Las lluvias de la noche del martes 17 de noviembre generaron colapso de viviendas y vías en San Antonio del Táchira. A Yorley le cayó una pared en la espalda, mientras reposaba de un tratamiento médico. Como ella otras cinco familias padecen los estragos de la naturaleza
Las lluvias que cayeron sobre la frontera tachirense la noche del martes 17 de noviembre anegaron diversos sectores de la localidad de San Antonio, municipio Bolívar, dejando damnificadas a seis familias del sector Pedro R Páez, quienes solicitan ayuda de las autoridades para poder reubicarse.
Yorley estaba acostada en el momento que las aguas comenzaron a ingresar a la vivienda, pues está sometida a un tratamiento por un padecimiento de salud. Días anteriores ya la casa había sufrido daños, pero una parte estaba en pie. Pidió que sacaran a uno de los niños de la habitación para resguardarlo, cuando la sorprendió el derrumbe de una de las paredes, la cual cayó sobre su espalda y le dejó laceraciones, aparte de fuertes dolores.
“Estaba acostada en la cama y le dije al chamo que sacara al niño para acá porque el niño estaba aquí, y cuando ella salió el muro se cayó y se cayó en la espalda, se partió la cama, los bloques se vinieron abajo”.
Con ella viven ocho personas, entre ellos dos niños y dos adultos mayores, quienes no tienen a dónde ir. Después de lo ocurrido tuvieron que descansar en la calle.
“Sentí angustia por mis hijos”
“Yo veo a mi marido sacando agua y le digo: no Bryan esto se va caer, y él decía que me tranquilizara, cuando vemos es que empezó a entrar agua por las paredes, cuando veo es que no podíamos salir porque había mucha piedra y mucho barro, y cuando vimos es que se nos cayó una parte. Sentí angustia por mis hijos, me dio preocupación que se me cayera la casa con mis hijos”.
El relato es de Judith Ochoa (23), quien tuvo que salir entra las aguas junto a sus hijos de 8 meses, 3 años, 6 años de edad y su esposo, para evitar que la casa les cayera encima. Una vecina les dio posada, y esperan seguir allí hasta que logren un lugar a dónde irse, pues lo que quedó de la vivienda se puede caer con otra lluvia fuerte.
En la misma situación se encuentra Sabrina de Vergel (41), quien vivía con sus hijos de 9 y 16 años de edad. Un familiar le prestó un cuarto con baño para que se alojaran los tres, pero le duele tener que dejar su casa, sobre todo en Navidad pues no podrá compartir con sus hijos el arbolito y el pesebre.
Está convencida de que el gobierno la sacará de esta situación. “Hago un llamado de atención revolucionario y socialista, porque ante todo estoy con mi proceso, creo en mis candidatos, creo en que estamos bien parados, y les doy gracias porque nos han venido a prestar el apoyo que siempre hemos necesitado, porque desde hace 17 años esta tragedia la estamos padeciendo”, afirmó.