Fiestas de San Rafael Arcángel. Romería de San Benito en La Cantarrana / Por Luis Huz Ojeda

Sentido de Historia

Es común apreciar en cualquier parada de la Romería el pago de promesas por favores recibidos.

 

 

El nacimiento de San Benito aconteció al sur de Italia en el pueblo de San Fratello de la provincia de Messina en Sicilia, en el año de 1526. Sus padres fueron una pareja de esclavos cristianizados, nativos de Etiopía, Diana Larcan (Arcan o Larcari), una negra que había obtenido su libertad de un caballero de “La casa de Lanza” y Cristóbal, un esclavo de Vicenzo Manasseri, hombre acaudalado de San Fratello.

San Benito fue un hombre de grandes virtudes que dedicó su vida a la práctica de piedad y caridad cristiana, se caracterizó por ser un eremita integral, sólo comía pan y agua una vez al día, en ocasiones hierbas, jamás bebió vino, ni otro tipo de licor, permaneció siempre como hermano lego, nunca quiso ser sacerdote.

 

Muerte y canonización

 

El día martes 4 de abril de 1589, día de pascua y resurrección, entrega su alma al Creador.
En 1713, el Senado de Palermo -Italia, lo declara y adopta como San Benito de Palermo, patrón de la ciudad, título compartido con Santa Rosalía de Palermo.

El 10 de mayo de 1743, por Decreto Papal se promulga su beatificación, siendo confirmada el 15 de mayo del mismo año por el Papa Benedicto XIV.

Es canonizado el 24 de mayo de 1807 durante el mandato del Papa Pío VII.

 

La sagrada imagen de San Benito de Palermo sale a la calle este domingo 22 en La Cantarrana.

 

Arribo al nuevo Continente

 

Para la época su popularidad traspasa los océanos. España introduce su veneración en las colonias bajo su dominio en la América septentrional, a través de los frailes franciscanos. Especialmente en Perú, Chile y México donde es acogido por los pobladores negros como su protector, consintiendo la iglesia católica la cimentación de altares, capillas y su paseo en procesión acompañado de las sinfonías de los españoles, el ritmo de la guarura indígena y el retumbar de los cueros africanos.

El culto y veneración a “San Benito de Palermo” se inicia en Venezuela a finales del siglo XVII y comienzos del XVIII, siendo originariamente instituido por los negros descendientes de esclavos africanos en las poblaciones costeras de Bobures, San Pedro, Santa María, Gibraltar, La Ceiba, situadas al sur del Lago de Maracaibo, posteriormente se instaura en Cabimas, Lagunillas, Bachaquero, Santa Rita, Los Puertos de Altagracia.

Estas riberas eran utilizadas como rutas de comercio entre las localidades circunvecinas de toda la cuenca del Lago de Maracaibo y el Caribe (…). Siendo la celebración de sus festividades la mayor contribución en la instauración de la devoción al “Negro Milagroso” en los estados Mérida, Falcón, Yaracuy, Lara, Trujillo, dando origen a diversas manifestaciones culturales representativas a San Benito de Palermo, propias de cada localidad.

 

El sonido de las maracas complementa el inconfundible retumbar de los cueros en el chimbangueles.

 

Entre el mito y la leyenda

 

Múltiples son las narraciones sobre milagros atribuidos al poder del santo negro, unas fantásticas, otras reales (…) Todo un tejido popular de historias, mitos y leyendas mágico-religiosas (…) Sobre este apasionado tema contaba el poeta Juan Vicente Molina. “San Benito es un Santo alegre, pero cuando se le incumple en el pago de alguna promesa pautada es de los que cobran y se molesta tanto que devuelve la necesidad o mal antes subsanado. Así mismo ocurre cuando de forma arbitraria e inconsulta le pretenden modificar la hora, fecha o el recorrido de sus fiestas y tradicionales romerías. Se pone tan bravo y pesado que a sus vasallos les resulta imposible de cargar, menos bailar su imagen en esa festividad. Otras veces en medio de un sol radiante hace caer durante largo rato unos chaparrones de agua (…). “Ese es San Benito”.

 

La presencia femenina dentro de los chimbangueles es notoria en la actualidad.

 

Presencia de San Benito en La Cantarrana

 

A finales del año 1949, siendo aún adolescente Pablo Emigdio García, un nativo de San Lázaro, se ve forzado a marcharse de su terruño hasta el sur del Lago de Maracaibo, a sudar como bracero de hacienda en el poblado de Santa María. Durante su estadía a orillas del Coquivacoa descubre y abraza con mística y fervor la religiosidad por San Benito, a quien diariamente ora y suplica por la consecución de un mejor trabajo que le permita mejorar su calidad de vida para formar y educar una familia. A los meses se traslada a San Felipe, estado Yaracuy, desde su llegada, empieza a sonreírle la suerte, de inmediato se integra a trabajar como chofer de los camiones que transportan el personal desde la sede del Ministerio de Obras Públicas hasta los puntos de trabajo y viceversa, esto le permite consolidarse laboralmente en la tierra de María Lionza.

