Por Erasmo Velázquez*.
Los primeros 20 años del siglo XXI se han caracterizado por el surgimiento y consolidación de gobiernos socialistas en la región que no sólo han fracturado la ya maltrecha democracia latinoamericana, sino que además no han dado respuesta a la gran crisis social y económica que azotan al continente de pobreza y miseria. El “socialismo bananero” ha creado un ambiente que ha generado en la mentalidad latinoamericana un nuevo concepto de desconfianza, amparado por la desbordada corrupción, que ha impactado en la concepción de que los partidos políticos y la democracia son los culpables de la debacle latinoamericana.
La crisis humanitaria de Venezuela que ha tenido alarmantes estadísticas de migración, el escándalo de Odebrecht cuyo epicentro estuvo en Brasil, la crisis política que atraviesa Perú con una sucesión de presidentes, el fallido proceso constituyente en Chile que trajo consigo destrozos, la impunidad y la violencia política en México contra periodistas, el debacle económico de Argentina, el cierre del espacio cívico en Nicaragua… son ejemplos de que el socialismo ha fracasado en la región.
Las recientes elecciones primarias realizadas en Argentina que colocan como gran ganador a Javier Milei y Patricia Bullrich en segundo lugar (ambos con ideas liberales), el fenómeno de María Corina Machado en Venezuela, Kast o Matthei en Chile y otros fenómenos podrán verse en países como México, Perú, Guatemala, Republica Dominicana e incluso pudiese existir una sorpresa en Ecuador o la vuelta de Bolsonaro en Brasil ponen de manifiesto el abandono de las ideas socialistas en la sociedad latinoamericana.
¿Qué tienen en común estos candidatos? Las ideas liberales ponen de manifiesto el libre mercado, economías donde la empresa privada tiene menos trabas para poner fortalecerse y fomenta la competencia; la eliminación del Estado Empresario con la privatización de los servicios públicos, la destrucción del monopolio estatal en algunos rubros importantes de la economía como energía e infraestructura; la eliminación del Banco Central; el establecimiento de un Estado Minimo con un gasto público y una burocracia reducida, el establecimiento de un verdadero federalismo y sobre todo el respeto por la individualidad del ciudadano garantizándole el respeto a su libertad y a la propiedad privada.
Una de las frases emblemáticas de Milei es «Yo no vine acá a guiar corderos, vine a despertar leones» donde su objetivo es que los ciudadanos no sean mansos ante los políticos, si no que tengan las capacidades para exigir sus derechos, una ciudadania con poder dónde el político pase a un segundo plano. De allí que está época de auge del liberalismo se caracteriza por ser autóctona, estamos en presencia del verdadero liberalismo latinoamericano, sin ideas exportadas de Europa o Estados Unidos y que se adapta a las realidades de cada país de la región. Al consolidarse este nuevo liderazgo estaremos en presencia de la mu
*Politólogo y Abogado. Profesor Universitario ULA NURR. Coordinador de Formación de Cuadros de Vente Venezuela en Trujillo. Responsable Nacional de Relatores del Comité de Derechos Humanos de Vente Venezuela.
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