Río de Janeiro, 12 oct (EFE).- Las marchas programadas contra el aborto para este jueves en Brasil y que esperaban ser las más grandes en la historia del país, según sus organizadores, fracasaron por la escasa adhesión y en algunas ciudades apenas un puñado de asistentes salió a las calles.
Convocadas por grupos conservadores y religiosos para el festivo que conmemora el día de Nuestra Señora de Aparecida -patrona del país- y el día de los niños, las protestas se alzaron por un juicio abierto por la Corte Suprema en el que se analiza despenalizar la interrupción del embarazo hasta las 12 semanas de gestación.
Actualmente, el aborto está prohibido en Brasil salvo en casos de violación, riesgo de muerte para la madre y si el feto tiene anencefalia.
Donde fue más evidente el fracaso fue en Río de Janeiro, una ciudad de población mayoritariamente conservadora, donde EFE constató que apenas unas 30 personas aparecieron junto a la icónica playa de Copacabana, lugar señalado para el encuentro.
Ya en Salvador, la capital de Bahía, la denominada «Marcha de la familia» fue más activa y desde primeras horas reunió a centenas de personas vistiendo camisetas blancas, pero también muchas verdes y amarillas haciendo alusión a un patriotismo que fue enarbolado con banderas de Brasil.
Igual se vio en Belém, la capital del amazónico estado de Pará, y en Brasilia, donde inicialmente no estaba previsto salir a las calles por seguridad tras la intentona golpista del 8 de enero, cuando miles de partidarios del expresidente Jair Bolsonaro asaltaron las sedes de los tres poderes.
Con banderas de Brasil y a la voz de Dios, patria, familia y libertad, cientos de «defensores de la vida», como exhibían en carteles, marcharon pacíficamente por las calles de la ciudad.
Las de Brasilia hasta superaban a las de Sao Paulo, donde unas cien personas llegaron en la tarde de este jueves hasta la Avenida Paulista, el principal centro de concentración de protestas y donde suelen congregarse por miles.
Allí varias personas vestían camisetas blancas con la imagen de un feto y frases como ¡Sí a la vida, no al aborto! que también figuraban en pancartas y carteles sostenidos por los participantes.
«Estamos diciendo no al aborto ni a la liberación de las drogas. A las 12 semanas el corazón de un niño ya está latiendo y ellos quieren matarlos», aseguró a EFE David de Reis, un dirigente municipal del derechista Partido Liberal (PL).
En el lugar sorprendió ver a bastantes personas con banderas de Israel -algo también visto en otras ciudades- que los manifestantes llevaron a la marcha como un homenaje a los millares de víctimas que ha dejado el conflicto tras los ataques de las milicias palestinas de Hamás.
En Sao Paulo, los organizadores señalaron que la falta de asistencia fue provocada por la imprevista huelga realizada este jueves por trabajadores del metro dejando a media marcha varias líneas.
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