A mediados el año 1960, resuelve regresar a su patria chica, hace maletas e inicia retorno con la sagrada imagen de San Benito en una mano y la carta de traslado al MOP de Valera en la otra. Ya aposentado de nuevo en su “tierruca”, con los ahorros acumulados compra un lote de terreno bastante amplio en el caserío “La Cantarrana”, municipio foráneo San Rafael de Carvajal.

En la parte trasera inicia la construcción de una modesta vivienda para albergar su núcleo familiar, la que culmina en febrero de 1961. El frente lo destina para cancelar una deuda pendiente con San Benito por favor un recibido: construirle una morada. Tarea que luego de haber informado y logrado la aprobación de la Iglesia comienza a desarrollar inmediatamente, contando para este propósito con el apoyo y solidaridad de gran cuantía de vecinos y pobladores entre algunos: Ernesta Olmos, Juana “Juanota” Méndez, Juana de Mora, Blanca Barreto, Matilde Ángeles, Ángela de León, Anselmo Torres, los hermanos Alí, Ramón y Moisés León, Evaristo Matheus, José María Valecillos, Ramón Contreras, Pedro “Pan Cachito” Durán. Esta obra se empieza a ejecutar en marzo de 1961 y concluye el 13 de abril de 1963, fecha de inauguración de la capilla y entrada del santo a su altar y morada.

Su edificación duró dos años, durante ese lapso contó permanentemente con aportes tanto económicos, como en materiales de construcción de los habitantes locales, uno que otro foráneo seguidor del Santo Negro y la solidaridad especial de quienes no cobraron ni un céntimo por la mano de obra; entre muchos recordamos a los experimentados albañiles y reconocidos maestros de obra: los hermanos Eliseo y Emilio Escalante, José Encarnación García, Anacleto Mora e Idelfonso “Focho” Bastidas.

 

Los seguidores de San Benito de Palermo sacan a pasear sus imágenes en la Romería.

Apertura de la capilla

 

Antes y después de la inauguración de la capilla en las tardes se rezaba el Santo Rosario, a la par se celebraban misas de acción de gracias por favores recibidos, siendo oficiadas por monjes jesuitas integrantes de La Compañía de Jesús, que arribaron a la comunidad días antes de este acontecimiento religioso, para cumplir una jornada evangelizadora motivada en captar adeptos a través de la catequesis, bautizos y realizar matrimonios. Cercana la inauguración, grupos de voluntarios formados por niños, jóvenes y adultos de ambos sexos se organizan en cada sector para adornar todas las entradas y salidas al “Santuario de San Benito” mediante la confección artesanal en papel seda de coloridas bambalinas, luciendo múltiples formas.

 

El pueblo hace presencia y muestra su fe en el Santo Negro Milagroso de distintas formas.

 

Inauguración

 

Llegado el momento esperado, a las nueve de la mañana se solemnizó la homilía de rigor oficiada por monseñor, José León Rojas Chaparro, obispo de la Diócesis de Trujillo, escoltado de un grupo de presbíteros venidos de localidades vecinas y los frailes jesuitas visitantes, dejando inaugurada la capilla, acción católica histórica dentro del ámbito del municipio por la calidad y cantidad de los asistentes. Concluido el acto religioso, Pablo Emigdio García dio lectura a una kilométrica lista de personas e instituciones que colaboraron para hacer realidad el hermoso sueño de un pueblo con fe y devoción.

 

Romería este domingo

 

Este domingo 22 de octubre será una oportunidad de reencuentro entre devotos y esclavos de San Benito de Palermo.

Este recinto religioso será el punto referencial al momento del inicio de la Romería de San Benito de Palermo este domingo 22 de octubre a partir de las 10:00 de la mañana, siendo importante señalar que esta festividad mágico-religiosa constituye una de las actividades culturales de masiva participación popular más esperada por el colectivo carvajalense y está enmarcada en la programación elaborada por el comité de fiestas para conmemorar los 353 años de la fundación de Carvajal y el día del santo patrono San Rafael Arcángel.

 

El infaltable respondón o tambor mayor.

 

 

 

Fuentes consultadas:

Conversaciones con Ernesta Olmos, David León, Idelfonso (Focho) Bastidas, José Encarnación García Ramírez. Juan Vicente Molina, Lila Morillo.
Bibliografía: Raúl Ricardo. San Benito en el Sur del Lago de Maracaibo. Talleres de Producciones Editoriales C.A. Mérida. Venezuela. 2008.

 

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