Frank Graterol/DLA.- Esta de cumpleaños uno de los hombres más importantes en la historia del fútbol de Mérida y del estado Trujillo, Gilberto Amaya, mejor conocido como “Barranquilla”. Una institución, un hombre noble que llegó de tierras colombianas para convertirse en una de las leyendas del balompié venezolano, y en especial en los andes con lo hecho en tierras merideñas y trujillanas.
Nació el 30 de Mayo de 1934 a las 8 de la noche, hijo de Don Saúl Amaya Peláez y Doña Ana Francisca Rojas, y encaminado por su abuela materna, Helena Peláez. Desde Barrancabermeja, Santander Sur, en Colombia.
SU NIÑEZ (1-938-1.954)
El pequeño Gilberto Amaya vivió una niñez algo movida, como fueran sus dribles, desde la familia Cloney que lo acoge junto a su madre, luego al viajar la Matrona a Venezuela, sale a relucir la figura de su abuela Helena. En la Iglesia San Luis Gonzaga recibe su Primera comunión un 21 de junio de 1.941. Doña Ana regresa a Colombia y a la familia Cloney; pero Gilbertico se mantenía con la Nona. En 1.947 en pleno bachillerato y en casa con su madre se convierte en un líder estudiantil revolucionario, viviendo el sonado asesinato del político colombiano Jorge Eliecer Gaitan. Al igual que la de Rodrigo Mejía, su protector estudiantil, año de 1.949 cuando se reencuentra con su padre en Barranquilla. A los 16 años Amayita empieza su camino en la vida que preparaba su destino por su cuenta, el balón, su compañero siempre en cada esquina donde pasaba. Muere su abuela y su Padre, su Madre parte a Miami. Eran él y el balón. Ya para 1.954 el reencuentro con su Mamá es una realidad, el destino, bendito destino, Doña Ana va rumbo a la Argentina pero su barco atraca en Barranquilla. El Mundo seguía dando vuelta para ya el jovencito Gilberto Amaya que conseguía en el fútbol lo que el mismo ha llamado “Su Salvación” y empieza la historia que lo marca hasta la actualidad.
COMIENZAN LOS GRITOS DE GOL (1-955-1.960)
Amaya empezó a deleitar con sus corridas por la banda izquierda desde sus inicios en el fútbol organizado, sus dribles, sus mano a mano, y su velocidad dieron de qué hablar desde el primer momento. Saliendo campeón estadal con Nacional en la categoría intermedia de Barrancabermeja, al año siguiente en su nuevo club, River Plate de la misma ciudad, queda como el goleador del torneo, repitiendo en la siguiente campaña y en el Torneo Ascenso tras su tercer año en River. En los inter barrios levanta un nuevo trofeo, pero en la Libre, hasta su subcampeonato en un campeonato donde anota dos goles olímpicos contra River “viejo”, perdiendo 3-2; y ante Bomberos ganando 4-1 en el estadio Romelio Martínez de Barranquilla. Para 1.960 se coronaron campeones invictos como Junior en Primera categoría, nombre que asume su querido River, y en donde mantienen su jerarquía de monarcas.
SU HISTORIA EN TRUJILLO (1-960-1.967)
Gilberto Amaya Rojas empieza escribir su nombre en el estado Trujillo el 30 de abril de 1.964. Con 30 años de edad se mete en la boca de todo mundo por su estilo de juego. A las 7 de la noche llegaría al viejo Hotel Italia y el 1ro de Mayo debuta en el estadio “Humberto González Albano” ante Santa Barbara del Zulia en un empate 2-2, defendiendo al Deportivo Trujillo, su primer partido con los colores de la capital trujillana. En la vuelta, un nuevo 2-2, golazo de tiro libre, asistencia y su mejor versión por la banda izquierda. Antes de todo. El 30 de enero pisó por vez primera suelo venezolano, probó en San Cristóbal, estado Táchira e indocumentado.
En Agosto ya se instala de lleno en Trujillo capital con el Deportivo Trujillo, un nuevo partido ante Santa Bárbara, un nuevo 2-2 donde hizo de todo, y se abre la posibilidad de mantenerse. Intervienen el gobernador del estado de ese entonces, General Marco Tulio Cañizalez, el cónsul de Italia, Batistone y el Ministro de Relaciones Exteriores, Gonzalo Barrios.
El 13 de septiembre de 1.964 recibe su cédula venezolana, la reunión hizo efecto, celebrando de manera brillante conquistando la “Copa del Lago” en Maracaibo con su siempre Deportivo Trujillo, además se titula en la Copa Gobernador del Zulia por tres años consecutivos, en el último descalifican al equipo y fue la desaparición del mismo.
SE HACE ENTRENADOR PARA CONVERTIRSE EN LEYENDA (1.967-1.973)
En 1.967, la vida de Gilberto Amaya se sigue transformando, y de qué manera, da sus primeros pasos como entrenador para convertirse en leyenda. Una leyenda del fútbol venezolano, en especial de Mérida y Trujillo.
Todo comienza con un curso como Recreador que lo pone como Entrenador para su amado fútbol. Se proclama campeón Nacional en la categoría Infantil en Barquisimeto, estado Lara. El equipo de Trujillo de Amaya se luce con dos goles olímpicos, en el 1-1 ante Portuguesa de Edgar Salas “Perezjimenez” y en el 2-2 ante Anzoátegui de Miguel Ángel Rivas. Su extraordinario debut como DT lo festeja con el reencuentro con su madre en Miami, Florida en 1.969.
Su formación apenas comenzaba, Gilberto en un nuevo nacional Infantil, pero en Valera, recibe una clase que le cambió la vida como entrenador, de parte de José “Pepito” Hernández. Agradecerá por siempre ese momento con Hernández.
