El luchador social Eleazar Juárez, defensor y delegado de los DDHH en Boconó, manifestó la preocupación de los habitantes de esta jurisdicción debido a los problemas que confrontan. Es obvio la falta de medicinas y alimentos de primera necesidad “Mercal no volvió y tampoco a los Clap se les ve la cara en la mayoría de los sectores”. La ayuda humanitaria internacional debería ser recibida en medicina y alimentación, por la necesidad existente. Los gobernantes no quieren reconocer que la gente muere de mengua. Conozco el caso de una persona que requería de una penicilina que no se consigue y se encuentra delicada de salud. No nos pueden seguir mintiendo porque todos sabemos que el pueblo está padeciendo”.
Aseguró el dirigente que.-en Boconó existen personas que diariamente no comen dos veces y en otros casos extremos sólo consumen muy pocos alimentos en 24 horas, cuando lo recomendable por la OMS es 3 veces al día. Hago un llamado a las autoridades nacionales para que le pongan el ojo de manera especial al municipio Boconó que está abarrotado de problemas, mientras las autoridades regionales lo pintan muy bonito en Caracas, cuando aquí estamos colmados de dificultades.
Ejecuten presupuesto
“Es un engaño lo que están haciendo quienes pretenden hacer creer que en Boconó todo está bonito, cuando es del conocimiento que especialmente la Troncal 7, desde el Cruce hasta el estado Portuguesa, no sirve. Apenas supimos que aprobaron y así esperamos que ejecuten el presupuesto vial para que no suceda lo de otras veces con el arreglo de la vialidad desde: Boconó, Niquitao y Las Mesitas. La vía de Guaramacal lleva más de un año bloqueada. Las calles de Boconó están destrozadas y de manera permanente es la misma demagogia. El problema bancario es crónico y tampoco nadie garantiza una solución”, puntualizó Juárez.
Se muestran negligentes
En Boconó -asegura Eleazar Juárez- las autoridades se muestran negligentes, especialmente el alcalde y el gobernador, cuando el primero no hace nada y del segundo sólo puedo decir que hay amores que matan o como la medicina que llega después que el paciente ha fallecido. El pueblo espera soluciones y los gobernantes de turno, constitucionalmente están obligados a dar las respuestas más concretas.
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