Por: Luis A. Villarreal P.
Pareciera que todos supiéramos a conciencia cuál es el camino a seguir, Venezuela entera se apresta a realizar jornadas de reflexión e intercambio.
Estamos como inspirados en los conocidos versos de aquel poema de Antonio Machado, hecho canción en la voz de Joan Manuel Serrat: «Caminante no hay camino, solo se hace camino al andar…»
O tal vez asumiendo íntimamente la muy conocida frase —en boga durante las visitas pontificias a Venezuela— del Papa Juan Pablo II: Despierta y reacciona, no tengáis miedo.
Percibimos —luego del ‘ambiguo’ llamado del presidente (E) al Acuerdo de Salvación Nacional— que las fibras venezolanas desean juntarse, tensarse, y usar su enorme fuerza para desatar sus liberadoras y ansiadas consecuencias.
Con el distintivo ‘Ideas de todos’, el Frente Amplio Venezuela Libre se propone entusiasmar a los sectores (sindicales, profesionales, productivos, partidistas, ONGs, comunitarios, religiosos, y otros) para que expongan sus puntos de vista sobre la forma de poner en marcha la carreta de la lucha, que por diversos motivos lamentablemente casi se ha detenido.
Del 7 de junio al 17 de julio 2021 en el marco del FAVL, se considerarán todos los aspectos posibles para reorganizar la lucha impostergable, con febriles convicciones de que sus razones tengan ponderancia en la antesala y desarrollo del diálogo en ciernes.
El Acuerdo de Salvación Nacional propende llevar a la práctica la única opción viable: diálogo y negociación. Esto colisiona con quienes juran que es cohabitación; mucho más cuando el poder que manda y se aferra ya expuso tamañas condiciones para negociar: suspensión de todas las sanciones; reconocimiento a la AN del 6D; y, rescate y control de activos de PDVSA y BCV.
Países y organismos multilaterales (OEA, UE) le han dado su respaldo. Y esto regocija a quienes han venido oxigenando al oficialismo al acudir a elecciones, diálogos, y desdeñando la aplicación de tratados y normas internacionales.
El diálogo tiene además sus detractores y aupadores en la propuesta del ASN. Por un lado, preocupa seguir haciendo el juego al oficialismo; y por otro, la Plataforma Democrática de partidos se une; incluso la facción ‘chavista originaria’ disidente del madurismo, con reservas, se anima al respecto.
En el ámbito opositor, aparte del cambio que imponen las circunstancias, se ha dicho de todo: reconocen la carencia de más opciones viables; que se debe «cercar» al poder cuestionado, y desde allí teniendo cómo y con qué llegar al plano de la negociación ¿?; insistir en la apertura del canal humanitario; vacunación anti Covid-19; revocatorio presidencial, con lo que de ipso facto se reconoce la presidencia que se tiene por incierta.
Las jornadas del Frente Amplio Venezuela Libre, aspira aglutinar y ordenar sus ideas y acciones para darle forma y sentido al Acuerdo de Salvación Nacional, a través del cual se llevará a efecto el accionar de EEUU ya hecho patente en la persona de Linda Thomas-Greenfield, embajadora de EEUU ante la ONU, quien, en su viaje a Ecuador para la investidura del presidente Guillermo Lasso, se reunió con Leopoldo López, y habló con Julio Borges, canciller de Guaidó.
El cómodo accionar estadounidense se ha explicado en las alocuciones de Antony Blinken, Secretario de Estado, y según expresiones de Juan González, director para el Hemisferio Occidental del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca. Incluso han dejado ver como aliciente de la posible negociación un recorte preliminar de las sanciones.
Los supuestos entes facilitadores: Noruega, el Vaticano y Canadá —aún silentes— y el país anfitrión del diálogo, tendrán su oportunidad de terciar por lo que debería ser, o por algún bando.
El camino del diálogo para la negociación de una salida política —con Elecciones Libres y Justas—, aunque movedizo, tiene una explicación y paternidad: es el primer intento de la política exterior del presidente Joe Biden para dar solución a la crisis venezolana.
Aprovechar esta coyuntura y perfilar el camino de una lucha verdadera será el reto de la Oposición; dígase, de todos los sectores.