Fiesta de la Divina Misericordia con “tradición católica y fervor popular” en Motatán

Coronilla de la Divina Misericordia, Adoración Eucarística y Alabanza (Fotos Douglas Abreu)

Douglas Abreu / 21627

@douglasabreub


Este domingo 27 de abril, la feligresía motatanense desbordo las adyacencias del templo parroquial de nuestra “Inmaculada Concepción” y de la plaza Bolívar para celebrar en familia con elevada  fe, devoción, fervor y alegría la “Fiesta de la Divina Misericordia”, presidida por el párroco Oscar Orellano, ministros, diáconos, grupos de apostolados,

La celebración inicio a la 1:30 pm con el Concierto de Alabanza, posteriormente, a las 3:00 pm, se llevó a cabo la Coronilla de la Divina Misericordia, Adoración Eucarística y Alabanza; Seguidamente. a las 4:00 pm, la santa misa, culminando a las 5:00 pm, con las rifa y el compartir fraterno.

El párroco Oscar Orellano ofició la santa misa.

Fiesta de Misericordia “Infantil”

La programación de actividades comenzaron, previamente el sábado 26 de abril, a las 5:00, con la Fiesta de Misericordia “Infantil”, se dio la bienvenida a la celebración; a las 5:30 pm, tuvo lugar la bendición de los niños, culminando  las 6:00 pm, con actividades recreativas.

Las canciones de adoración dan la oportunidad de celebrar lo que Dios ha hecho en tu vida y agradecerle

Historia: Devoción a la Divina Misericordia

Cabe recordar, La devoción a la Divina Misericordia, centrada en la figura de Jesús Misericordioso, se ha expandido en la Iglesia Católica desde su revelación a la mística polaca Santa María Faustina Kowalska.

La misma ha sido acompañada por un fervor popular significativo, una rica historia y mucha controversia religiosa, especialmente en sus primeras etapas. Hoy se estableció firmemente dentro de la tradición católica, con la aprobación del Papa Juan Pablo II, quien desempeñó un papel crucial en su reconocimiento y difusión global.

Faustina Kowalska fue testigo de una serie de apariciones donde Jesús le dijo que “la humanidad no encontrará paz hasta que se dirija con confianza a la misericordia divina”.

Aunque al principio hubo dudas sobre la legitimidad de las experiencias místicas, quedaron validadas cuando, en 2005, el papa Juan Pablo II la canonizó: así consolidó la devoción a la Divina Misericordia, que se celebra el domingo siguiente al de Pascua

En ese sentido, las canciones de adoración te dan la oportunidad de celebrar lo que Dios ha hecho en tu vida y agradecerle. Cantamos alabanzas a Dios, no solo por quién es Él, sino también por la transformación espiritual que ha hecho en nuestra vida.

La devoción a la Divina Misericordia, centrada en la figura de Jesús Misericordioso, se ha expandido en la Iglesia Católica.

Alaben a Dios el Padre de todo corazón

Por ello, la Biblia dice “Cuando se reúnan canten salmos, himnos y canciones espirituales  Alaben a Dios el Padre de todo corazón, y denle siempre gracias por todo, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Ustedes, que honran a Cristo, deben sujetarse los unos a los otros.

De allí que el propósito de la alabanza y la adoración – en relación con el canto, la danza y la oración – es crear un espacio intimo entre tú y el Señor, permitiéndole hablar directamente a tu corazón, de tal manera que te acerques más a Él.  Como resultado, Él es glorificado y profundizas tu identidad en Él.

Exaltación, júbilo y gratitud

Sus adeptos usualmente lo expresan con exaltación, jubilo, por todo lo bueno que su Dios les provee. Típicamente la alabanza viene como forma de gratitud, en otros casos, la Alabanza al creador se deba a la salud y a la prosperidad dada, ya sea material o espiritual.

El Señor pide que tengamos muestras de gratitud por la Divina Misericordia en esta Fiesta. Es lo justo, pero con eso solo no alcanza. La imagen nos invita a contemplar el precio de nuestra salvación y sus frutos, poniendo en Él, que nos amó primero, nuestra Fe, nuestra Esperanza y nuestro Amor.

 

Agradecimiento

El padre Oscar Orellano,  a nombre de la comunidad católica expreso su agradecimiento  a personas, instituciones públicas y privadas, cuyo apoyo y colaboración fueron fundamentales para la organización y celebración de la Fiesta de la Divina Misericordia. Dios se los pague.

 

 

 

 

 

 

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