Tras la denuncia realizada el pasado miércoles por parte del personal de la Fundación Hospital de Táriba –Fundahosta- en el estado Táchira, en donde manifestaban que se veían en la obligación de reutilizar inyectadoras por la falta del insumo dentro de la institución; Laura Chacón, miembro del sindicato de trabajadores del centro médico, aclaró que la jeringa que en ocasiones deben volver a emplear, se utiliza en el mismo paciente y no en varios, pues esto va en contra de su ética y podrían en riesgo la salud de los usuarios.
Explicó que esto se da porque los mismos pacientes no cuentan con recursos para poder comprar una nueva inyectadora cuando van a aplicar los medicamentos, pues su valor es de 10 mil bolívares por lo que guardan la que ya se empleo y se las otorgan al personal de enfermería cuando viene el turno de medicación argumentando que no tienen como comprar una nueva.
Indicó que esto no pasaría si el gobierno mantuviera dotados los centros de salud, ya que en el Fundahosta no llegan este tipo de insumos y el paciente tiene que comprar prácticamente todo.
Reiteró que la crisis dentro del centro hospitalario es realmente grave, y apoyó las palabras de su compañera María Eugenia Ovalles, también representante del sindicato, asegurando que en el hospital no hay medicamentos, ni material descartable para la atención.
Asimismo indicó que cada día en la institución es más grave por lo que necesitan atención gubernamental pues no funcionan las calderas, ni la planta eléctrica, servicio de rayos X, aires acondicionados, además de que hay múltiples áreas del hospital que requieren mantenimiento.