Omar Ávila
Si algo lamentamos desde Unidad Visión Venezuela es haber tenido razón respecto a la forma, el modo, las estrategias y tácticas resultantes, de la ahora agónica Mesa de la Unidad Democrática. La frustración, desencanto y desbandada de la oposición unida, acuerpada y actuando al unísono de 2015, se disolvió en los caros errores de una dirigencia que ni entiende al país, ni estaba preparada para tal reto histórico: recuperar el gobierno y la institucionalidad del Estado, reanimar, comprometer e impulsar a toda la nación hacia su verdadero destino de evolución y prosperidad.
Desde hace varias semanas hemos venido proponiendo la creación de ese Frente Amplio Nacional, más allá de los partidos, en tanto la sociedad civil, los gremios, ONG y demás factores y actores, deben asumir el máximo protagonismo. Situación que no es nueva, pues igualmente lo hicimos años atrás cuando la salida de Ramón Guillermo Aveledo, así como más recientemente con la salida de Jesús “Chúo” Torrealba. Lamentablemente en ambas oportunidades no hubo tal reestructuración, más allá de un gatopardiano anuncio. Al contrario, encandilados por “un final” a la vuelta de la esquina, cuatro partidos secuestraron la MUD excluyendo al resto, y jugándole al “offside” a todos los sectores de la sociedad. El fracaso era inevitable y todos perdimos una oportunidad construida a puro corazón por 7.707.422 venezolanos, la más alta votación de la historia republicana.
De hecho, propusimos que ese frente debería estar coordinado por Enrique Aristeguieta Gramcko. Un venezolano con la suficiente autoridad moral para trascender el gravísimo problema de todos los intentos de organizar a nuestra oposición: crear una máxima instancia nacional extendida a las regiones, con una representación amplia, no parcial –como ha sido hasta ahora– de un espectro político opositor, carentes de base social, cuestionados por el mismo sector de quien se dicen representar; sin ningún tipo de poder real para presionar al gobierno y motivar a la población, por lo tanto: sin liderazgo político y social.
Una organización opositora (la denominación es lo menos importante) que trascienda el irracional y suicida escenario para disputas partidistas por candidaturas; además de procurar la máxima exposición mediática para, a través de la respectiva tarjeta partidista, encauzar el voto duro opositor, de forma de obtener posiciones privilegiadas a la hora de “negociar” o hacer negocios con el gobierno; que ya vivimos, tanto con la Coordinadora Democrática, como más reciente, y dolorosamente, con la MUD.
Pero, y fundamentalmente, extender organizacionalmente ese Frente Amplio a sectores poblacionales y sectores funcionales, para motivar, incorporar, comprometer y accionar con la gente. 87% de los venezolanos nos esperan para incorporarse a luchar por superar nuestro horroroso presente y ser protagonista de la construcción del futuro.
Por lo tanto, el Frente Amplio y Democrático debe ser dotado y operar desde una base social organizada en todos los núcleos poblacionales del país. De forma que pueda accionar como círculos concéntricos de radio creciente, y asumir las tareas políticas, sociales, culturales y electorales a que debamos enfrentar como unidad opositora.
En ese escenario surgirá el nuevo liderazgo, a todos los niveles, que tanto ansían y requerimos los venezolanos. Porque sabemos que hay líderes y hay quienes lideran. Los líderes tienen cualquier posición de poder o autoridad organizacional, pero los que lideran, logran hacerlo porque inspiran a la gente; las comprometen y las activan constructivamente en propósitos, objetivos y metas superiores.
Finalmente, desde Unidad Visión Venezuela, ratificamos que en el aspecto político-electoral nacional, la lucha, acuerdo o negociación con el gobierno debe estar irrenunciablemente fundado en: el canal humanitario (máxima prioridad); elecciones libres, sin candidatos y partidos inhabilitados; en los tiempos que establecen, definen y norman la Constitución y la ley; además de arbitradas por un CNE renovado; sin andar mendigando “condiciones” electorales decididas por el arbitrio y la interesada mediocridad canalla del gobierno.
@omaravila2010