La cantante Fergi se ha sincerado en una entrevista sobre uno de los peores momentos de su vida, cuando su adicción a las drogas era tan severa “que alucinaba todos los días”. En una entrevista con iNews, la artista, de 42 años, explica que estuvo batallando con serias complicaciones físicas debido a su adicción a la metanfetamina. “Sufría psicosis y demencia inducida por las drogas químicas. Alucinaba todos los días. Después de dejar de consumir esa droga mi cerebro tardó un año en estabilizarse y que yo dejara de ver cosas. Simplemente me quedaba sentada, viendo aparecer al azar una abeja o un conejo”, revela a la publicación británica.
Sus alucinaciones eran tales que incluso llegó a pensar que la CIA, el FBI y los SWAT la vigilaban, y trató de buscar ayuda en una iglesia, un episodio que fue el que le abrió los ojos. “Intentaron echarme, porque me estaba moviendo por los pasillos de una forma loca. Pensé que en la iglesia había una cámara de infrarrojos tratando de escanear mi cuerpo. Pasé corriendo por el altar hacia un pasillo y dos personas me perseguían. Recuerdo haber pensado: ‘Si voy fuera y el equipo SWAT está ahí, tenía razón todo el tiempo. Pero si no están, entonces son las drogas las que me hacen ver las cosas y terminaré en una institución. Y si realmente son las drogas, no quiero vivir mi vida más de esta manera. Salí fuera de la iglesia y, obviamente, los SWAT no estaban. Solo estaba yo en un aparcamiento. Fue un momento de liberación”, cuenta Stacey Ann Ferguson, su verdadero nombre. Algo de lo parece hablar ahora en el videoclip de su último single, A Little Work.
Un proceso de rehabilitación que para la cantante fue un proceso de aprendizaje. “El tema de las drogas era algo muy divertido… hasta que dejó de serlo. Pero doy gracias todos los días de que me pasara a mí. Porque esa es mi fortaleza, mi fe, mi esperanza para algo mejor”, asegura quien hoy es madre de un niño de 4 años, fruto de su matrimonio con el actor Josh Duhamel, quienes el pasado mes de septiembre anunciaron su divorcio tras ocho años de relación.
Esta no es la primera vez que la excantante de Black Eyed Peas, quien acaba de lanzar su primer disco en solitario en 11 años (Double Dutchess) —el segundo de su carrera—, habla sobre su adicción a las drogas que vivió en la década de los noventa y superó antes de alcanzar la fama. Unas declaraciones que hace con la esperanza de que al hablar de su experiencia ayude a otros en la misma situación. “La adicción fue la ruptura con un novio más dura de mi vida”, dijo en septiembre de 2016 a la revista Time. Una adicción a las drogas que ella ha asegurado que nació de su difícil infancia, pues empezó a trabajar como actriz infantil antes de los 10 años. Su adicción derivó del éxtasis al cristal, “con las drogas, todo es increíble al principio, y luego poco a poco tu vida empieza a caer en espiral. En un momento llegué a pesar 90 libras [poco más de 40 kilos]”, contó en 2012 en el programa de Oprah Winfrey, donde dijo que solo consumió drogas a lo largo de un año hasta que logró retomar el cauce de su vida gracias a la terapia y a conocer qué es lo que la había llevado a esa situación.