La Lechina lo aparta de su grado como Entrenador pero lo mantiene al lado de su madre en las playas de Miami en 1.970. Por tres años, el estado Trujillo se convirtió en potencia del fútbol infantil venezolano de la mano de Amaya. Se titula en Barcelona en 1.972 en Infantil C, al siguiente año lo hace el Infantil B de manera invicta.
TITULOS, TITULOS Y MAS TITULOS (1.973-1.983)
Los logros alcanzados por el ya consolidado entrenador Gilberto Amaya han sido muchos, los títulos fueron constantes, un récord impresionante para el fútbol trujillano y merideño, incluso para el aragueño.
Campeón zonal en Primera categoría para los Juegos Nacionales en el estado Lara, Terceros en Maracaibo en los Conefide. Para 1.973, llega el primero de muchos galardones con la mención de “Entrenador del Año” en Trujillo. Al siguiente año, pierde la final nacional en Infantil A en Caracas, pero se reivindica en el 75 coronándose de manera invicta en Barquisimeto, también con el Infantil A. En 1.976 hace curso de mejoramiento profesional en Mérida, se queda en la Ciudad de los Caballeros y se corona un año después con la selección juvenil, en Mérida, el primer título, ahora con los colores merideños y comienza también su historia y su leyenda con el equipo de las 5 Águilas. En 1.978 debuta con los de la Sierra en Juegos Nacionales en San Cristóbal, pero pasa sin pena ni gloria. Con Mérida, obtiene el 4to lugar en los Juegos de Bolívar ’80 luego de ganar el zonal de manera invicta. Su trabajo como entrenador lo lleva ver su futuro a nivel institucional y forma una Escuela de fútbol menor en el Gersy Govea donde recibe 160 niños de 7 años de edad. Impresionante. Se hace presidente de la seccional del Colegio de Entrenadores de Venezuela de Mérida. En 1.981 se corona en el nacional Juvenil en Maracaibo, invicto desde el zonal. En 1.982, se cuelga la medalla de plata en los Juegos de Maturín, Monagas. Año donde vio a su madre por última vez. El zonal lo ganó invicto. La revancha llegó en los JDNJ de Coro en el 83, con zonal incluido.
EN LA ELITE DE VENEZUELA (1.967-1.973)
Todo se transformaba para Gilberto Amaya, su vida fue todo el tiempo en ascenso. Comenzó a prepararse a nivel internacional, primero en Chile, en Santiago, luego en México en Curso Odepa COV donde era un cupo para cada país, el elegido fue el orgullo e hijo adoptivo de todos los trujillanos. Curso FIFA en Lima, Perú y otros en Barquisimeto, estado Lara, en Caracas y en Valera en el 98.
Mientras crecían sus conocimientos, alcanzaba la medalla de bronce con Mérida en los JDNJ en Valencia en 1.985. Llueven los galardones por años y logra el ascenso en su etapa profesional con la ULA Mérida en la 86-87.
EL DATO
También tuvo su pasantía con la selección de Aragua, logrando un título internacional en el 83, Copa Concacaf con la Infantil B, igualmente ganó con ese mismo equipo a nivel nacional (Infantil B) y las Ferias del Sol en Juvenil ante Mérida en Mérida en un equipo que él había formado.
En 1.991, El Vigia quedó a un punto de ascender al Profesional de la mano de Amaya. El escenario de los JDNJ en Barinas se vuelve a presentar con los merideños, campeón invicto venciendo a Trujillo 1-0. Un juego especial y de sentimiento. En Maturín ’95, logra el cuarto lugar en unos nuevos JDNJ.
Llega al Estudiantes de Mérida logrando meritorio tercer lugar, con cupo a un evento internacional, Copa Conmebol.
La calidad de Gilberto Amaya lo llevó a la Vinotinto, fue entrenador de la Sub20 para el preolímpico en Bolivia en el año 88. Debutó en un partido entre Venezuela y Bayern Munich en el estadio Olímpico de Caracas. También estuvo en Buenos Aires, en el Suramericano en el 87.
DE VUELTA A DONDE TODO COMENZO, SU AMADO TRUJILLO (1.997-2.022)
Todo comenzó en tierras trujillanas, y como es la vida el regreso de Gilberto Amaya no se hizo esperar para beneplácito de todo Trujillo. Inicia con un proyecto para los Juegos de Aragua en 1.999 y el Trujillanos FC en el fútbol profesional. Se convierte en el Secretario General del Colegio de Entrenadores de Venezuela, seccional Trujillo. Para el nuevo siglo, se hace incluso Bachiller en el Cristóbal Mendoza con el Rafael Rangel. Participa en el Mundialito Sub14 en Valera. Obtienen un zonal juvenil clasificando al nacional en Portuguesa. Con los Guerreros de la Montaña participa en el 2003 y en los Juegos Nacionales Municipales (Judenamu) pierde las semifinales en Maracaibo con una protesta, la cual la cataloga como robo. Entra a las Glorias Deportivas de Venezuela. Cuatro años más tarde, recibe la noticia del fallecimiento de su Madre en Miami, en el mismo año donde viaja a España con la Escuela “Gilberto Amaya”, el cual fundaron en Mérida en su nombre. Además se titula como Licenciado de Educación Física, Recreación y Deporte en la Universidad de Pamplona. La Alcaldía del municipio Valera también lo reconoce en uno de los tantos reconocimientos que tuvo en su vida, una vida que hoy sigue floreciendo, que hoy seguimos disfrutando, y que hoy celebramos desde el estado Trujillo. Actualmente, miembro de la Asociación Trujillana de Fútbol.
Gracias Profesor. Gracias Gilberto Amaya.