Hay que ver las cosas que se dicen en las colas de todos los días, incluyendo las de las gasolineras. Uno de mis amigos dominoceros, que le gustan las chuscadas, como dicen en
Maracaibo, tiene una libreta con una colección de todo lo que oye. Copié algunas, se las digo: Este país se lo llevó Satanás. Yo nunca pensé que nos pasara esto. ¡Qué desastre! Cómo es posible que tengamos que dormir en el suelo del banco para cobrar la miserable pensión que no alcanza para nada. Yo estoy viviendo con lo que me mandan los hijos desde afuera, si no estaría pidiendo limosnas o comiendo de la basura. Mi mamá se murió porque no consiguió el tratamiento para el cáncer. Las dificultades para enterrar a un difunto son tan grandes que no provoca morirse, jaja jaja. Ando a merced de los zamuros porque en mi casa no hay agua para bañarse, y así todo: una pichera y una jedentina que no se aguanta.
Otro comentó. A propósito del agua, en la redoma de la bandera protestaron varias amas de casa por la falta de agua. En seguida llegó la policía, porque para reprimir sí hay policía, cuando el que tenía que dar la cara es el ingeniero jefe del acueducto. Una señora advirtió que seguirían las protestas y con más fuerza. Entonces uno los agentes dándoselas de jefecito amenazó: Protesten para mandarles la guardia nacional. En lugar de soluciones: amenazas. Y asumiendo papel que no le correspondía porque la decisión de movilizar la Guardia debe tomarla el comandante de la misma. ¿Entonces por qué hablan tanto de pueblo y patria y socialismo?
Pero lo de Ordago fue la de la ministra de las cárceles, que dijo que el sistema penitenciario de Venezuela es el mejor del mundo. El mejor del mundo para los pranes y los que dentro de ellas trafican con drogas…
¡Ave María Purísima! ¡Dios nos coja confesados! ¡Arranca Berroterán! a Valera huyendo para acá porque no tengo edad para irme al exterior, de una vez me di cuenta que la falla de agua no es aquí grave, como en la tierra del sol amada, sino gravísima .