La organización sin fines de lucro que está próximo a arribar a sus 41 años, en su metodología de trabajo con las comunidades privilegia el valor de las personas y los estimula a desarrollar sus potencialidades y derechos sociales. Promueve la participación y autogestión ciudadana
En el marco del 198 aniversario de Valera, desde Diario de Los Andes nos propusimos resaltar algunas iniciativas ejemplares que tuvieron su origen en la “ciudad de las Siete Colinas”, actuales o de trayectoria, que persisten a pesar de la crisis generalizada que atraviesa el país, y que hoy nos permiten hablar de la ’Valera Positiva’.
El Centro de Animación Juvenil (CAJ) es una organización de servicio comunitario, promisión y desarrollo social, que surgió en 1977 como consecuencia del crecimiento de movimientos, grupos y organizaciones juveniles de la época, iniciativa que contó en sus inicios con la guía de la religiosa salesiana Rosalba Ruiz, y luego la del presbítero José Ángel Divasson.
La iniciativa que hoy es ejemplo de organización y formación ciudadana tuvo su génesis con la promoción de los grupos juveniles de la parroquia San Luis, cuyo esfuerzo rindió algunos frutos que con el tiempo llevaron a la conformación de otras organizaciones denominadas “Si” y “Liberación”, las cuales prosiguieron con la labor de formación y autogestión.
Tras las gestiones de los primeros años que repercutió en otras parroquias eclesiásticas, el grupo “Morón en Marcha”, de la urbanización José Humberto Contreras, se sumó a la iniciativa, para constituir el semillero que dio paso a la conformación del CAJ, un punto de encuentro de todas las agrupaciones, donde además recibieran apoyo organizacional.
Próximo a cumplir 41 años, el CAJ, registrado en 1982 como Asociación Civil sin fines de lucro, tiene como principal misión la formación, organización y autogestión de los ciudadanos, en función de las áreas políticas, educativas, humanas y cristianas para contribuir con el mejoramiento de la calidad de vida de los valeranos y ayudar a la transformación del entorno social.
Participación ciudadana
Sin identificarse con ninguna organización partidista, el CAJ está comprometido con la transformación de realidades y se define como una organización con objetivos políticos muy claros, en busca de la participación y organización ciudadana, además de la defensa de los derechos humanos.
Quienes están al frente del CAJ priorizan la formación orientada a la participación, protagonismo y autogestión ciudadana, con base en la promoción de las capacidades de cada persona para generar procesos de transformación de su propio entorno, al fomentar acciones que conllevan a los partícipes a la toma de conciencia de sus derechos sociales.
“La Gente Propone”
“La Gente Propone” es uno de los más recientes proyectos del Centro de Animación Juvenil que busca generar desde las comunidades soluciones a los principales problemas de la ciudad, además de facilitar un enlace entre los ciudadanos y las autoridades municipales, “una plataforma comunicacional que permite elevar la voz de los valeranos”.
“Hay muchas cosas que se pueden hacer en Valera. Y ahí es donde actúa el Centro de Animación Juvenil, mucha gente se quiere ir del país, nosotros seguiremos animando a los valeranos a trabajar por el desarrollo de la ciudad de las Siete Colinas”
Xiomara Montilla (presidenta del CAJ) “Queremos ver a Valera como un municipio que ofrezca oportunidades, con ciudadanos y gobernantes comprometidos por igual con la ciudad. Sabemos que el país está en una situación económica compleja pero es en medio de las crisis donde surgen las alternativas. Al Centro de Animación estoy ligada desde sus inicios y creo que ha sido fundamental en la formación ciudadana, lo que nos ha granjeado el respeto de mucha gente en las comunidades. Esperemos seguir aportando al fortalecimiento de la ciudad, especialmente en los jóvenes. Apostamos por la organización ciudadana para escuchar las propuestas desde las bases y hacer de Valera una ciudad de progreso”.
Antonio Perdomo (coordinador de proyecto La Gente Propone) “El CAJ viene a ser una organización de valor para la ciudad en momentos en los que Valera necesita que sus ciudadanos asuman el protagonismo para su transformación, adquirir la conciencia de ciudadanía. Esta iniciativa desde hace más de 40 años procura formar y movilizar a los jóvenes para que asuman sus derechos, pero también sus deberes como ciudadanos. Valera para mi es la patria chica y actualmente representa un desafío marcado por todos los problemas que nos agobia. A puestas de su aniversario y próximo bicentenario Valera nos pregunta ¿Qué van a hacer por mí?, debemos transcender las quejas y enfocarnos en su desarrollo. La ciudad nos exige que nos pongamos los patines”.