La muerte de Nelson Aponte Urbina, alias “Bambi Aguao”, en septiembre de 2015, dejó a sus primos y dos hermanos de otra familia el mando de una peligrosa banda criminal que arremetía contra los moradores de la tierra de la caña, la piña y el tambor. “Los Venegas” se impusieron en el municipio Motatán con el cobro de vacuna y delitos tales como robo de vehículos, secuestros y homicidios.
Parecía que con cada crimen sumaban fuerzas, pero en abril de 2016, las Fuerzas Armadas Policiales del estado Trujillo (Fapet) lograron abatir a los hermanos Venegas Peña, Juan José y Alfredo Antonio, junto a uno de sus secuaces, Ángel David Aponte Betancourt, y entonces los índices delictivos disminuyeron.
Sin embargo, no terminaron. El resto del grupo delictivo mantenía la zozobra en la localidad, permanecían en zonas rurales del municipio Motatán, hasta julio del 2016, cuando los localizaron. En el enfrentamiento que se suscitó murió José Alexander Peña “El Tuerto” y logró huir “El Gato”, quien se preparaba para asumir el mando.
Vecindad
La cercanía de un miembro de la familia parecía poner en peligro a la comunidad, en La Florida II, la mayoría de los apartamentos adjudicados a familias desfavorecidas fueron abandonados, preferían seguir “arrimados” con algún pariente o incluso pagar alquiler por un anexo en otra zona, antes de mudarse al lugar que frecuentaba un Venegas.
El Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) lo precisó y en agosto de 2016 ejecutaron una operación donde perdieron a dos de sus funcionarios en combate pero sacaron a “El Mono” del conjunto residencial. Juan Ramón Urbina Venegas llamó a su padre para avisarle que de allí saldría muerto, antes de que la comisión derribara la pared y lo abatiera, él se disparó.
Reclutamiento
El joven de cabello rubio y ojos verdosos al que apodaban “El Gato”, abandonó su casa con tan sólo 9 años, y por mucho tiempo sus familiares no supieron de él sino por los rumores que se corrían por el pueblo y llegaban a sus oídos. Como otros menores de edad reclutados, Johan José Gil Barreto, se vinculó a la peligrosa banda y hasta se unió sentimentalmente a una de las mujeres Venegas.
Sabía que habían perdido fuerzas y las autoridades le seguían los pasos, dieron de baja a su secuaz Freddy Javier Peña “El Orejas” y a Wuilkor Corona, quien hacía de chofer. Entonces “El Gato” se vinculó con “El Colombiano”, líder de una peligrosa banda que opera en Pampán, Candelaria y Carache.
Las relaciones las sostuvo hasta su muerte en octubre de 2016. Algunos de los suyos se fueron de Motatán hacia Miranda, como “El Cacique”, José Gregorio Rosales Morales, quien fue descubierto y abatido días después.
En diciembre algunos regresaron a sus hogares, y cuando las autoridades se percataron rondaron la zona, así fue como en enero lograron abatir a Jhonny Manzanilla, y en marzo dieron con Javier Quevedo “Pata e’ Guaje” y Antonio Terán “El Tony”, quienes le servían a “El Colombiano”.
Legado
De la estirpe, varios cumplieron la mayoría de edad y siguieron el legado, sumaron delitos a sus historiales y murieron tras enfrentarse a la policía. Entre ellos, los hermanos de “El Mono”, Luigi Urbina Venegas y José Damián Urbina Venegas, cayeron junto a Miguel Ángel Gil Villegas “El Nacho” en mayo del 2017.
En octubre, el Servicio de Investigación Penal de las Fapet dio con otros dos maleantes que le eran fiel a “Los Venegas”, Carlos Alejandro Mejía Rosario “Cara de Papa” y Miguel Salcedo. Y la semana pasada lograron abatir a el descuartizador de la banda, Francisco Antonio Aldana “Fran Canalla”.
El procedimiento que efectuaron ayer en Jalisco terminó con otros dos hermanos Venegas, “El Guajiro” Yeferson Venegas Daboín y “El Gringo” Yekson Venegas Daboín, junto a “El Grillo” identificado como Víctor Alfonso Moreno.
Se buscan
El Comisionado Wilmer Ramírez informó que la guerra aún no acaba. Buscan a otros maleantes de la familia que le quitaron la paz al pueblo, señalados por su participación en distintos delitos, entre ellos “La Rana” y “El Zombie”, quienes están identificados.
DATO
AR15
Pistolas, escopetas, fusiles y hasta granadas, un arsenal en su mayoría de origen colombiano ha sido incautado a los maleantes.
30
Hombres conformarían la peligrosa banda de Agua Blanca, al menos 20 fueron abatidos por las autoridades.