La Fiscalía de Colombia descartó este lunes que el aspirante presidencial de izquierda, Gustavo Petro, haya sido atacado a bala en su vehículo blindado durante una visita a Cúcuta, una ciudad fronteriza con Venezuela, como sospechaba el político.
El incidente se produjo el viernes, cuando supuestos manifestantes intentaron agredir al exalcalde de Bogotá antes de que éste realizara un acto proselitista de cara a las legislativas y a las consultas interpartidistas del domingo 11 de marzo.
Las encuestas anticipan una contundente victoria de Petro, que le permitirá proclamarse como el candidato de un sector de la izquierda para las presidenciales del 27 de mayo.
Petro aseguró que el vehículo en que se desplazaba fue impactado a bala, aunque en principio él mismo desestimó esa versión.
«Todo indica que es un atentado, es un disparo», sostuvo este lunes a W Radio tras días de especulaciones sobre el tipo de objeto que impactó en el panorámico y la ventana del costado del automóvil donde él iba.
Sin embargo, la fiscalía dijo que no se trató de un proyectil de arma de fuego y que el vehículo posiblemente fue alcanzado por la explosión de un arma no letal.
«Las huellas de violencia sobre los panorámicos y ventanas laterales no presentan las características morfológicas que permitan aseverar que corresponden a impactos provenientes de proyectil de arma de fuego», indicó a la prensa el general Luis Alberto Pérez, director nacional del CTI, grupo técnico de la fiscalía.
Al parecer la policía lanzó una «granada de aturdimiento» para dispersar a los manifestantes, impactando a la camioneta blindada.