Caracas, 10 mar (EFE).- La Federación Médica Venezolana (FMV) afirmó este jueves que la crisis que vive el sistema de salud público «empaña los actos con motivo» del Día del Médico, que se conmemora en el país en honor al natalicio del cirujano José María Vargas, quien también fue presidente de Venezuela entre 1835 y 1836.
«Enfermarse en Venezuela o padecer de alguna patología crónica implica el alto riesgo de enfrentar la muerte, porque en los hospitales públicos no hay medicina ni la gente tiene miles de dólares para pagar una clínica privada», afirmó, en una rueda de prensa, Douglas León Natera, presidente de la FMV.
Indicó que la situación de la red hospitalaria, compuesta por 301 centros de salud, presenta un cierre técnico de más del 80 % debido al abandono de sus instalaciones, falta de mantenimiento, carencia de equipos médicos, herramientas de trabajo, vigilancia, electricidad, agua, ascensores, entre otras necesidades.
«En los hospitales públicos no hay medicinas, tampoco alimentos para los enfermos ni camillas, y cada día hay menos personal debido a los míseros salarios y son muchos los profesionales que han emigrado», denunció León.
Tampoco «tienen materiales de limpieza, no hay ascensores ni ambulancias, son instalaciones oscuras por falta de alumbrado interno(…)tampoco hay lencería, cocina ni alimentos para los enfermos; las camas están inservibles. Una situación terrorífica», según la fuente.
Aseveró que el país está «en presencia del holocausto de la salud, porque la situación de crisis sanitaria no ha variado desde hace muchos años, y el régimen de Nicolás Maduro no le interesa la salud del pueblo».
En su opinión, los profesionales de la salud trabajan «en condiciones que violan sus derechos laborales, porque en los hospitales no hay medidas de bioseguridad ni existe la seguridad social para sus trabajadores».
Lamentó que, debido al deterioro de la red asistencial, Venezuela presenta, en el gremio médico, «una altísima morbimortalidad por covid-19, con la cifra de 633 muertos».
Según el Gobierno, que mantiene que el sistema de salud responde a las necesidades de la ciudadanía, las carencias que se puedan detectar se deben a las sanciones que EE.UU. y otros países aplican al país caribeño, e impiden invertir mayor presupuesto en todos los sectores, incluido el sanitario.