos 48 choques, en los que se paguen salarios prorrateados, con playoffs ampliados. Eso significaría para los equipos pagar más o menos la misma cantidad que si los peloteros aceptaran recortes para jugar 82 compromisos. Los jugadores terminarían recibiendo una cuarta parte de sus sueldos y tendrían que jugar unos tres meses. Por eso el sindicato se opone a un calendario híper recortado.
- A todas estas ninguna de las partes esta la obligación de jugar en 2020, a como dé lugar. Pero las Grandes Ligas, como corporación, arrojarán pérdidas este año, pase lo que pase. Mientras que los peloteros podrían simplemente no cobrar más por el resto año, ya recibieron pagos entre abril y mayo, gracias al acuerdo inicial de marzo, cuando se suspendió el Spring Training. No es poca cosa lo que está sobre la mesa de negociación.