Roma, 1 feb (EFE).- La mayor parte de los italianos ha podido tomarse hoy sentado y sin prisas un capuchino en el bar y almorzar tranquilamente en un restaurante al haberse aligerado las restricciones de movilidad por la mejoría de los datos epidemiológicos, aunque las aglomeraciones del fin de semana han llevado a las autoridades a pedir que no se baje la guardia, o se perderá «el control de la pandemia».
A tenor, entre otros, de los parámetros de incidencia de la infección y el estado de los hospitales, todas las regiones se encuentran en zona amarilla, la de menores limitaciones, excepto Apulia, Cerdeña, Sicilia, Umbría y la provincia Autónoma de Bolzano, que permanecerán como zonas naranjas, el segundo nivel de los tres de riesgo establecidos por el Gobierno italiano.
Y desde hoy no queda ninguna región en zona «roja», el máximo nivel de riesgo y donde se mantenían las restricciones más estrictas en cierres y movilidad.
TOQUE DE QUEDA, PERO MUSEOS ABIERTOS
Son pocos los cambios en la vida social de los italianos en la «zona amarilla», pues aún no podrán desplazarse a otra región y queda vigente el toque de queda desde las 22:00 a las 5:00 horas, mientras los bares y restaurantes seguirán cerrando a las 18.00.
Sin embargo, aunque con aforo reducido, en las regiones «amarilla» se abrirán los museos y exposiciones de lunes a viernes, excepto festivos. Un respiro en la cultura para un país donde cines, teatros y museos permanecen cerrados desde octubre.
Aunque sea de forma simbólica, pues no se espera una gran afluencia, abren algunos lugares arqueológicos de Roma como el Coliseo y también los Museos Vaticanos.
La mayoría de los italianos mostraba hoy su alegría por poder volver a llevar a cabo una de sus tradiciones: desayunar en el bar o comer en alguna «trattoria» durante la pausa de trabajo.
Aunque las aglomeraciones que se han vivido este fin de semana en las principales ciudades italianas en las zonas de ocio y comerciales han llevado a las autoridades a advertir de que las «zonas amarillas» no significa que se pueda «hacer lo que uno quiera».
ATENCIÓN, O SE PERDERÁ EL CONTROL DE LA CURVA EPIDEMIOLÓGICA
«Si volvemos a fingir que no ha pasado nada y presenciamos las escenas de aglomeraciones que hemos visto, perderemos nuevamente el control de la epidemia», dijo el comisionado nombrado por el Gobierno para la emergencia, Domenico Arcuri, quien subrayó que el «el virus sigue circulando».
Una advertencia que también llegó desde el ministro de Sanidad, Roberto Speranza: «La zona amarilla no significa que no haya peligro. Necesitamos aún mantener la máxima cautela si no queremos retroceder respecto a los avances realizados en las últimas semanas».
El descenso por debajo del 1 % del índice de contagio RT ha permitido esta apertura. El domingo se registró la cifra de fallecidos más baja en los últimos tres meses (237), aunque Italia se mantiene desde hace varias semanas en los 12.000 y 15.000 contagios diarios.
Tampoco han aumentado por el momento y en los últimos días las cifras de los pacientes ingresados por COVID-19 (22.311) y en cuidados intensivos (2.215), pero tampoco descienden considerablemente, y de ahí el temor de las autoridades.
A esto se suma que, según un informe de los servicios secretos italianos remitido al Gobierno, las infecciones por coronavirus en Italia son en torno a un 50 por ciento más que las detectadas y comunicadas diariamente.
Asimismo, hasta hace algunas semanas sólo se contaban en los boletines diarios los test moleculares, pero luego el Ministerio de Sanidad también admitió las demás pruebas rápidas, por lo que el índice de contagio descendió considerablemente pero sólo debido a los nuevos cálculos.
RETRASOS EN LA CAMPAÑA DE VACUNACIÓN
Por otra parte, la campaña de vacunación no termina de progresar en el país debido a los retrasos y a los problemas de organización.
Al día de hoy, han recibido la primera dosis casi dos millones de personas (1.962.967) y la segunda dosis, que garantiza la protección total, 621.579, muy lejos de lo que se esperaba y sin que aún se haya comenzado con la vacunación masiva de los mayores de 80 años.
Hoy se producirá una nueva reunión hoy entre el Gobierno y las regiones para remodelar el plan de vacunas después de los retrasos en la producción de Pfizer-BioNTech y la aprobación de AIFA (Agencia del Fármaco) del medicamento producido AstraZeneca, más apto para menores de 55 años.
«Estamos trabajando con un programa que prevé 11.200.000 vacunas, frente a los 28.000 millones inicialmente previstos, lo que supone el 60 % menos» de lo esperado, lamentó Arcuri.
Cristina Cabrejas