Gleyber Torres volvió a volar la barda este miércoles, en la victoria de los Yanquis sobre los Rangers, y llegó a 34 jonrones en la temporada, 33 de ellos como camarero o campocorto, lo que significa un nuevo registro máximo en la expedición nacional. Rougned Odor, intermedista de Texas, era dueño del récord desde 2016.
Aquel torneo sacó 33 pelotas, 32 de ellas como segunda base y una como designado, para sentar la marca que ahora cambia de manos. Odor fue testigo de excepción de la faena de su compatriota, pues actuó con Texas en el cotejo e incluso sacudió su vigésimo segundo bombazo. Torres también suma un vuelacercas como designado en esta oportunidad, como entonces su predecesor.
Torres el de más poder
El caraqueño es el infielder del medio con más poder jonronero en la historia de la embajada criolla, a pesar de tener solamente 22 años de edad. Es el líder en cuadrangulares de los neoyorquinos, aunque un reportero de MLB.com recordó una reciente frase suya, en la que le aseguró: «No soy un bateador de poder». Su slugging de .540 dice otra cosa.
En todo el lineup de los Yanquis, nadie mostró para la jornada un mejor promedio de bases alcanzadas que él. Torres ha dado 24 de sus bambinazos en las paradas cortas. Aunque no actúa allí a diario ya, por el regreso, hace semanas, de Didi Gregorius, le basta un tablazo más de vuelta completa en el short para alcanzar también el récord para campocortos nativos. Asdrúbal Cabrera la desapareció 25 veces defendiendo esa posición en 2011.