Generación del 28: Inquietudes que se convirtieron en acciones

 

 

Un grito de guerra y sus boinas azules los distinguían. Fueron los estudiantes de la Generación del 28, una cruzada juvenil que fraguó una intentona contra Juan Vicente Gómez, y con el paso de los años se convirtieron en referentes de los destinos políticos del país            

Las protestas estudiantiles conforman una buena parte de la historia contemporánea de Venezuela. De hecho, puede afirmarse que son el eje motor en el desarrollo de los acontecimientos políticos del siglo XX. Desde la Generación del 28, nombre con el que se conoce al grupo de estudiantes universitarios que lideraron en el carnaval de 1928 un movimiento de carácter académico y estudiantil que derivó en un enfrentamiento con el régimen de Juan Vicente Gómez y que llevó a la cárcel de La Rotunda y al castillo de Puerto Cabello a centenares de jóvenes.

Raúl Leoni, estudiante del quinto año de Derecho y presidente de la Federación de Estudiantes de Venezuela, convocó una gran marcha con motivo de la denominada “Semana del Estudiante”. La señalada marcha tenía como objetivo inmediato, obtener los fondos necesarios para la Casa del Estudiante, a la que bautizaron con el nombre de Andrés Bello. El calendario indicaba el día 6 de febrero de 1928. Los estudiantes desde muy tempranas horas, habían empezado a concentrarse en la plazoleta de la Universidad Central de Venezuela; de allí entre consignas y arengas solidarias, arrancó la marcha hacia el Panteón Nacional.

Las boinas azules

Un grito de guerra y sus boinas azules los distinguían. Fueron los estudiantes de la Generación del 28, una cruzada juvenil que fraguó una intentona contra Juan Vicente Gómez, y con el paso de los años se convirtieron en referentes de los destinos políticos del país. Rómulo Betancourt, Jóvito Villalba, Joaquín Gabaldón Márquez, Jacinto Fombona Pachano, Miguel Otero Silva, Pío Tamayo, entre otros, comandaron estas acciones juveniles que mostraron un espíritu democrático, muy distinto al autoritarismo que para ese tiempo ya sumaba veinte años en el poder. La Semana del Estudiante fue el escenario para que la inquietud se convirtiera en acciones.

La primera muestra del fervor juvenil se dio en el inicio de las celebraciones, el 6 de febrero, ante los restos de Simón Bolívar en el Panteón Nacional, donde el bachiller Jóvito Villalba elevó un encendido discurso antigomecista. Esa misma noche Pío Tamayo recitó en la coronación de la reina estudiantil Beatriz Arreaza. Sus versos hablaban de la «reina secuestrada» en clara alusión a la libertad en Venezuela.

Al día siguiente la agenda contemplaba un homenaje de calle, en la plaza de La Pastora, a la juventud que dio su vida en la Batalla de La Victoria. Para el 8 de febrero el escenario fue el teatro Rivoli, donde Rómulo Betancourt, Miguel Otero Silva, Gonzalo Carnevalli y Jacinto Fombona Pachano se hicieron escuchar en una arenga que no podía ser perdonada por las autoridades. Todos, con sus boinas azules, coreaban el «Sacalapatalajá», especie de consigna y de contraseña, que los identificaba entre sí y que se convirtió en grito de guerra.

 

Movimiento histórico       

A la cárcel fueron a dar Betancourt, Villalba, Tamayo y Guillermo Prince Lara, quien había roto una pieza pública con el nombre del Benemérito. Más de doscientos estudiantes, en un acto de solidaridad, se entregaron también a las autoridades. Al salir de la cárcel ya eran considerados héroes. Se marcó así el inicio de un movimiento que la historia luego llamó la «Generación del 28», protagonista de un intento de golpe a Gómez el 7 de abril de 1928, que incluso sumó voluntades en ciertos mandos del Ejército.

A los estudiantes arrestados por tales hechos les tocó cumplir trabajos forzados. Los que pudieron lograron escapar del país.


El Dato

Rómulo Betancourt y Otero Silva escribieron relatos de tan memorables episodios al igual que Jóvito Villalba y Joaquín Gabaldón Márquez. Al de Gabaldón, “Memoria y cuento de la Generación del 28” se le dispensó siempre mayor difusión. Pero todos los textos tienen el valor documental de los testimonios y de las vivencias.

 


Protagonistas

 

En este movimiento de 1928 intervinieron entre otros: Guillermo Meneses, Agustín Valdivieso Otaola, Rómulo Betancourt, Jóvito Villalba, Andrés Eloy Blanco, Raúl Leoni, Rafael Vegas, Miguel Otero Silva, Joaquín Gabaldón Márquez, Edmundo Fernández, Juan Bautista Fuenmayor, Germán Suárez Flamerich, Miguel Acosta Saignes, Kotepa Delgado, Juan Oropeza, Elías Toro, Rodolfo Quintero, Fernando Salvador, Key Sánchez, Guillermo Prince Lara, Pío Tamayo, Jacinto Fombona Pachano, Elías Benarroch, Isaac Pardo, Juan José Palacios, José Tomás Jiménez Arráiz y Rafael Echenique Chirinos.

 

Hechos y acontecimientos

 

– J. V. Gómez impulsa ese año una nueva reforma a la Constitución. Elimina las vicepresidencias y prohíbe propaganda comunista. Nacieron dos instituciones financieras: el Banco Agrícola y Pecuario, y el Banco Obrero.

 

 

– El año 1928 sirvió para recibir a Charles Lindbergh, el héroe que, sólo un año antes, había cruzado el océano Atlántico pilotando su avión sin reaprovisionarse. Caracas le dio la bienvenida.

 

 

– Se originó la penicilina. El inglés Alexander Fleming al hacer un estudio sobre las mutaciones de los estafilococos notó que un cultivo en el que trabajaba se había contaminado, lo que dio lugar a una actividad antibacteriana.

 

 

 

Consultas: Diccionario de Historia de Venezuela. Caracas: Editorial Ex – Libris. Historia de Venezuela Contemporánea. Caracas: Ediciones Co-Bo. Miguel Otero Silva y su tránsito. El Nacional. Papel Literario. Miguel Otero Silva, Libros de El Nacional. Generación de 1928. Historia de Venezuela. Fundación Polar. Venezuela Moderna. Medio siglo de historia, 1926-1976, Ramón J. Velásquez, Arístides Calvani.

 

 

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