Por Alberto Torres Márquez / Crónica Uno
Caracas. En su último boletín mensual, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (Opep) reportó que –de acuerdo con fuentes secundarias de la industria– la producción petrolera venezolana se redujo en 7000 barriles diarios (bpd) para un promedio de 751.000 bpd en octubre.
Si bien la cifra es 1 % menor a la que reportaron las fuentes secundarias en septiembre (758.000 bpd), las cifras aportadas a la Opep por el Ministerio de Petróleo revelan un aparente incremento de 24 % en la producción de Petróleos de Venezuela y sus empresas mixtas (de 762.000 a 786.000 bpd).
Sin embargo, si se ven ambos reportes, lo cierto es que Venezuela aún tiene problemas para elevar de manera significativa su producción. En mayo, Pdvsa se fijó nuevamente como meta llegar al millón de barriles diarios, pero a menos de dos meses de terminar el año apenas ha logrado superar los 800.000 bpd.
En lo que va de año, Pdvsa ha logrado incrementar en 9 % su producción de crudo tomando en cuenta que cerró el año pasado por debajo de 700.000 bpd. Pero esa variación, sumada al efecto de las sanciones en la comercialización de los barriles, no ha sido suficiente para aprovechar el aumento de 17 % en el precio de la cesta Merey, precio referencial del crudo local que en octubre cerró por encima de $72.
Caen las expectativas
Conforme va terminando el año, diversas consultoras, agencias energéticas y centros de investigación han ajustado a las bajas las expectativas de producción de Pdvsa, toda vez que se mantienen los problemas relacionados con la infraestructura, el mantenimiento de las instalaciones y los servicios públicos que asisten a la industria.
El Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), calcula que en 2023 la producción promedio podría alcanzar los 765.000 bpd y no los 820.000 barriles diarios previstos a inicios de año. Parte del crecimiento respecto a 2022 ha sido gracias a la reactivación de las operaciones de Chevron, tras la licencia otorgada por Estados Unidos hace un año.
De acuerdo con el portal especializado Argus Media, Chevron inició 2023 con una producción promedio de 60.000 bpd y actualmente se encuentra en 130.000 bpd; para finales de año, la empresa espera llegar a 150.000 bpd, aunque aún por debajo de los 200.000 barriles diarios que preveían expertos y agencias cuando se le otorgó la licencia.
El peso de las sanciones
El permiso dado por EE. UU. le ha permitido a Venezuela exportar nuevamente crudo hacia ese país y, según la Agencia Internacional de Energía (AIE) entre enero y agosto se envió un promedio de 120.000 bpd. De acuerdo con datos del USA Trade del Census Bureau, 86 % de las exportaciones de Venezuela a EE. UU. entre enero y junio fueron petroleras ($1209 millones).
A mediados de octubre, como parte del Acuerdo de Barbados firmado entre el gobierno de Nicolás Maduro y la oposición, EE. UU. levantó las sanciones a la industria petrolera, permitiendo así la producción, extracción, venta y exportación de crudo y gas venezolano y su inserción en el mercado internacional.
El consenso entre consultores y expertos es que, con el levantamiento de las sanciones, Venezuela puede aumentar su producción en 200.000 barriles diarios, pero el camino hacia su reinserción aún enfrenta trabas como el estado actual de la industria y la incertidumbre política, pues el alivio de las sanciones depende directamente de que el Gobierno allane el camino hacia unas elecciones presidenciales libres y justas en 2024.