El presidente del Suma filial de Fetramagisterio cuestiona los ajustes hechos a los docentes, pensionados y jubilados de la educación, y considera que el gobierno “obrerista” del presidente Maduro los somete a una hambruna continuada
La culminación del año escolar bolivariano del siglo XXI: 2018-2019, fue lo más gris y oscuro para todos los maestros. Inédito en la historia democrática y sindical del país que un presidente de la República Bolivariana de Venezuela, obrerista, humanista, como Nicolás Maduro y un ministro del Poder Popular para la Educación: Aristóbulo Istúriz, siendo educador, les arrebatara a su propia familia magistral, más del 95% del salario a través de unos “factores” de corrección Onapre, tal apreciación corresponde al presidente del Suma Trujillo, filial Fetramagisterio José Miguel Briceño “un hecho político de uso y abuso de poder del estado-patrono rojo rojito, jamás vivido en la democracia y el sindicalismo venezolano, ni en los tiempos de la represiva dictadura gomecista, a los maestros les timaron, las remuneraciones”.
Precisó el educador que a los educadores, jubilados y pensionados, también son víctimas de estos arrebatos bolivarianos y socialistas, no les pagaron los 28 días de ajuste salarial qué sumados a los del año anterior, son 56 días de salario sustraídos por la revolución, más los factores perversos de corrección, significa legal y públicamente el empobrecimiento del poder adquisitivo.
Aseveró Briceño que mientras esta atrocidad socialista se les aplican a los sueldos, salarios, asignaciones, primas contractuales y pensionados del magisterio, el gobierno bolivariano, aprobó en forma exprés a la Fanb: 56 millones de euros y a los consejos comunales: 150 millones de Bs., lo que demuestra abierta, pública, legal, el desprecio total y absoluto por los educadores activos, jubilados, pensionados, sobrevivientes, interinos y sus familiares. También les fue eliminada la progresividad contractual a partir del mes octubre del 2018, equivalente al 339,04 %, que agregado a las recurrencias mejoran sustancialmente el poder adquisitivo de todos, los maestros trujillanos y venezolanos.
“No conforme con todas estas violaciones sistemáticas, diarias, notorias, públicas y comunicacionales de los derechos humanos, contractuales, laborales y constitucionales, impusieron arbitraria e ilegalmente el tercer tabulador del hambre, miseria y empobrecedor, violando todos los derechos humanos establecidos en el ordenamiento jurídico vigente”.
En ese orden de ideas el presidente del Suma explicó que con este tabulador, hambreador, un profesional de la docencia qué se inicia: como docente I, debería cobrar Bs. 292.335, pero la ilegitimidad del bolivarianismo impuso Bs.: 66.590,52, equivalente 1,66 salarios mínimos a duras penas 12,80 $, Dicom. Un docente IV con especialidad y magíster, debe esperar 15 años de servicio para devengar Bs. 316.988, el socialismo le impuso Bs. 72.201,60; 1,81 salarios mínimos, 13,88 Dicom, de igual manera los profesionales con postgrados, debe esperar 21 años de antigüedad para cobrar Bs. 337.752, la revolución los premió con Bs. 76.930,40; 1,92 salarios mínimos, 14,79 $ Dicom.
Tal situación a la que ha sido sometido el magisterio indica con suficiente claridad meridiana la profundización de la hambruna, la imposibilidad de asistir al médico, comprar medicamentos, hospitalizarse, tener una alimentación digna, una educación de calidad para los hijos y familiares y usar algunos servicios básicos, transporte, vestirse en todo el sentido de la palabra, recrearse con sus hijos y familiares, menos podrá retirar un efectivo solvente para poder cancelar su movilización, dijo Briceño.
Tabulador
Destacó el educador y dirigente gremial de los educadores en el estado Trujillo, que dicho tabulador salarial evidencia pública y legalmente todos los porcentuales contractuales, firmados y arrebatados de manera inconsulta y arbitraria por el obrerismo presidencial: Nicolás Maduro.