Tras los fracasos obtenidos en materia electoral, la apátrida ultraderecha nacional, ha arreciado en los últimos días, una serie de embestidas en el ámbito económico, a objeto de promover un caos institucional, y con ello convertir a Venezuela, en un protectorado de los Estados Unidos.
La anterior aseveración, corresponde a Gioconda Quevedo, legisladora del Consejo Legislativo del estado Trujillo (Clet) e integrante de la estructura regional del Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv); quien advirtió, “que la intención de los sectores que adversan al gobierno, es limitar la soberanía patria, sobre su territorio y recursos naturales, figura que en el derecho internacional, pasaría a estar bajo el dominio del imperialismo Yanqui e industrial”.
Dentro de esta estrategia, -apuntó Quevedo-, está el nombramiento de un Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), paralelo, por parte de la Asamblea Nacional (AN). “No es casual, que esos magistrados ilegítimos, sesionen en Miami. Al emitir una cadena de sentencias, que aunque no tienen efecto alguno en la praxis, generan un gran efecto mediático y alienta al Estado Norteamericano, a emprender una posible intervención militar en el país”.
Agresión multifacética
Para la parlamentaria, resulta lamentable que pese a todos los esfuerzos desarrollados por el presidente Nicolás Maduro, y el gobernador G/J Henry Rangel Silva, para proteger al pueblo. “La agresión multifacética, emprendida por los enemigos de la nación, ha hecho estragos en los últimos días en áreas vitales de la economía. Afortunadamente, existe un Estado que da respuestas oportunas al soberano, y como en otras oportunidades, saldremos airosos de esta situación”.
Triunfo necesario
“Ante el escenario narrado, es de vital importancia, consolidar el triunfo revolucionario, en los comicios municipales a efectuarse el venidero 10 de diciembre, motivo por el cual, exhorto al colectivo social a resistir tales embates en virtud de que los mismos serán erradicados por la revolución bolivariana”.
Para concluir, Quevedo afirmó, “que una vez más queda en evidencia, que los adversarios del proceso revolucionario, son capaces de protagonizar situaciones propias del teatro de lo absurdo, a fin de proyectar en el plano internacional, que nuestra nación es débil, y necesita del tutelaje imperial”.